El Modelo Británico (Romance)

14 - 💄¿Si me gusta lo prohibido?💄

Sophie no nos había visto por suerte. Como no había luz, Chris decidió irse. Quizá lo que ocasionó su partida en realidad era que estaba un poco incómodo con mi amiga cerca. Al despedirse no me dijo mucho, solo que estaría bueno repetirlo todo en un lugar más privado.

Al día siguiente la luz había vuelto. Me levanté y bajé a la cocina donde Sophie ya estaba lista para desayunar. Sabine no había vuelto temprano y aquello me pareció sospechoso. Pero estaba allí aún más despierta que yo, desayunando con Sophie.

—¿Estás bien? —me preguntó Sophie.

Ella estaba sentada en la mesa, con una taza de té unas medialunas que había pedido por internet. Había muchas confiterías alrededor.

—Completamente —respondí, acercándome a ellas.

—Pareces ansiosa —me dijo la jefa.

—Fue una noche larga —respondí.

La noche anterior no había dormido bien pensando en Chris y en lo que hubiera pasado si Sophie no hubiera vuelto tan temprano. Pensé en sus besos, su tacto, su voz. Repetía las imágenes de lo acontecido varias veces en mi cabeza.

—¿Sabes qué día estamos? —preguntó Sabine, sirviéndose un té de hiervas en su tasita.

—No bebí ni una gota de alcohol, Sabine. Lo juro.

—No es por eso, niña. Mira la fecha.

Miré mi teléfono de reojo. Eran las nueve de la mañana, el sol estaba alto y era el mismo día en que había nacido. Oficialmente cumplía 24 años.

—Mierda —dije—. Cada día más...

Sabine me miró atenta a lo que iba a decir.

—Felicidades —me dijo—. Es tu primer cumpleaños en el extranjero. ¿Tienes planeado hacer algo hoy, niña?

—Solo trabajar —respondí.

—De eso nada, niña —soltó Sabine—. Les dije a los de producción que hoy no me encontraba bien y que prefería posponer la filmación de hoy hasta el jueves. ¿Está bien? Quiero que vayas a divertirte.

No pude evitar no sonreír. Era la mejor jefa del mundo.

—De eso me encargo yo —agregó Sophie.

—¿Me trajiste un regalo? —pedí saber.

Amaba los regalos.

—Mejor aún, chica —me dijo—. Vamos a ir de compras.

—¿Sí? ¿Dónde iremos?

—No conozco nada por aquí —respondió—, pero sí sé quién conoce esta ciudad como la palma de su mano...

Lo estaba sospechando.

El timbre sonó.

—Ya llegó —dijo Sabine.

—¿Tú lo invitaste? —le cuestioné.

—¿Qué te preocupa? —me cuestionó—. Según lo que vi en las noticias ustedes son pareja, ¿no? Digo, es lo que dijiste luego de estamparle un beso en medio de la ceremonia hace unas noches, niña.

Esta mujer sí que era vengativa.

Sophie fue a abrirle la puerta a Chris porque yo decidí sentarme a desayunar medialunas con la jefa. Él ingresó y nos saludó a todas. Estaba trajeado como siempre y desprendía un aroma a perfume Vitore. Traía unos globos rojos en forma de corazones atados a una caja de chocolates.

—Me dijeron que es tu cumpleaños —dijo él sentándose a mi lado—. No sabía si eres de las que quieren chocolates o prefieren los detalles menos materialistas.