HOPE FOR THE UNDERRATED YOUTH | KOMI SHOUSUKE

Diecinueve: No podría ser nadie más.

Al finalizar la sesión, el mundo se sentía más tranquilo, como si la velocidad a la que avanzaba hubiese disminuido y el peso sobre los hombros de Shousuke una vez más se desvaneció, esta vez, de forma más duradera; al inicio fue complicado pero luego de veinte minutos donde el psicólogo le hacía preguntas sobre su vida cotidiana empezó a soltarse más de lo que esperaba hacerlo.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Yuki finalmente cuando salieron de la recepción y sintieron el aire del exterior golpeando sus rostros, una ráfaga de frescura sin duda era necesaria en momentos como esos para mantener el ambiente agradable.

—Con hambre.

Una ligera risa escapó de los labios de Yuki, los cubrió con su mano para ocultarla, aunque a Shousuke le resultaba bastante encantador poder oírlo reír, como si le contagiara la felicidad.

—Vayamos a comer algo entonces y ahí podemos hablar con más calma o podemos solo comer, como tú gustes —explicó mientras sacaba su celular para mandarle otro mensaje a su madre— ¿Quieres elegir o prefieres que lo haga yo?

—Es justo que sea tu turno.

—¡Genial! porque conozco el lugar perfecto para que vayamos —Tomó la mano de su amigo, palabra que se repetía una y otra vez en la cabeza cuando se trataba de hacer contacto físico con él, pues de otra forma era consciente de que podría llegar a derretirse de la emoción.

No caminaron más de diez minutos antes de llegar a un bonito restaurante, era bastante sencillo, pero agradable a la vista, Shousuke no estaba seguro de qué comida servirían ahí pero si a Yuki le resultaba un buen lugar, no dudaba que la comida debía ser mínimo algo decente. Entraron al lugar buscando una mesa para dos, había bastante gente dentro así que tuvieron tiempo para charlar en lo que les tomaban la orden, Yuki podía sentir la mirada de todos sobre ellos, aunque parecía ser algo que ni siquiera inmutaba a Shousuke ¿Estaba así de acostumbrado a ser visto? no podía culparlo, era el chico más hermoso que había llegado a conocer así que era obvio que para él atraer la mirada de todos a su alrededor era parte de lo cotidiano.

—Si no quieres contarme nada está bien, yo lo entiendo, pero hay una cosa que quiero saber —notó la mirada de su acompañante incitandole a que hiciera su pregunta— ¿Decidiste agendar otra cita o...? —hizo un ademán con la mano para que respondiera sin necesidad de terminar la pregunta.

—Lo hice —aseguró y Yuki confió plenamente en él porque había sonreído, cosa que no era natural en lo absoluto para Shousuke—. Sigue siendo aterrador, pero, creo que de verdad me sentí bien con esto.

Un gran alivio se apoderó del cuerpo de Yuki, esperando que de esta forma se le diera fin al martirio de tener que forzarse a desenamorarse, aunque tampoco lo intentó con muchas ganas porque no había ni el más mínimo indicio de que aquellos fuertes sentimientos comenzaran a desaparecer.

—Me alegra saber eso ¿Le dirás a tus padres? —Un movimiento afirmativo con su cabeza fue su respuesta—, es bueno escucharlo, estoy seguro que esto te ayudará más de lo que crees.

Shousuke no podía evitar sentirse extraño en esos momentos, sentía que había molestado a Yuki por nada cuando la solución siempre estuvo delante suyo, pero, también era consciente que de no haber sido por su insistencia, no hubiese agendado jamás ninguna cita porque era demasiado inseguro como para contarle a sus padres y no tenía ninguna fuente de ingresos que le diera lo suficiente para pagar sesiones.

El único pensamiento que resaltaba en ese momento es que sin Yuki no estaría donde está parado ahora ¿Habría tenido el suficiente valor como para intentar matarse? esperaba jamás descubrirlo. Estaba agradecido de tener un amigo como él, aunque, extrañamente, estaba completamente seguro de que nadie más podría ser la clase de amigo que era o al menos se sentía incapaz de imaginar a otra persona tomando su lugar, su corazón rechazaba el solo pensar en la frase de "Yuki siendo otra persona"; era confuso, pero creía que era normal.

—Gracias, por todo —dijo una vez más, había perdido la cuenta de todas las veces que le había hecho agradecimientos, pero estaba seguro de que eran muchas pues empezaba a sentir que sus "Gracias" se sentían algo vacíos.

—Deja de decir eso —Una vez esa encantadora risa escapó de sus labios y no pudo evitar preguntarse si él estaba librando alguna batalla detrás de esa alegría que le resultaba tan genuina—, te dije y te lo repetiré cuantas veces sea necesario —Tomó la mano de Shousuke para acariciar sus nudillos—, estoy encantado de poder ayudarte —hizo una pausa para tomar un poco de aire, como si las palabras se le dificultaran—, porque me hice una promesa a mí mismo y haré hasta lo imposible para cumplirla.

Por primera vez, el corazón de Shousuke se había acelerado y sus emociones lo estaban dominando de una forma positiva, una vez más podía confirmar que era imposible que alguien tomara el lugar de Yuki porque sabía bien que nadie lo ayudaría con la pasión y los ánimos con loa que él manejaba la situación. Sintió su mano desnuda cuando las caricias de Yuki se detuvieron, no comprendió mucho el porque hasta que un mesero llegó a atender la mesa.

Dejó un par de menús sobre la mesa y muchas dudas incongruentes atacaron su cabeza, pero todas provenían del mismo lugar ¿Por qué Yuki había soltado su mano? quizás eso no era algo que hacían los amigos, pero ¿Tan extraño era? o tal vez simplemente, muy en el fondo, se sentía herido porque él no deseaba dejar de sentir la calidez de su mano tocandolo.

Yuki pidió con rapidez lo que quería, haciendo que Shousuke reaccionara y pidiera lo primero que notó en el menú y que le resultara apetitoso, el messro se fue en el instante que terminó de anotar la orden y ninguno de los dos chicos podía culparlo, el restaurante estaba lleno de personas esperando a ser atendidas y una que otra mesa vacía que necesitaba limpieza; sin embargo, sus pensamientos no se quedaron en esa idea por mucho tiempo, en especial en el caso de Yuki que era sumamente observador y no podía evitar sentirse un tanto nervioso, pero a la vez emocionado ante la idea de que todos los que anteriormente miraban a Shousuke hubiesen notado como tomaba su mano.