O9

796 132 7
                                    

Al despertar, un fuerte ardor en el cuello irritaba su piel, el área picaba hasta el punto de no poder aguantarlo y su cuerpo se sentían cada vez más cansado conforme avanzaba el tiempo.

Como único pensamiento, Hyunjin camino hasta el botiquín que mantenía junto a Minho en la zona inferior del mueble del baño, con la intención e3 sacar con rapidez un ungüento que según decía la caja donde se encontraba servia para aliviar la alergia; sin pensarlo, el chico de cabellera negra comenzó aplicarlo de manera desenfrenada y con desespero.

Sin embargo, aquello en más de una hora no parecía hacer efecto; frustrado Hwang camino hasta la cocina sin importarle en el proceso, ir despertando a sus compañeros. Minho fue el primero en levantarse dándole una miraba con un semblante somnoliento desde su cuarto y Changbin quien se había quedado a dormir con ellos, lo miraba atento desde el futon que tenía en la sala.

—¿Por qué demonios haces escándalo tan temprano? —  preguntó el mayor algo molesto, estirando su cuerpo.

El de menor edad no contesto nada ante el cuestionamiento, únicamente le importaba encontrar lo que en ese momento tanto parecia necesitar. Hyunjin tomo una bolsa de hielo que conservaban en la nevera para colocarla en el área.

No obstante, como acción casi que inmediata, Seo se levantó del lugar donde había estado durmiendo para correr hasta el menor y acorralarlo contra la pared que se encontraba a sus espaldas.

— ¿Qué mierdas te pasa? — protesto, Hyunjin enojado.

Todo había pasado muy rápido y sin explicación lógica, su cuerpo dolía y picaba, no estaba en condiciones para poder entender lo que pasaba o suponer de que se trataba y mucho menos pata pelear con el más bajo.

— ¿Estas borracho? —  volvió a gritar.

Sin embargo, Seo Changbin hizo caso omiso a sus palabras y se mantuvo estático para ver toda el área de tinta que se encontraba el cuerpo de su amigo conmocionado.

Un bello tatuaje cubría desde el cuello del menor hasta su pecho, similar a una rama de un árbol de cerezo, era perfecta y brillante, con colores vibrantes, pero la cual comenzaba a perder su fervor si la mirabas con determinación y que poco a poco como si de un reloj de arena se tratase la parte superior iba perdiendo
el color.

— Imposible —  murmuró el azabache, casi en un susurro.

Sin pensarlo, Changbin paso sus dedos por las finas líneas de tinta, aunque su accion no duró mucho tiempo ya que, Hyunjin por fin encontró un camino por el cual librarse: el chico empujo al mayor librandose de su agarre, mientras Minho se apresuraba a llegar hacia él para verlo más de cerca, caminando de un lado al otro con su cabeza agachada y sus manos sobre ella.

— ¿Qué mierda crees que estas haciendo? — el alto, miró al mayor con enojo, pero sobretodo incertidumbre, no entendía que demonios estaba pasando.

— Eso mismo estaba por preguntarte, ¡acaso eres imbécil! — Changbin, grito exaltado — Me prometiste que ibas a olvidarte de esa tonta idea de odiar a tu omega, que no ibas a negar su existencia. ¿Por qué demonios no lo hiciste?

— ¡Por qué yo nunca te prometí algo como eso! — Hyunjin se apresuró hablar — De todas maneras no tienes que meter en mi vida, deja tu sentimentalismo y creencias paternales y dime, ¿Qué demonios tiene que ver eso con lo que lo acabas de hacer?

— ¡Eres un estúpido! — y no solo lo decía por cómo se estaba tomando el alto la situación, sono el poder que tenían sus palabras sobre él.Changbin camino para tomarlo de nuevo del brazo con fuerza — ¡Por tu culpa alguien puede estar muriendo!

Mint ஜ HyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora