Segunda Oportunidad

calma relativa

en un impulso de calor de proporciones bíblicas el albino aprovechaba el calor del lugar donde se encontraba, bajo los grados bajo cero de la noche, meditando en pose de loto con escalofríos en el cuerpo de vez en cuando centraba su mente el absorber toda la energía posible hasta dejar un cero absoluto en el ambiente de a poco todo se iba congelando y era mucho más costoso que el anterior cada grado bajo cero, la energía pura que recorría su cuerpo hacía que se sienta mucho más liviano que antes, era por lo menos el triple de mejor que la energía mortal, aunque no contaba con la explosividad de la energía mortal, pasadas casi interminables horas cayó casi por completo al suelo con un dolor insoportable al apoyarse al suelo con sus manos, casi inconsciente, lo único que lo mantenía despierto era el dolor de sus poros en sus manos y piernas al apoyarse contra la dura superficie del suelo, además de que sabía que si caía iba a ser por lo menos diez veces peor, en un gran esfuerzo se levantó y comenzó a caminar con pasos que temblaban y lograban darle escalofríos por el repentino dolor

observando en un calendario que pasaron  ya un par de semanas mientras descansaba sentado en una silla de su habitación con grandes dolores en el cuerpo observaba las palmas de sus manos detenidamente, cada uno de sus poros palpitaba bastante pero de a poco el dolor se apaciguaba como una llama sin leña encima, un avejentado zeus lo veía mientras sonreía a través de la puerta abierta, esa voluntad era una que ni hércules tenía, caminaba con el poder de un dios, solo que a diferencia de los seres divinos que de nacimiento lo tenían el obtuvo ese poder luego de montones de sacrificios, contemplando ese cuerpo que casi se había construido a sí mismo, lo hacía acordar a él en sus tiempos de gloria, tan avispado y bondadoso, lo que los diferenciaba era la lujuria y errores que cometió el otro por deseos tan estúpidos haciendo que todo eso lo separe cada vez más de sus hermanos y sus hijos, limpiando una lágrima que apenas salió de su ojo izquierdo se contuvo para que el albino no lo notara, daria la vida si es necesario para mantener a sus hermanos vivios y no dejaría que una simple descendiente de cronos los usara contra su voluntad

-te estas volviendo fuerte en poco tiempo, eso demuestra que eres muy afín a esta energía, hidrontia ahora es capaz de inundar un reino entero con la cantidad de agua que puede controlar, es tiempo de ver a hefesto de nuevo para que busquen sus armas,  mientras más rápido mejor, no sabemos cuánto tiempo tardará afrodita en atacar, Herbury le hace honor a su especie, puede dominar con creces en 80% de el poder de la bendición hércules-explicó el dios mientras se levantaba de su asiento pegando un fuerte silbido

 en un parpadeo apareció hermes, caminando mientras se afirmaba el gorro terminó su movimiento hasta estar al frente de los otros dos contando con unos metros de distancia a su convocador

-mañana partirán hacia el volcán de hefesto a construir su armamento, cuando este saliendo el sol despierta a el muchacho y los demás, debemos hacer todo lo más rápido posible-le explico y ordenó el dios del rayo mientras sus ojos de celeste azulado resplandecían con lo soleado de el palacio de hestia

a las primeras luces de la mañana el muchacho fue despertado por un par de toques en la frente, aquel rubio hombre lo despertaba, recordando lo que tenían que hacer hoy se despertó y preparó rápidamente, observando a su compañeros ya listos sonrió, estirando su cuerpo se posicionó tranquilo al lado de apolo, quien viajando a una velocidad imperceptible comenzó a viajar, aunque de un momento a otro se escuchó un poderoso golpe y el dios que los iba llevando cayó de forma estrepitosa recuperándose un poco lento de semejante golpe  

observando como todo el borrón que había a su alrededor por la tremenda velocidad a la que viajaban comenzaba a ser cada vez más visible notándose una pradera semi montañosa, aterrizando bien el el suelo para su suerte, el albino contempló a una cantidad increíble de gente con una máscara de cuervo en su cabeza, estos los observaban sin mover un músculo, de un instante al otro todos comenzaron a atacar de golpe, casi por instinto pegó una fuerte aleteada después de desplegar sus alas en un casi instantáneo movimiento, clavando sus manos al suelo genero una enorme rafaga de aire hirviendo que mandó a volar a un montón de aquellos raros atacantes, una ola inmensa de magia llena hasta mas no poder de energía oscura fue lanzada hacia ellos