The Demon Emperor's Harem | TRADUCCIÓN

Rendirse

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Advertencia: Consentimiento ambiguo debido a malentendidos.

El pánico lo atraviesa como corrientes eléctricas. Luego de despedirse de Mu Qingfang y de Liu Qingge, se encerró en su cuarto para calmar la ansiedad que repercute su corazón y lo hace temblar. Sin embargo, su refugio es frágil e inútil ahora que sabe que Luo Binghe regresó y está en Jinlan City. Es muy pronto. Es inesperado. Su corazón late con miedo de que cada uno de ellos sea el último.

Su discípulo volvió y lo está buscando... para vengarse. Torturarlo. Para amputar sus piernas y brazos; su lengua y uno de sus ojos.

Piensa en el cuerpo que plantó utilizando las semillas de la flor de rocío de luna y sol. Es su única esperanza y la razón por la que todavía no tuvo un ataque de pánico. Aún así, se espanta cuando alguien toca la puerta.

Él regresó y lo está buscando... para vengarse. Para torturarlo. Para amputar sus piernas y brazos, su lengua y un ojo.

—¿Liu-shidi? —Murmura con precaución mientras alisa sus prendas—. Entra.

La puerta se abre pero quien ingresa no es su confiable y leal Liu Qingge sino su oscurecido discípulo. Empalidece y se paraliza. Dentro del pequeño cuarto, Luo Binghe se ve mucho más imponente. Su sombra cubre las paredes y Shen Yuan aún seguía sentado en el borde de la cama. Este hombre era sumamente diferente a su loto blanco: es la perfecta encarnación del protagonista que tanto había admirado. Sin embargo; el genial, guapo y sanguinario Luo Binghe del libro, es la razón detrás de sus pesadillas.

—¿Llamando a otro hombre? Me hieres, shizun.

Su voz burlona lo hace estremecerse. El cultivador al fin encuentra el impulso para levantarse y corre a la ventana, pero el otro es más veloz. Su mano se aferra a su antebrazo con un agarre de hierro y lo jala. Shen Yuan tropieza y cae al suelo. Al instante, el semidemonio se arrodilla frente a él. Las sangrientas escenas del libro atacan su mente, haciéndolo temblar cuando Luo Binghe toma su barbilla para forzarlo a que lo vea a los ojos.

—¿Por qué, Shizun? ¿Por qué me empujaste al Abismo sin fin? —Tanto sus ojos como el sello demoníaco en su frente, brillaron—. ¿Tanto detestas a los demonios?

Pero el aludido es incapaz de responder. La verdad es un peso que está atorado en su garganta, bloqueándole las palabras e impidiéndole respirar. Su silencio enardece al otro haciendo que frunza el ceño. Su expresión se vuelve más peligrosa y Shen Yuan cierra sus ojos con fuerza. No puede parar de temblar.

—¿No vas a decirme nada Shizun?

¿Cómo? No puede y Luo Binghe tampoco creería en sus disculpas. Él no fue quien escribió el libro y tampoco es el sistema que le obliga a tomar ciertas decisiones. ¡¡Nunca quiso ser malo como Shen Qingqiu!! Sin embargo, él lo empujó, él clavó su espada en su pecho y él es el que enfrenta a su peor enemigo.

Si no fuera por su agarre, ya habría bajado la cabeza.

El semidemonio suspira con resignación, pero su ira se vuelve tan intensa que puede sentirla. El mismo odio que destruirá la secta de la montaña Cang Qiong y posteriormente, el mundo. El cultivador aprieta sus puños, aferrándose a sus mangas. Todos sus planes para iniciar una vida de disfrute con un cuerpo nuevo será en vano si su discípulo repetía las acciones del Camino del orgulloso demonio inmortal. ¡Ser un personaje menor en un mundo regido por demonios sería peligroso y aterrador!