Despues de humillarse de tal manera con Flex preferia quedarse en casa ultimamente, ya pasaron 3 semanas del evento ocurrido entre estos dos y ninguno ha querido hablar de los eventos de aquel dia. No sabia que le habia pasado ese dia, fue la adrenalina del momento quiza o tal vez...no,basta..no puede estar pensando en tonterias , ¡absolutamente no! su cabeza debe de estarle jugando una broma y una MUY mala.
Una broma la cual ultimamente hace que piense en el mitad zorro, sobre su sonrisa al reir y carcajear cada vez que contaba un chiste o al escuchar algo que a este le parecia la mejor broma del mundo, su pelo azul como el hermoso cielo, sus ojos que se podria decir que era la parte del peliazul que tanto ($#%&+) odiaba. Azules al igual que su pelo, pero de un tono de azul tan maldidamente hermoso que podria mirarlos todo el dia, y ese tipo de pensamientos lo frustraban. No queria dejar que Sparta saliera victorioso de esta situacion oh tan desastrosa.
Esos sentimientos que pensó haber ocultado en un cajon con cerrojos a maxima seguridad le hicieron saber que había fallado de nuevo. Nuestro amigo rayado ya habia estado bajo el hechizo del peliazul desde antes, nunca se lo dijo o admitio a nadie y por miedo al rechazo se fue alejando lentamente del mitad zorro, fue doloroso pero segun el era lo mejor para ambos puesto que este sabía que solo lo veía como un amigo.
Ahora sabe que fue un idiota al pensar que sus sentimientos se irian apagando a lo largo del tiempo si los ocultaba, pero estos solo crecian mas y mas , pero el castaño nunca quizo arriesgarse a avergonzarse frente a sus amigos o su hermana.
Ahora se encontraba en su cuarto preso de sus pensamientos, no queria hablar con nadie, estaba debatiendo si escapar del pais y cambiar su identidad era buena idea.
— Definitivamente estoy jodido...puta madre—. Maldecia para si mismo el castaño harto de esta prision de sentimientos.
Toc Toc Toc
— ¿Quien es?—. Preguntó fastidiado al escuchar el ruido de la puerta de su habitacion ser tocada, estaba muy ocupado hundiendose en su miseria como para abrir.
— Muzi, tu amigo Sparta está aquí—. Dijo su hermana desde el exterior de la habitación de este. Genial ¿que hace Sparta aquí? .
— No voy a abrir—. Advirtió, quiza y solo quiza Sparta al darse cuenta que no era bienvenido en este momento se largaria, pero lamentablemente para el castaño de ojos zafiro no sería así.
Volteo al escuchar la puerta abriendose, mierda había olvidado cerrarla entre tanto lamento, ahi estaba Sparta en su maximo esplendor pasando como si fuera su propia casa sin pena alguna, Mizu al parecer se fue a su cuarto antes de que el más joven entrara.
— Hey Muzikato que pasa chaval? —. Pregunta el más joven con su tipico entusiasmo, definitivamente no era lo que Muzi necesitaba ahora.
— ¿Que quieres? —. No estaba de humor para los planes de Sparta, definitavemnte no lo estaba.
— ¿Por que tan amargado? Siempre lo eres pero hoy lo estas más que nunca —. El mas joven lo mira con curiosidad, tenía una vaga idea del porqué su amigo estaría tan decaido, ¿sera que por fin aceptó que esta loquito por su amigo mitad zorro? .
— Solo..—.Estaba dudando en si contarle a Sparta sobre sus sentimientos, sabe que si lo hace perderá la "apuesta" ¿siquiera ya pasó un mes?
— Dejame adivinar! —. Decía con entusiasmo Sparta que ya sabía lo que le pasaba a su amigo.
— Ugh no dejalo así enserio —.
— ¿Te gusta Flex? —.
— Dejalo así —.
