Secretos que nunca te dije

10. NUESTRO ABRAZO

Me has mirado de verdad, entre lagrimas y sufrimiento. Tus ojos se han posado en los mios, y joder, de verdad que mi corazón no ha podido ir mas rápido, hasta las piernas me temblaban.
Tengo que decir que la situación en la que nos encontrábamos no era ni mucho menos la mas romántica del mundo, pero a mi me ha servido.
Estábamos en el funeral de tu abuelo.
Me he roto cuando os he visto tan destrozados... Lo he hecho a labrador a tus padres y a tu hermana, y otro poco más cuando te he abrazado a ti.
Porque, desde mi punto de vista, no ha sido un abrazo cordial y seco. Para mi ha sido mucho mas. Porque nuestros ojos se han encontrado, nuestros cuerpos se han abrazado mientras yo posaba mi cabeza sobre tu pecho y con tus manos me acercabas más a ti como si te estuviera pasando mi energía, mi fuerza.
Y te juro que lo he intentado, en ese momento sólo quería verte feliz, pero entiendo perfectamente tu situación y lo complicado que es salir de ese bucle de dolor.
Entiendo que tus ojos estén rojos y cansados y que tu cuerpo necesite apoyarse en alguien porque siente que sino se caerá.
Y me ha gustado ser la primera en abrazarte, no lo voy a negar. Esos segundos cerca de ti... Al principio pensaba que iba a ser un abrazo corto y rápido... Pero me has sabido retener junto a ti, y yo me hubiera quedado así toda la vida.
Y esto solo me sirve para darme cuenta de que te quiero de verdad, que no eres un mero pasatiempo. Porque me ha dolido verte así mucho más de lo que estaría dispuesta a admitir.
Y joder... No eres consciente de nada de esto, para ti seguramente sólo habrá sido otro de muchos abrazos de apoyo.
Pero para mi ha sido diferente, único y especial.
No tienes ni idea de lo que he sentido cuando tus manos me han rodeado y me han acercado más hacia ti. Ni idea.
Mis piernas han temblado y mi corazón se ha agitado.