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No tenía ningún plan, estaba más que claro al verlo delante de la compañía Lee.

Unos guardias robustos cuidaban la empresa y no parecían amigables; estaba seguro que no pasaría de la puerta.

—¿Jimin?

El rubio sintió su corazón latir con fuerza cuando se dió la vuelta y vio a Yoongi saliendo de ahí. Sin pensarlo dos veces corrió hasta él y lo abrazó temiendo que fuera una ilusión o que no estuviera ahí.

—¿Por qué te fuiste? —preguntó entre sollozos y apretándole con fuerza—. Maldito imbécil, me has asustado. Pero ya todo está bien, no dejaré que nadie te haga daño, yo te sacaré de esa miseria y no volverán a tocarte, y...

—Jimin, cállate de una maldita vez y suéltame. El único que me está lastimando eres tú.

El nombrado obedeció, separándose un poco, y lo miró directamente.

—¿Qué te pasa? —Yoongi preguntó.

—Tú... ¿trabajas aquí? Yo vengo a salvarte y... ¿Por qué estás vestido así?

Yoongi frunció el ceño. —Trabajo aquí, sí. Ayer me fui de casa porque mi padre ya sabe dónde vivo —rodó los ojos—. En fin, el señor Lee me dio una habitación de su mansión si le ayudaba al administrador de la empresa; hay mucho trabajo —se encogió de hombros y soltó resopló—. ¿Qué creíste que pasaba?

Jimin se alejó, sintiéndose avergonzado, y limpiando sus lágrimas. —Claro, eso. Yo venía… a ver si tenías tiempo libre…

Yoongi se cruzó de brazos esperando la verdad.

—Creí... que tu padre te había vendido al señor Lee.

Y Yoongi explotó en risas.

—Qué tonto eres… Enserio eres un ingenuo... —dijo segundos después tratando de contener las carcajadas pero ver la cara de su novio hacía que fuera imposible— ¿Cómo pudiste pensar eso?

—¡Los idiotas de tus vecinos me lo insinuaron!

—Por suerte no pudiste entrar y hacer un drama adentro, me hubieras metido en problemas —suspiró aliviado—. La próxima vez pregúntame primero.

Jimin se iba a quejar de nuevo pero Yoongi le besó rápidamente.

—Tengo media hora. Vamos.

Yoongi lo tomó de su mano con una sonrisa y Jimin se dejó llevar sintiendo su corazón en paz. Por suerte todo había sido un mal entendido.

Ambos entraron a un local de comida rápida, pidieron sus órdenes y esperaron mientras bebían un poco de agua.

—¿Qué planeabas hacer?, ¿gritar mi nombre, tomar mi mano e irnos a Japón?

Jimin tomó su vaso con agua ignorando aquello.

De hecho, fue la mejor idea que pudo tener en el camino.

—Yo solo iba a hablar como persona civilizada con tu jefe, para pedir que te dejara ir y eso.

Yoongi asintió dándole la razón.

Discutir por ello era estúpido, así que dejó las cosas como estaban.

—¿Estabas... preocupado? —preguntó minutos después "desinteresado".

Yoongi comenzó a jugar con su vaso y Jimin sonrió tomando sus manos con las de él uniendolos sobre la mesa.

—Estaba muy preocupado. —afirmó apretando su agarre.

Yoongi le miraba con un brillo especial, su corazón se sentía cálido con aquellas palabras; se sentía querido.

—Ah... De verdad me gustas mucho, Park Jimin. —dijo sonriendo y le besó los nudillos.

—Me gustas mucho también, Min Yoongi. —Jimin respondió y de igual manera besó los nudillos de su pareja.

Ambos comenzaron a comer iniciando una charla muy trivial, olvidando lo que había pasado. Sentían que las cosas estarían bien de ahora en adelante.



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—¡Los voy a matar! —exclamó Seokjin saltando sobre ambos jóvenes cuando los vio— ¡¿Cómo se te ocurre preocuparme así?! ¡Realmente creí que te había pasado algo! ¡Son unos idiotas! ¡Ojalá venga un negro de tres metros y los viol-!

Namjoon le cubrió la boca para que dejara de decir más idioteces. —Seokjin está muy contento de que todo esté bien. —sonrió.

—No todo... —habló Hoseok haciendo una mueca de disgusto— Yoongi, tu hermano va a venir.

Hubo un silencio en el que nadie dijo nada, hasta que Jimin reaccionó tomando a Yoongi de los hombros. —¡¿Tienes un hermano y no me habías dicho?! —preguntó alterado sacudiéndole el cuerpo— ¡¿Qué clase de novio eres?!

Yoongi tomó sus manos para que dejara de moverlo de esa forma, lo estaba mareando. —No lo creía necesario —se encogió de hombros—. No puedo creer que después de once años quiera volver a verme ese idiota. —musitó apretando sus puños, aguantando las ganas de golpear algo.

—¿Once años? —cuestionó Jungkook sorprendido.

—Da igual. No quiero verle. —dijo, y se iba a sentar en el sillón cuando tocaron el timbre.

—Yo voy.

Jimin caminó hacia la puerta, para finalmente encontrar a un chico de piel pálida y ojos gatunos muy parecidos a…

—¡Yoongi, tu hermano está aquí!

El nombrado rápidamente se levantó para ir hacia la puerta donde, efectivamente, había un chico casi idéntico a él, solo que un poco mayor.

—Yoongi, yo...

La puerta fue cerrada en la cara del hombre quien no dudó en gritar en que le abriera la puerta.

—¿Por qué hiciste eso? —Jimin preguntó sorprendido.

—No quiero verle, hablarle ni tener nada con él. Para mí está muerto. —dijo, y caminó dirigiéndose hacia la habitación.

—Yoongi... —susurró triste el rubio observando la puerta— ¿Qué habrá pasado entre ellos dos?

Jimin, un poco dubitativo, tomó el picaporte y abrió la puerta nuevamente.

El hombre le miró sorprendido pero luego cambió su semblante para decir—: Quisiera... hablar con Yoongi, por favor.








PROBANDO SER GAY. ➸yoonminWhere stories live. Discover now