Psyco 2

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Año 1999. Era una fría tarde de invierno. Un joven llamado Dale Dixon yacía sentado en una banca del parque contemplando la espesa niebla plateada en la que se envolvían los árboles. "Que divertido debe ser." Pensó "Estar inmóvil todo el día sin hacer nada. Moriría por una vida así." Pensó sarcásticamente. Dale no estaba muy feliz con su vida. Desde los 16 años estaba deprimido profundamente. Su única felicidad eran su hermanita de la tierna edad de dos años. Llamada Lily Dixon, y sus amigos Priscilla Suárez y Adrián Villalta. Llevaban varios años siendo amigos. A Dale le daba igual la edad de las personas con las que se juntara, ya que ellos dos eran dos años menores que él y en el colegio se vio mal que un joven de cuarto año de la secundaria se juntara con apenas estudiantes de segundo año. Cuatro años de conocidos. Dale no era de los jóvenes que informa a todo el mundo de su estado de ánimo. Prefería esconderlo para evitar dañar a los demás. O por lo menos porque creía que si le decía a alguno de los dos; le iban a decir a Madeline y Alberto. Madeline era la mejor amiga de Priscilla y Alberto el mejor amigo de Adrián. Originalmente, los cinco eran amigos. Pero Dale apartó de su vida a Madeline y Alberto debido a un conflicto. Madeline y Alberto siguieron como amigos y odiaron a Dale desde entonces. Dale siempre que podía evitaba todo contacto con ellos dos; y no quería que ellos supieran de su depresión. Trató de apartarlos aún más bloqueándolosSofía con mucho gusto se encargaba de la niña mientras Dale trabajaba y estudiaba cómo loco y casi sin tiempo libre. Dale apenas dormía y comía, y eso le estaba pasando la factura a la hora del trabajo y estudio. Sus amigos estaban demasiado ocupados en sus asuntos, Sofía también tenía que lidiar con su vida, por lo que aveces el poco tiempo libre que le quedaba Dale lo empeñaba en Lily.

-¡Dale!-lo llamó Lily sacándolo de su ensoñación.

-¿Qué sucede princesita?-respondió Dale amable.

-Hay alguien ahí.-dijo señalando con su pequeño dedito la apenas visible silueta de un hombre extremadamente alto en medio de la niebla.-Es un amigo mágico. Es el Señor S. Somos amigos.

Dale sintió un inmenso escalofrío al ver la silueta, así cómo el impulso de acercarse. Pero lo reprimió.

-Vámonos Lily. Se hace tarde. Despidámonos de tu amigo. Hasta luego. Que tenga un buen día.-Dale movió la mano en dirección a la silueta cómo si se despidiera al igual que Lily.

-Adiós Señor S.-dijo Lily con su dulce voz despidiéndose de la silueta, y ésta le devolvió el gesto cuando Dale no veía.

-Adiós Lily.-susurró casi inaudiblemente con su voz gutural, y se marchó perdiéndose entre los árboles.

El bosque Dark Forest, el parque siniestro en el qué se hallaban, era un bosque qué rodeaba toda la ciudad y si se caminaba por varios días, se llegaba al parque Rosswood. Dale de vez en cuando pensaba en cómo sería su vida si Madeline y Alberto no lo odiaran a muerte. Quizás un poco más alegre. Quién sabe.

Dark Forest se caracterizaba por sus frecuentes tormentas en la zona, los árboles con una particular madera negra, y porque la niebla nunca se iba y el sol no se asomaba por esas zonas. La ciudad llamada Constantine Town era una zona aislada perdida en los mapas. Los rumores de demonios, psicópatas, y fantasmas en Dark Forest eran rumores espeluznantes con los qué se aterrorizaba a la población local. Y las contantes desapariciones de quiénes entraban al bosque sólo reforzaban los macabros mitos.

Cuando llegaron adonde Dale había estacionado su auto, Dale vio a un sujeto con jeans azules, suéter amarillo con la capucha en alto, máscara, zapatos y guantes negros y un tubo de metal en una de sus manos. Estaba frente al auto. Dale lo llamó, y el hombre corrió desapareciendo en la niebla del bosque. Dale puso los ojos en blanco y Lily rió con su aguda risa inocente. Dale subió a Lily a su silla en el asiento trasero, y cuando iba a subirse en el asiento del conductor, vio el símbolo de un círculo tachado con una equis y debajo, un dibujo.

Un hombre extremadamente alto, sin rostro, con tentáculos, en medio de los árboles, todo hecho con dibujos de palos. Y estaba viendo al dibujo de palos de una niña, y una frase debajo del espeluznante dibujo.

"IREMOS POR ELLA."

De: @bigbadavengerwolfy podeis seguir leyendo su historia en Prøxies

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