𝘓𝘶𝘤𝘬𝘪𝘵𝘺 - 𝘏𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘣𝘢𝘴𝘢𝘥𝘢 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘭𝘦𝘺𝘦𝘯𝘥𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘏𝘪𝘭𝘰 𝘙𝘰𝘫𝘰 𝘺 𝘭𝘢 𝘭𝘦𝘺𝘦𝘯𝘥𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘏𝘢𝘯𝘢𝘩𝘢𝘬𝘪.
¿ Han oído hablar sobre la leyenda de los hilos rojos ? Esta leyenda asiática consiste en que los dioses...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Después de el desmadre de a noche estos decidieron buscar algo de comida. Después de un rato ya tenían comida suficiente, así que decidieron tomar sus propios caminos.
- Parece que aquí nos separamos, Quackity- Diría Luzu mirando con una pequeña sonrisa a Quackity - Fue entretenido pasar tiempo contigo, espero se pueda volver a repetir - Terminaría de decir aquél castaño con una sonrisa en el rostro.
- Mhm! Espero se repita!
Dicho esto, se despidieron para después cada quién tomar su propio camino.
Quackity se encontraba explorando a lo pendejo el lugar hasta que se dió cuenta que estaba cerca del pueblo, al menor no le importó y se metió al pueblo, le impresionó la cantidad de aldeanos que había, las tiendas, como se ayudaban, entre muchas cosas más.
El menor no sabía a dónde meterse, había un local de comida (por así decirlo) , una tienda de pinturas, tienda de armas y armaduras, otra tienda pero de cosas para la casa (refris, lavabo, etc etc.) , el azabache decidió meterse a un lugar que parecía un bar?
A Quackity no le importó que era, con que pudiera explorar. Entonces este se metió viendo a mucha gente, unas sentadas, otras paradas, los meseros, el cantinero, etc.
El azabache por tanta gente parada tropezó golpeándose con una señorita casi besandola, cuando iba a disculparse recibió una cachetada de parte de la misma para después ver como se iba.
Si que pega duro... Pensó el azabache mientras se sobaba, el chico se sentó en una de las sillas que se encontraban en la barra observando todo.
- Qué va a pedir jóven - Habló uno de los cantineros asustando al azabache.
- Ehhhh... Un vaso de alcohol, por favor
- Enseguida - Dijo el mismo tipo para después alejarse.
Quackity no es que quisiera tomar cerveza ahora, en realidad pidió lo primero que llego a su mente, derrepente alguien llamó al azabache.
- Quackity?
El mencionado solo se volteó a quien sea que lo haya llamado encontrándose con un albino de ropa verde y pantalones cafés.
- Willy?
- Así es. ¿Qué hace un niño como tú por este lugar? - Preguntaría el albino sentándose al lado del azabache esperando respuesta.