-Hace un tiempo me enamoré de una chica y la otra vez la vi. Le conté todo lo que sentía pero ella tiene novio. Simplemente era eso, aunque sabes que soy un sensible de mierda y esto me afecta mucho...- respondió Jonathan al preguntarle lo que pasaba, en seguida lo abracé parándome en puntillas y sentí unas cuantas lagrimas en mi hombro.
-No es nada simple lo que me cuentas, son cosas dolorosas que le puede pasar a cualquiera. Es imposible no sentirse mal por estas cosas así que no pienses que eres débil o menos que los demás solo por sentirte mal con cosas comunes- consolé a el alto que estaba abrazando en estos momentos y nos separamos, el asintió secándose sus lagrimas con sus dedos.
-Lo siento, ahora mismo puedo parecer un imbecil- rió aún secándose sus lagrimas, yo levante las comisuras de mis labios formando una leve sonrisa.
-Te ves lindo llorando, no te preocupes- dije con una sonrisa y el me miro con el ceño levemente fruncido.
-Un muy raro halago, pero lo acepto- sonrío y yo copié su acción.
-¡Carajo, Jonathan apúrate!- grito Wed desde abajo, ya era hora que se fueran a aquella fiesta.
-Nos vemos en unas horas, te quiero mucho- murmuró cariñoso y se acerco para tomar mi cabeza y suavemente acercarla a sus labios con los cuales dio un pequeño beso.
Pronto el se fue y sentí sus pasos alejarse, solté un suspiro pesado al sentir el silencio que siempre me acompañaba.
Me senté en el escritorio dispuesta a dibujar hasta qué alguien llegara, aunque no sabría si haría algo más además de de dibujar.
(....)
Sentí la puerta abrirse de mi habitación abrirse, me había quedado dormida encima de un dibujo que estaba realizando.
Abrí mis ojos y me encontré con la cara de Joey.
-¿Qué mierda haces aquí?- pregunté al verlo, seguía molesta con el por el hecho de que no me creía.
-Quise ver si estabas bien...- respondió un poco intimidado.
-¿Por qué querrías ver si estoy bien? ¿Desde cuando te importo?- pregunté mirándolo seriamente y el entro a la habitación.
-Siempre me has importado, no se de donde sacaste eso- respondió acercándose a mi.
-Si tanto te importo, ¿entonces por qué mierda no quisiste escuchar mis explicaciones?- cuestione con una mirada fulminante sobre el y el se notó nervioso.
No respondió y evito mi mirada, solté una risa nasal y giré mi cabeza mirando mi dibujo.
-Vete, no es necesario que estes aquí- murmure de manera que el escuchara, pero tomó mi mandíbula y acerco mis labios a los suyos formando un lindo beso.
Estaba completamente confundida, pero aún así correspondí aquel beso.
Puse una mano detrás de su cabeza acercándolo más a mi y apretando levemente mis labios con los suyos.
Un beso lindo y tierno paso a ser uno rudo y con un poco de deseo.
Esta era una forma de reconciliación que teníamos, ya que antes hemos peleado pero al instante usábamos este método para reconciliarnos.
Me levanté de mi silla aún besando a el azabache y el posó sus manos en mi cintura.
Nos separamos por falta de aire y nos miramos mutuamente, el miraba mis ojos oscuros y yo miraba sus perlas azuladas, sus hermosas perlas azuladas.
-Perdóname, de verdad lo siento mucho por no creerte. Estaba siendo un idiota- de disculpó con una voz bastante suave y atractiva -¿Como puedo compensártelo?- preguntó con una leve picardía y yo sonreí.
-Solo déjate llevar. Haré lo que tanto me insististe- respondí con una voz seductora y volví a besarlo, esta vez abrí mi boca dando paso a su lengua.
Su lengua se juntaba con la mía, dándose pequeños roces entre las dos.
Nos separamos nuevamente por falta de aire, entre jadeos sentí su mando bajar hasta mis glúteos, metió sus manos bajo mi ropa y apretó levemente mis glúteos haciéndome soltar un pequeño gemido, el cual aparentemente disfrutó.
Todo esto de a poco empezó a subir de tono hasta llegar a el acto sexual, fue una experiencia...bastante placentera, para que mentir.
Sus gemidos, todo lo que le hacía a mi cuerpo era...bueno bueno, no quiero entrar en detalles. Solo diré que es bastante bueno en eso y me hizo experimentar cosas nuevas.
Terminamos abrazados bajo las cómodas sábanas de mi cama, durmiendo plácidamente.
(....)
-¿Estas nerviosa?- preguntó el ojiazul al notar que jugaba con anillos que encontraban en mis dedos.
Por fin me había dado cuenta que este dolor nunca pasaría en cuestión de tiempo, necesitaba ayuda para superar esta mierda.
Hoy tengo una cita con un psicólogo, Joey me acompañaba.
-Si, para que mentirte...- confesé aún jugando con mis anillos, esperando a que llamaran a mi nombre para la sesión.
-Tranquila, todo va a estar bien cariño- sonreí al escucharlo, sus palabras eras reconfortantes.
Esa tranquilidad no duró mucho, escuche mi nombre e inmediatamente me puse nuevamente nerviosa.
-Suerte- dijo Joey y yo sonreí, camine en dirección a la sala y entre junto a el psicólogo.
(.....)
-¿Como te fue?- preguntó Joey una vez salí.
-Bastante bien, el psicólogo es bastante simpático, me cayó bien- sonreí y Joey se vió un poco serio.
-Solo prométeme que no te irás con el- bromeó y yo golpeé levemente su brazo junto una risa.
-Solo bromeo, se que tu siempre estarás conmigo- sonrió y nos dimos un corto beso.
Realmente este hombre me hace feliz, lo amo con mi alma.
Fue el quien me motivo a aguantar estando o no en una relación con el.
No me separaré de el nunca más, es el amor para toda mi vida.
-
HOLIII, he vuelto en esta historia con un final alternativo.
Este si que es el último capítulo, después de este no habrán más, los extrañaré 😿.
Aún así para compensarlo estoy escribiendo una nueva "historia" por así decirlo, los invito a leerla.
Este fue un cap pequeño, espero que les haya gustado. Sin más me despido, los quiero.
