Emociones || Bakugo x OC || Terminada

18. "Achuchable"

Siete días eran los que habían transcurrido desde el accidente de Katsuki, Recovery Girl había hecho su trabajo, pero la problemática de las heridas y el tiempo del traslado al hospital hacían que el chico aún mantuviera un profundo sueño.

Como ya habías tomado de costumbre, desde el primer rayo de sol estabas en pie para hacer el relevo al señor y la señora Bakugo, ellos no te lo pedían pero sabías que era un alivio para ellos que alguien se quedara en la habitación mientras ellos trabajaban.

Esa mañana estabas tan cansada que ni te había dado tiempo de desayunar, pero con suerte en unas horas llegarían algunos compañeros de clase. Así fue, 3 horas más tarde Tenya junto a Asui y Eijiro tocaron a la puerta.

La mañana había sido cómo otra, algún pequeño movimiento inconsciente, el acomodar almohada, limpiarle la cara y entretenerte cómo pudieras, hasta que al fin pudiste ausentarte media hora para desayunar.

Sin embargo, al volver a la habitación... No estaban, no estaba. El llegar y ver todo tan vacío te había impactado, ¿se lo habrían llevado de urgencia? ¿Se... habría... despertado?
Para tu suerte, el chico no destacaba por ser silencioso y tras correr pocos minutos por los pasillos te lo encontraste, a él y a los otros tres intentarlo frenarle.

- Te encanta darnos problemas... - dijiste en un suspiro que esperaba felicidad y cansancio a partes iguales.

Con tu poder fue más fácil detenerlo para llevarlo de vuelta a la habitación donde debía mantener reposo absoluto.
Sus compañeros una vez celebraron su despertar se despidieron, no sin antes avisar por el grupo de clase, aunque no podrían venir hasta el día siguiente. Tú por tu parte, avisaste a sus padres, vendrían lo antes posible.

Aún te era difícil mirarlo, estaban solos en la misma habitación y no eras capaz de levantar la mirada.
«Aguanta, sé que puedes. Aguanta. Aguanta. Aguanta. No llores», te repetías a tí misma.

Pero tus glándulas lacrimales tenían otra idea para ti. Te las secaste en seguida pero el chico, sentado desde su cama, se dio cuenta.

- Disculpa... Es que... Han sido días muy extraños - dijiste con una sonrisa y los ojos rojos.

- ¿Cuánto llevo aquí?

- Pues... 1 semana.

- ¿Y ese villano inútil?

- Lo derotaste con tus últimos fuerzas. Ya lo llevaron a la prisión de máxima seguridad, ahora solo faltaba que... Despertases.

Se volvió a hacer el silencio. Y otro sollozo se te escapó. Él seguía en la misma postura, sentado, mirando a sus piernas y con los brazos estirados encima de estas. Pareció comprender que la que peor que lo pasó fuiste tú, te miró por el rabillo de ojo y, acto seguido, apartó su brazo más cercano a tí, era su manera de seguir te puedes acercar, o eso entendiste.

Te acercaste rápido, algo brusca. Rodeaste su abdomen con tus brazos y enteraste tu cabeza en su cuerpo. Por unos minutos no dijiste nada, el chico podría cambiar de opinión, pero era lo que necesitabas.

- Perdona... El que ha estado mal has sido tú pero... Gracias - tus lágrimas no hacían más que humedecer la camisa de hospital -. Y eso que... prometiste... que no nos ibas a dar más problemas - ahora sonreíste pero de felicidad, quién hubiera dicho días atrás que le quedaba poco para despertar.

A modo de respuesta, apoyó su mandíbula en tu cabeza, pensaba en silencio mientras tú te desahogadas, te agradeció y consoló a su manera.

- Que sepas qué llorando, estás aún más fea.

- ¿¡Pero bueno!? Por cierto - te apartaste de él, y le pellizaste dónde más duele -, eso por mantenernos a todos tan preocupados.

- ¡Quirk estúpido!