Cuestión de cinco minutos.

feria

—¿De verdad Norman se pudo enamorar de alguien tan rara? —se preguntó así mismo mientras terminaba su desayuno.

"Tú lo hiciste, deja de buscar excusas" respondió de inmediato su subconsciente.

Ash, porqué de todas las chicas en el mundo justamente Emma.

Continúo debatiéndose mentalmente que haría con sus sentimientos.

—¡Hola Ray, adiós, Ray! —tan rápido como un relámpago vio a su padre aparecer y desaparecer detrás de la puerta. Dejándole un pequeño tiempo en el que solo pudo levantar su mano, a modo de saludo.

—Se propuso empezar a llegar más temprano —vio a su madre tomar asiento en la mesa al frente de él—. Supongo que eso es bueno.
Contesto Ray.

Isabella, su madre le sonrió.

—En estos últimos días has estado ocupado, ¿verdad? Deberías ir a visitarlo —sugirió levantándose de la mesa y tomando el plato recién vacío de Ray—. Tal vez tu visita logre relajarlos un poco a ambos. Ah y lleva a esa chica Emma.

Finalizó para adentrarse a la cocina. Ray ladeo la cabeza.

"¿Que con eso?"

Por lo que el azabache había estado observando, Isabella siempre estaba muy al tanto de Emma y de lo que pasara con esta. No había un día que no mencionara a la chica y si cualquier día no iba a su casa ella preguntaba inmediatamente por ella.

"Parece que le cae bien" lo cual tiene sentido porque Emma tiene ese efecto en las personas. Aun así, tenía un mal presentimiento sobre eso.

Arreglando sus cosas por última vez Ray partido de su casa. Hoy sería un día largo así que debería poner su mente en donde debería.

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—¡Ah! Al final si lo aprobaste, te dije que sería una nueva idea
—dijo con notable alegría al ver que su opinión había sido tomada en cuenta.

—Ellos estuvieron rogando toda la semana, tanto a Hayato como a mi así que no tuve otra opción —dijo Ray en respuesta, observando de arriba abajo la biblioteca estudiantil.

"No pensé que le iría tan bien"
Se dijo así mismo con asombro.

—Como quisiera sentarme, realmente tienen muchos libros, escuche que incluso algunos los escribieron los mismos estudiantes —empezando a caminar nuevamente Emma le informaba estas cosas a Ray. Quien antes de ponerse en marcha tomó una fotografía del puesto.

—Estas en tu descanso, puedes hacerlo.
—¿Y dejarte solo? ni loca. Prometí que te acompañaría a tu inspección. Es el único momento del día en el que podrás disfrutar de la feria que estuvo bajo tu cuidado.

Vio a Emma hacer un puchero de enojo, que con rapidez cambio por una sonrisa.

—¿Deberíamos ir al puesto de dulces?, tienen crepes, tostadas francesas, Wafles, hel... —al ver la mirada incrédula de Ray se detuvo.

—Eso ya lo sé Emma, es la feria de nuestro curso, tú dictates la idea y yo la aprobé.
Sonriendo con ironía Ray apartó su mirada de la chica.

"Siempre me haces sonreír de una forma u otra"

Y es que, aunque no lo digiera estaba profundamente agradecido con Emma, por haberlo acompañado. Como debía atender tanto asuntos de la feria como otros asuntos del consejo de estudiantil el único momento para estar en la feria era durante la supervisión de esta, después de ello tendría que volver otra vez la sala del consejo.

Y como miembro del club de fotografía también debía tomar fotos de los puestos. Para su tranquilidad solo tenía que tomar el panorama en general del puesto.