La vida es simple, el amor no lo es (Izuku Adulto X Mirko)

Capítulo 17 : Delirios de grandeza.

Rumi gruñó cuando el pedazo de mierda humana llamado Oscar saludó a Cassandra. No había necesidad de que nadie explicara su relación, Rumi lo supo en el momento en que vio la expresión aterrorizada de Cassandra. Rumi había visto esa mirada de terror muchas veces antes cuando rescató a alguien de una relación abusiva. Era una mirada que describía su situación mejor que mil palabras.

Plantando sus pies, Rumi se disculpó en silencio con Izuku y luego se lanzó hacia el sonriente Oscar. Derribando al estadounidense al suelo, Rumi agarró el cuello de su camisa y lo levantó bruscamente para poder gritarle en la cara.

--"¡Eres un pedazo de mierda sin valor!"-- Ella gritó. --"¡Tienes dos segundos para explicar por qué estás aquí antes de que te ahogues con tus propios dientes cuando te los rompa!"--

Con una sonrisa de comemierda plasmada en su rostro, Oscar se rió entre dientes. --"Solo estoy ayudando a mi hermana, eso es todo. Algún tipo la ha estado atacando, ¿verdad? Pues ya lo atrapé, lo dejé amarrado en el sótano del hotel. Un poco peor por el desgaste, pero está vivo."--

Entrecerrando los ojos de reptil, Oscar de repente agarró las muñecas de Rumi y lentamente le quitó las manos del cuello con una fuerza sorprendente. --"Será mejor que tengas cuidado, perra."-- susurró para que solo Rumi pudiera escuchar. --"La próxima vez que me toques, no seré tan amable."-- Dijo mientras se lamía los dientes irregulares.

Antes de que Rumi pudiera hacer algo, un Izuku preocupado la apartó de Oscar.

--"Él no vale la pena, Mirko."-- Dijo el peliverde. --"Se divierte molestando a la gente, lo mejor que puedes hacer es ignorarlo."--

Con los labios fruncidos con disgusto cuando Oscar se burló de ella, Rumi apenas resistió el impulso de caminar y pisotear su rostro. Si Izuku no hubiera estado allí para calmarla, definitivamente se habría derramado sangre en ese mismo momento.

Lentamente poniéndose de pie y sacudiéndose el polvo, Oscar le sonrió a Izuku y miró a Cassandra, quien estaba siendo protegida por un enfurecido Costan. --"Buen chico Mido. Mantén a tu conejo de ataque con una buena correa corta."--

Rumi casi se lanza de nuevo hacia Oscar, pero su compañero se interpuso entre los dos y extendió una mano para detener a Rumi.

--"Oscar, tienes suerte de que no te arreste ahora mismo."-- Izuku dijo en un tono de advertencia. --"La única razón por la que no estás esposado es porque sé que nunca mentirías sobre tus logros."--

Asintiendo sabiamente, Oscar le dio a Izuku un cortés aplauso. --"Siempre el sensato Mido."-- Luego, Oscar inclinó la cabeza para poder fijar su desconcertante mirada en la temblorosa Cassandra. --"Ahora, si no te importa, me gustaría hablar con mi querida hermanita."--

Rumi estuvo a punto de gritar de indignación, pero se detuvo cuando vio la mirada oscura que apareció brevemente en el rostro de Izuku.

Era el tipo de mirada que uno tenía justo antes de asesinar a alguien a quien odiaba .

Pero tan pronto como apareció, la mirada oscura se desvaneció, y el rostro de Izuku volvió a su máscara inexpresiva estándar.

--"Sabes que de ninguna manera te voy a dejar solo con ella."-- Izuku declaró con frialdad. --"Cualquier cosa que tengas que decirle a ella, puedes decirla aquí mismo."--

Oscar suspiró decepcionado pero se encogió de hombros sin preocuparse. --"Lo haremos a tu manera, Mido. Aunque preferiría que tuviéramos un poco de privacidad."-- Luego fijó sus ojos sin emociones en los dos guardias de seguridad que habían estado observando cómo se desarrollaba la escena como dos clientes en un teatro de ópera.