Mis inseguridades siempre han sido muchas, siempre me sentí lejano a encajar y aprendí a llevarme bien con ello, si iba a ser un raro iba a ser el mejor en eso, pero debía admitir que aunque todos creyeran que estaba feliz y eufórico todo el tiempo siempre sentía un vacío en mi interior, un vacío que nunca creí que se fuera a llenar, siempre creí que nunca seria suficiente para nadie y eso me llevo a no poder creer que Steve me confesara sus sentimientos después de la graduación
—¿en serio me quieres?—pregunte desconcertado después de beso
—yo no lo se, creo que si, solo se que para mi eres el omega perfecto
—por ahora creo que eso es suficiente—mencione para volverlo a besar
y así empezó nuestra historia, comenzamos a salir a pesar de todos los malos comentarios que decían que yo no era suficiente para el rey Steve, a veces eso cometarios dolían porque yo lo sabia, sabia que era un omega defectuoso y aunque Steve dijera que era perfecto yo sabia que lo decía porque aun no conocía lo que yo escondía, sin embargo con lo rápido que estaba avanzando nuestra relación sabia que lo descubriría pronto
—¿En serio quieres que pasemos nuestros celos juntos?—pregunte nervioso
—si, llevamos casi un año juntos ¿Qué podría salir mal?
—muchas cosas, esto se planea Steve además mi siguiente celo es en menos de una semana
—eso es suficiente tiempo para planear ¿no?—lo veía tan emocionado que no me atreví a interrumpir su emoción
—okay, hagámoslo, pero solo te diré algo, mi celo no es como el de otros omegas ¿si?, solo no quiero que te decepciones cuando te des cuenta de eso ¿okay?
—no podría decepcionarme de ti ni aunque lo intentaras, tu tranquilo, no pasara nada
en serio esperaba que fuera así, me dolería bastante perderlo por algo que yo no elegí ...
Estábamos en la semana de mi celo y Steve no se había despegado de mi, incluso me había hecho quedarme en su casa esa semana
—¿Qué son estas pastillas?—pregunto con curiosidad Steve mientras sacábamos cosas de mi mochila
