encuentro

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Una vez más estaba de pie frente a la tumba de su abuela. El mismo ritual que llevaba cada año desde que había fallecido: llevar una rosa aún cerrada y dejarla a lado de la lápida, tal como a su abuela le gustaban. "Las rosas aún cerradas son más bonitas, pues aunque no se vean del todo bien siempre sabes que serán hermosas", solía decir con el tono cálido que la caracterizaba.
Algo que él siempre hubiera querido es que su abuela se hubiese quedado junto a él aunque fuera como "alma suspendida" pero ella no tuvo por qué quedarse y eso le afectaba.

Se despidió:
-aquí te dejo una rosa ... Espero que te guste. Piensa me de vez en cuando ¿Si? ...me haces mucha falta ...-
Limpio la lágrima que corría por su mejilla y se fue.

Mientras caminaba hacia su automóvil por las pequeñas veredas llenas de árboles y flores nativas de la región, sintió una brisa cálida y un olor dulce muy penetrante; si duda se trataba de un alma.
Lo único que Levi deseaba era poder salir de ahí sin que la mitad de las personas del cementerio se dieran cuenta de lo raro que era. Una fila de llorosos deudos le impidió el paso, odiaba ver el dolor en cualquiera de sus formas y no quería esperar ahí. Caminó empujando a las personas y disculpándose a su paso y luego tomó la calle que conducía hacia donde estaba su auto, otra vez sintió la ventisca aunque esta vez más pesada y menos cálida, sintió que el silencio le calaba en los huesos y apresuró mucho más la marcha: nos vemos luego abuela, te amo.

Recordaba lo que era vivir con la abuela, su casa era una vivienda campestre encontrada en un apacible y exclusivo barrio de Doncaster, estaba algo alejada pues había sido construida para estar en contacto con la naturaleza pero sin alejarse demasiado de la ciudad. Contra toda opinión y a pesar de la oposición de algunos miembros de su familia, su madre quién había estado la mayor parte del tiempo cuidando de su abuela había decidido no venderla aunque no vivieran allí. Aunque algunas veces Levi disfrutaba de ir a estar un tiempo solo, leyendo libros como lo hacía antes con ella.
Cuando la añoranza lo golpeaba se sentaba en el pequeño, pero cómodo balcón que asomaba hacia los árboles y la gran vegetación del lugar y se dejaba invadir por los buenos recuerdos, ahora tristes. Abandonar este sitio habría sido una traición imperdonable hacia la abuela , eso lo sabía de más.

Absorto en sus recuerdos, detuvo su caminata y al momento sintió esa brisa pesada de nuevo

"Ayúdala"

Escuchó cerca, pero no pudo ver a nadie, de nuevo sintió una pesadez y siguió caminando pues ya casi llegaba hacia su auto

"Tienes que ayudarla, ¡ayúdala!"

- ni siquiera sé de quién hablas y tampoco sé quién eres.

Algo lo empujó y casi cae al piso, en cuanto se estabilizó y corrió hacia su auto. Era ese chico de nuevo, lo sabía, era el espíritu que lo había estado atormentando hacía algunos días sin hablarle más que en sueños.

Se subió a su auto y emprendió el camino

"Levi tienes que ayudarla"

Miró por el espejo retrovisor y por fin lo vio, era un chico de aproximadamente unos 17 años, tenía los ojos morados y los labios pálidos, por un momento Levi sintió algo de miedo, pero este espíritu le volvió a hablar

"Está cerca"

-¿Quién?

Cuando hubo preguntado eso, el chico se acercó a él e hizo que frenará de inmediato, cosa que casi provoca un accidente

- ¡Oye! Pude haber muerto

El alma solo lo miró y señaló hacia un punto de afuera, el chico se asomó y divisó unos hombres que estaban forcejeando con alguien

salvando un alma Donde viven las historias. Descúbrelo ahora