Varenna [L.S]

Nueve

–Que buen culo que tienes.

–¡Louis! Enserió, sostén la escalera que me voy a caer.

–Caerás en mis brazos, amor.

Harry ríe y vuelve su vista a las bellas uvas de ese parral. Habían quedado en que Harry tomaba las uvas y Louis sostenía la escalera, pero habían unas cuantas distracciones entre ellos.

Era de tarde, luego del almuerzo.

Las uvas eran divinamente rosadas y Harry las amaba aún sin haberlas probado por dentro.

Eran como con Louis.

Sus movimientos se detienen apenas piensa eso. No podía estar enamorado de Louis ahora ¿o si? No, no se conocían tanto.

O mejor dicho no se conocían hace tanto. Porque podía jurar que sabía muchas cosas sobre el.

Aun así no podía enamorarse de él.

Solo habían tenido un par de citas, besos, toques seductores, palabras, conversaciones, momentos...

–¿Todo bien?

Louis lo saca de su burbuja con esa voz hermosa que hacia que su piel se erizara. Lo mira y asiente volviendo a su trabajo, tratando de no pensar en esos sentimientos que acaba de descubrir.

Siente un beso cariñoso en la parte de atrás de su tobillo que lo hace sonreír burbujeante.

Ya no había vuelta atrás.

🫀

Estaban terminando de comer la rica comida que había preparado Louis. Arroz graneado con verduras salteadas con un delicioso vino tinto con toques de chocolate.

Le daba risa como los italianos siempre tenían una especie de mini bar en sus casas conformado por vinos.

–¿Todos los italianos tienen muchos vinos en sus casas?

–No lo se, no hablo con ninguno. Pero yo si.

–Pues este vino esta exquisito.

–Tu te vez aun más exquisito esta noche.

Harry ríe sonrojado y se levanta para lavar los platos. Ve a Louis alejarse hasta quedar frente a el tocadiscos que estaba contra la pared y pone un disco de vinilo.

La canción "Canta help falling in love" de Elvis comenzó a escucharse.

No debería ponerse nervioso, pero si se puso nervioso.

¿Será una indirecta?

No lo creía.

Sintió los brazos del hombre pasar por su cintura y sus cálidos labios besar su cuello. Por toda la extensión de este hasta llegar a sus hombros.

–¿Dormirás en mi habitación?

–Dormiré sobre ti, donde quiera que sea.

–No lo sé, me guata mi espacio.

–Tu cuerpo no dice lo mismo.

–¿Siempre eres tan atrevido?

–Lo seré si quiero que me folles.

Siente a Louis aspirar el olor de su piel con un roce íntimo. Todo se sentía tan íntimo ahora mismo.

–Primero te haré el amor... luego te follare hasta que me pidas que pare.

–Suerte con que yo quiera parar. Tu eres el anciano que se cansa rápid- ¡Oh!

Louis había metido su mano dentro de los pantalones y había atrapado su pene en un puño. Estaba moviéndolo escuchando los pequeños gemidos necesitados de Harry.

La mueve más rápido hasta que las piernas del menor fallan y se viene en sus pantalones.

Louis tuvo que sostenerlo para que no cayera al suelo.

–Primer orgasmo y ya te caes al suelo. Pero yo soy el que se cansa rápido.

–En mi defensa, nadie me había masturbado antes. Digo, por el pene.

–Pero si es parte del sexo.

–No cuando eres el pasivo. Lo único que recibe atención todo el tiempo en el sexo es mi trasero, no mi pene.

–Me alegro de ser el primero.

–¿Quieres darme un paseo por tu habitación?

–¿Así lo llaman ahora?

–Quiero que me hagas el amor en tu habitación.

Louis lo toma por debajo de los muslos y sube hasta su habitación entre besos húmedos. Deja al menor sobre la cama y lo desnuda lentamente. Cuando ya está completamente desnudo debajo de el, es turno del mayor de sacarse le ropa.

–¿Trajiste condones?

–En mi mochila.

Louis camina hasta ella y los saca. De pone uno rápidamente antes de volver a posicionarse sobre Harry. Besando sus clavículas con cariño y dedicación mientras adentraba un dedo.

Los gemidos del ojiverde se hicieron presentes mientras era besado y envestido por los dedos de Louis. Cuando ya estuvo listo el mayor se adentro en el poco a poco.

Como si fuera algo que los dos estuvieron esperando todas sus vidas. Harry se aferra al mayor sin romper el contacto visual en ningún momento. Todo se sentía tan raro ahora, podía ver ese brillo en los ojos de la persona ajena, podía sentir cuando cariño había en sus besos y en sus toques.

¿Louis lo amaba como Harry a él?

No lo sabía, no sabía si quería saber las respuestas. Porque aunque fuera la más cruel de las mentiras el podría tirar toda su vida a la basura por este hombre.

Lo miraba desde arriba mientras lo embestía así de bien contra el colchón. Haciéndolo rogar internamente que este recuerdo se conservará toda su vida en su mente.

Porque Louis era su primer y único amor.

De eso estaba seguro.