Los secretos del Bosque [+18]

Pica-Pica

Narra Deán:

Después de clases volvemos junto a mis hermanos a casa, la verdad estoy feliz, en parte debido a lo que le hicimos a Kayla.

Espero y está vez haya aprendido que nadie juega con los Skaller.

Entro a la mansión, encontrandome con mamá parada enfrente de la puerta, con sus brazos cruzados, al parecer no está muy feliz.

Me mira directamente a los ojos, y me deja a entender que hay algo que hice.

-Yo no fui-Es lo primero que digo.

-A la oficina de su padre, todos-Demanda y todos obedecemos.

Al entrar nuestro padre está en su escritorio, y por su rostro sé que no está de buen humor.

-¿Qué es lo único que les pedimos respecto a Kayla?-Pregunta mi padre.

Cruzamos una mirada rápida entre los cinco.

¿Les habrá dicho?

-Qué no nos metieramos con ella-Responde Aarón.

-¿Y qué hiciste?-Ahora me habla a mi.

-No sé-

-¡Deán! ¿Me estás tomando el pelo?-Su voz es potente, autoritaria.

-No-Respondo.

-¿Crees que no sabemos lo que hiciste?-Pregunta mi madre- No intentes negar lo imposible. Una empleada se quejó del ruido de noche en tu habitación, y hoy por la mañana ví a Kayla usando tu ropa, además de que estaba mal de la garganta-

-¡Yo no la folle!-Es lo primero que se me ocurre decir. Mala idea.

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Narra Kayla:

Escuche como llegaron los hermanos, y al parecer Bianca se había enojado con ellos, y como curiosa que soy, decidí seguirlos hasta la oficina de su padre.

Y aquí estoy escuchando su conversación detrás de la puerta.

-¡Yo no la folle!-Escucho cómo dice Deán.

Eso parece enfurecer más a su padre.

-¡¿Crees que soy estúpido?!-Juro que si me hablara a mi, saldría corriendo.

Por lo que estoy escuchando, los padres de los hermanos, piensan o que cogimos con Deán, o que se la chupe y por eso estoy "mal de la garganta".

La verdad ni idea porque les prohibieron meterse conmigo, pero eso hace que mis ideas contra ellos, aumenten.

-¡Qué no hice nada!-Se defiende Deán.

-Hijo, en serio me has decepcionado -La voz de Bianca es plena tristeza.

Pero aunque no la conozco mucho, dudo que este decepcionada, más bien diría que está intentando manipular.

Sin más que hacer me retiro de la discusión y me encaminó a la biblioteca, lejos de la escena del crimen.

Algún día de estos, recorreré toda esta mansión, estoy segura que debe haber un gimnasio o algo interesante.

Luego de un rato vuelvo a mi habitación, no sin antes pedirle a una empleada que me llevará la cena a la habitación.

Estoy acostada en mi cama, esperando la comida, escucho unos golpes en la puerta, y me levanto deseando la comida.

Pero al abrir la puerta me encuentro con dos tipos de comida, una bandeja con la cena y Aarón con la bandeja en mano.

-Qué buen servicio -Digo con burla.

Parece estar enojado, pero no tendría razón, el polvo Pica-Pica no hará efecto hasta mañana.

-¿Por qué el mal humor?-Pregunto, mientras tomo la bandeja y me la llevo a mi cama, dónde me siento a comer.

Él simplemente permanece parado en el marco de la puerta.

-¿Qué estás esperando? ¿Una invitación a comer? Pues lamento informarte que JAMÁS comparto la comida-

La comida es sagrada, y es solo mía.

-¿Sabes lo costoso que está saliendo tu presencia?- Pregunta cruzando sus brazos.

-Pues yo que sé, soy conciente que valgo demasiado para poder ser materializado, pero no, ni idea-Respondo, encogiéndose de hombros, restándole importancia.

-¿Cómo es posible que tuviera que pagarle a un guardia, solo porque a ti se te ocurrió?-

-Quería pizza, y pues de alguna manera tenía que conseguirla, además el pobre tipo necesita un aumento-

-Eso no lo decides tú -

-Soy capaz de liderar una huelga, en dónde todo tu personal de servicio se revele contra tu familia, y haría todo eso con tal de llevarte la contra-

-Como si pudieras-Contesta rodando los ojos.

-No me desafíen, porque lo verán-Digo mientras saboreo mi comida -Mándales mis felicitaciones al chef, y no olvides cerrar la puerta-

Él se va de la habitación, dejando la puerta abierta.

¡Qué comportamiento tan infantil!

Mira quién lo dice.

Yo no tengo comportamientos infantiles.

No, pocos.

Cállate Conciencia.

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Narra Brandon:

-¡MIERDA!-Grito cuando la picazón es insoportable, son las 5 de la mañana, me levanto sin soportarlo, y me meto a bañar.

Al salir de bañarme me visto, la picazón sigue estando y es aún peor, unos golpes en la puerta, hacen que me dirija a ella y al abrirla son mis hermanos.

-Joder, estamos todos en la misma-Exclama Aarón quién sin disimulo se rasca su entrepierna.

-Me pica la verga-Se queja Caleb.

-A todos al parecer-Se une Ekaitz.

-¿Cómo llegamos a esto?-Pregunto.

Nos miramos entre todos, y ruedo los ojos ante el pensamiento.

-La loca-Responde Deán y todos asentimos.

-Me las va a pagar caro-Dice Caleb mientras se rasca sin contemplación por encima de su pantalón.

-Vamos ahora-Propone Aarón, pero Ekaitz lo detiene.

-No seas impulsivo, pensaremos cómo hacerla pagar, pero luego-Ordena el menor y todos asentimos.

-¿Y ahora qué?-Pregunta Caleb.

-Supongo que habrá que intentar dormir -Dice Deán.

Todos se van de mi habitación, y yo vuelvo a la cama, pero al estar la luz prendida noto que hay un polvo rojo, casi imposible de ver, está esparcido por la cama.

-Maldita seas Kayla-Susurro, y sin más opción me duermo en mi sofá.

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