El Amante

Prologo: Infiel

Mabel camino unos pasos viendo la bella decoración que estaban haciendo en el jardín, sus tíos estaban terminando de colocar las luces mientras Mason distraía a su esposo haciendo quien sabe que, finalmente los dos gemelos mayores terminaron de poner las luces y ella le manda a un mensaje a su hermano para que ambos bajaron. Espero unos, dos, cinco, diez hasta que luego de veinte minutos decidió que era mejor subir para saber que era lo que había pasado.

—Ya paso mucho tiempo, necesito mirar que es lo que esta pasando—se dijo mentalmente Mabel mientras subía las escaleras sin saber lo que era lo que estaba pasando en aquella habitación.

Se saco los tacones estando ya en la puerta para abrirla con cuidado arrepintiéndose en el momento. SU ESPOSO estaba entre las piernas de SU HERMANO dándole besos húmedos en el cuello mientras este tenia la cabeza echada para atrás para darle mas espacio para que pudiera besar también su clavícula, ambos sin prestarle atención a la puerta o al celular donde recibían los mensajes de Mabel. Will tenia una sonrisa en su cara. Y ella tan silenciosa como entro tan silenciosa se fue hacia abajo donde sin soltar ninguna lagrima pero con un sentimiento de odio y amargura. 

Empezó a juntar todo lo que habían tardado en hacer junto con sus tíos para guárdalo en algunas cajas. Lo que empezó como un día donde ambos estarían en sus trabajos para que a la noche ambos tengan una deliciosa cena preparada por ella y con ayuda de su gemelo para luego hacer el amor la mayor cantidad de veces hasta quedar posiblemente embarazada y ser la familia feliz que siempre deseo que ambos fueran. Una lagrima traicionera bajo por su mejilla.

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Al rededor de las tres de la mañana llego Will, no tan sobrio y con algunos chupetones pero Mabel que lo estaba mirando desde un sillón individual envuelta en una bata mientras tomaba un café esperándolo, se le hizo obvio la razón por la cual no había labial, porque era su hermano el que había causado tales chupetones.

—querido, te he estado esperando. Me alegro que estés bien—Will ni la miro solamente se acostó en el sillón más grande para poder dormir.

Mabel a pesar de estas sumamente dolida no podía evitar pensar de que tenía que haber alguna respuesta a esto. Su hermano era muy correcto, tanto que si Will le hubiera pedido tener una aventura, el se hubiera negado y le hubiera contado, Will era un llorón que se sentía mal por cualquier emoción negativa que le hacia sentir así que no podía creer todavía. Aun tenia la imagen de la gran sonrisa que hacia años que ella no había visto. Algunas lagrimas de ira bajaron por sus ojos azules.