C U A R T O

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—Este fin de semana nos toca libre, que felicidad.—Celebró JiMin mientras terminaba su almuerzo.—TaeHyunnie, recuerda que es el cumpleaños de Chae.

Tres semanas habían pasado desde que almorzaban juntos cada que le tocaba trabajar por turno; Se habían hecho bastante cercanos los tres, aunque siempre Park intentaba dejar solos a sus contrarios porque le gustaba molestar a su mejor amigo.

—Claro que no lo olvidaré, mi pequeña cumple cinco añitos.—Se secó una lágrima falsa y sollozo falsamente recibiendo unas risas de los dos a su lado.—

—Es mi pequeña.—Se quejó el rubio.—

—Le cambié pañales.—Frunció el ceño.—¿Acaso lo olvidas?

—Lo siento, me daba un poquito de asco.—Se encogió de hombros y el castaño negó con la cabeza.—Voy a por algo de tomar, estoy seco.—Se levantó poniendo su almuerzo en el pequeño bolso que llevaba.—¿Quieren algo?—Ambos negaron.—Ya vengo.—Le sonrió a su mejor amigo burlón.—

TaeHyung en realidad no le había puesto demasiado atención a lo que sentía, como siempre estaba centrado en su hermano, en ganar dinero para poder irse de casa ya que la relación con su madre solo iba empeorando y en realidad quería salir de ahí pero no sin JaeMin. Era un proceso por el que tenía que pasar pero le estaba afectando de igual manera.

No comprendía muy bien que era lo que pasaba cuando estaba o veía a Jeon, él simplemente pensaba que estaba feliz de haber conseguido un amigo nuevo y por eso su cuerpo y su mente reaccionaba así cuando la presencia del pelinegro se hacia notar.

—¿Qué tal tu almuerzo?—Las palabras del pelinegro interrumpieron sus pensamientos logrando que desviara su vista hacia su lado.—

—Está bueno, en realidad.—Sonrió.—Tú comiste todo como si no hubieses comido en días.—Soltó una risita.—

Jeon también rió y rascó su nuca con su diestra algo avergonzado.—Mi hermano es muy bueno cocinando y no lo hace muy a menudo por su trabajo, ayer estuvo con descanso y aproveché.—Sonrió inocente.—Además anoche fui al Gimnasio después de trabajar y quedé hambriento.

—Pero tomaste desayuno.

—No fue suficiente.—Su teléfono sonó en señal de que un mensaje había llegado, lo sacó de su bolsillo y sonrió.—Oh, MinHee.

MinHee. MinHee. MinHee.
¿Quién es MinHee?

El castaño tragó saliva y sintió sus manos sudar; ¿Qué era eso? ¿Qué le estaba pasando?

—¿Tienes novia?—Preguntó de repente el castaño a su lado descolocándolo logrando que despegara su vista del teléfono.—

—No.—Soltó una risita.—¿Por qué lo preguntas?

—N-no lo sé, curiosidad.—Nunca admitiría que sus ojos se desviaron más de una vez a la pantalla del teléfono del mayor viendo el chat que tenía con una tal "MinHee".—

—Es mi mejor amiga.—Respondió como si le hubiese leído la mente logrando que el castaño se sonrojara levemente mientras bajaba su cabeza.—La conozco desde que tengo como tres años, crecimos juntos.—Se encogió de hombros y el castaño asintió levemente.—Ojalá la conozcas algún día, es muy simpática y carismática, como JiMin.

—¿Entonces yo no soy simpático y carismático?—Preguntó mirándole indignado y después infló sus mejillas.—

—Eres tierno.

—O sea que no soy simpático y carismático.

—Y guapo.

—Yah...—Se sonrojó ferozmente y desvió la mirada.—Ojalá conocerla algún día entonces.—Aclaró su voz.—

breathe ─ kooktaeWhere stories live. Discover now