Imagina | Matthew Sturniolo

Cementerio

Matt:

Lu siempre me a contado sobre las dos mejores amigas que ella tuvo durante toda su infancia. Ella siempre dice que el año 2019 fué el último año para las tres ya que los años siguientes Michelle y Vicky murieron. Si bien ella se pone triste cada vez que habla sobre ellas, pero siempre sonríe cada vez que recuerda los mejores momentos.

Ya eran las 10 am y Lua anoche me dijo que la acompañara al cementerio para renovar las flores otra vez. Al menos 4 veces al mes hace ese trabajo, yo obviamente siempre la apoyo en todo lo que hace y se que no es fácil vivir con ese trauma en su interior. Por otro lado tenía pensado sacarla a pasear o hacer algo los dos para que se distrajera un poco y no se hundiera nuevamente en el dolor.

—Buenos días linda estrellita. —la miré y ella solo me sonrió porque se dió cuenta que se quedó dormida encima de mí.

—Buenos días chico de ojos perfectos. —¿Estás listo para acompañarme en el día de hoy?

—Todo por tí. —ambos nos levantamos de la cama y nos cambiamos. Al rato ya estábamos dirigiendonos al cementerio, Lua ya tenía los dos ramos de flores en sus manos, y lo que pude percibir fue que ella estaba entrando en pánico mezclado con ganas de llorar sin parar; yo la conozco y cada vez que le empiezan a temblar la piernas o comienza a jugar con sus manos sin motivo alguno era un claro ejemplo de que no estaba bien.

—Hey, tranquila. —hablé en un tono dulce para que se tranquilizara, al rato se me ocurrió decirle lo que tenía pensado hacer para que no hubiera un silencio entre ambos.

—Luego de esto tenía pensado ir a desayunar ¿qué te parece? —ella solo asistió con la cabeza y siguió mirando la ventana. Algo en mí hizo que apoyara mi mano en su pierna y comencé acariciarla suavemente, hasta que ella imitó mi acción pero solo acariciaba mi mano.

—Gracias por ser tan lindo conmigo. —fue todo lo que dijo.

Al cabo de un rato ya estábamos en el cementerio, bajamos y la tomé de la mano para que no se sintiera sola en ningún momento....

—¿Quieres que te deje a solas para hablar amor? —pregunté por las dudas pero ella solo negó.

—Quiero que estés conmigo, no importa si escuchas o no. —ella solo me miró y se arrodilló mientras dejaba un ramo de flores en cada lápida y hablaba con ellas como si aún siguieran vivas. Yo también me encontraba arrodillado sosteniendo la mano de Lu. Una vez que terminó ambos nos paramos y mientras ella se secaba las lágrimas yo solo la abracé sin decir nada.

Comencé acariciar su espalda y escuchaba como lloraba; eso sin duda es una de mis debilidades, verla triste hacía que yo también lo estara.

—Ellas están orgullosas de lo fuerte que eres y por todo lo que estás logrando... Tus sueños, metas... Estoy seguro.

—Desearia a ver muerto yo en sus lugares, si no hubiese Sido por mi culpa ellas quizás nunca hubiesen muerto.

—No digas eso, no es tu culpa ni tampoco cuestiones tu existencia ¿Sabés por qué?

—¿Por qué?

—Mi vida no hubiese sido la que llevo ahora si no fuera por vos, eres la salida a todos mis problemas.

—¿Qué hago yo para hacerte sentir eso?

—Con el hecho de que estés a mi lado es más que suficiente. —la tomé por cara y comencé a acariciarla, de paso secaba sus lágrimas.

—¿Qué hice para encontrarte y merecerte?

—Esa es la pregunta que siempre me hago cada vez que te veo. —ella solo escondió su cara en mi pecho y siguió abrazándome.... ¿quieres ir a desayunar por ahí?

—Okey. —respondió mientras yo solo dejaba un beso en su frente y la tomaba de la mano nuevamente hasta llegar al auto e ir a desayunar por ahí.

Estuve reanimandola y la verdad salió muy bien, no solo fuimos a desayunar sino que también fuimos a la playa, y así estuvimos toda la tarde destruyéndonos juntos, por último llegamos a casa de noche y ambos estábamos acomodandonos para dormir.

—El mejor día de mi vida sin dudas.

—Nunca voy a dejar de agradecerte por lo comprensivo que eres conmigo y por hacerme reír siempre.

—Todo para verte feliz siempre amor de mi vida. Te amo muchísimo.

—Yo te amo más.

💐🕊️