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Nota: No tengo estudios en medicina, por lo tanto, la información que los médicos les lleguen a proporcionar —en este cap como en el siguiente— a HyL puede ser imprecisa y hasta errada; pero he buscado información y leído un par de papers en internet, así que espero al menos no haberla cagada tanto.

Disfruten la lectura, y perdón por las lágrimas que derramarán, a mí se me fueron unas cuantas jajan't.
























El día había iniciado como cualquier otro, y parecía que nada podía salir mal aquel jueves; no cuando Louis había despertado con sus brazos alrededor de la cintura de su esposo y los pequeños rizos de este le hacían cosquillas en la nariz, generándole estornudos escandalosos.

Harry permaneció inmune al sonido y Louis agradeció por eso mientras olfateaba sutilmente el aroma de la piel del ojiverde. Usaba la loción que él le había obsequiado por su cumpleaños unos meses atrás, una esencia de canela y miel, según recuerda, para humectar la piel.

Louis hundió su rostro en la zona cercana a la marca de nacimiento que Harry tenía sobre su omóplato izquierdo, y contó cada lunar salpicado en su espalda antes de quedarse dormido de nuevo.

La embriagadora fragancia lo persiguió hasta sus sueños.

...

La próxima vez que Louis despertó fue por los besos húmedos que eran depositados sobre su cuello; se removió apenas y abrió sus ojos lentamente para encontrarse con las apenas notorias arrugas que empezaban a aparecer en el entrecejo de Harry, una marca innegable del transcurso de los años vividos y el haber criado dos hijos juntos.

Buenos días, sol— saludó Harry, y Louis jura haber visto sus ojos brillar y su rostro iluminarse en la taciturna habitación.

—Buenos días, amoratrapó los labios de su alegría en un beso somnoliento para después sonreírle dulcemente—. No quiero levantarme hoy, ¿y si permanecemos todo el día en cama?

Harry rió ante la petición, y la felicidad de Louis incrementó solo por esa acción.

—¿Y dejar que Chad incendie la granja? — negó divertido, un hoyuelo captó la atención de Louis al instante—. No mientras pueda evitarlo. Vamos, pequeño koala, tenemos muchas cosas por hacer —y a regañadientes, Louis soltó el cuerpo de Harry para segundos después sentir una caricia en su mejilla y ver su figura desaparecer en el cuarto de baño.

El ojiazul permaneció acostado unos minutos más, contemplando como la habitación se iluminaba poco a poco por los rayos que invadía su espacio de privacidad, y suspiró audiblemente cuando recordó todas las tareas pendientes que tenía.

Debía revisar cómo estaban los nuevos animales, y asegurarse de que las ovejas ya hubieran superado su enfermedad. Tenía que controlar los niveles de producción de leche y si las vacas se encontraban en buenas condiciones para continuar con su trabajo diario. Tenía tantas cosas por hacer y sabía que, aunque terminara con estas, siempre surgirán más.

El trabajo en la granja acabará con él un día de estos.

Tirando de las sábanas sobre su cabeza, su mullida almohada empezó a arrullarlo, y si no hubiese sido porque la regadera hizo su característico sonido de cascada, él se habría quedado dormido por tercera vez esa mañana; el solo pensamiento lo tentaba demasiado.

Una idea poco decente surgió en su cerebro cuando escuchó a Harry cantar, así que se liberó de las sábanas que lo cobijaban y corrió hacia el cuarto de baño.

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⏰ Last updated: Sep 22, 2023 ⏰

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You and me against the world [l.s.]Where stories live. Discover now