Capítulo 18

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Las vacaciones seguían y los planes para los jóvenes Black no cambiaban, cena con familiar, comida con viejos socios, preparara cosas de la boda por la tarde.

Esa era la rutina de Andromeda y Sirius Black.

En casi todas la comidas con los socios asistían como una pareja de comprometidos presentándose así por sus padres hacia los socios para que los fueran conociendo. Normalmente iban juntos pero había excepciones en las que solo iba Sirius con su padre, para que fuera entendiendo el trabajo.

Acababan los dos exhaustos, era una tortura, no tenían ningún segundo para descansar; las llamadas a escondidas de Sirius con sus amigos se acabaron, no había tiempo, escribir o disfrutar de cualquier ocio también fueron actividades canceladas para Andromeda con su poco tiempo de descanso.

— No te sientes! -gritó Druella, la madre de Andromeda -arrugarás el vestido -dijo colocando a Andromeda un velo.

Estaban probándose el vestido que llevaría en la boda, una mezcla entre el que llevó su madre en su boda y algunos arreglos decididos al gusto de Andromeda para que no le estuviera grande el vestido.

— Ayy hija estás preciosa, da una vuelta por favor - Andromeda siguió las órdenes de su madre dando vueltas hasta marearse -esta perfecto, quítatelo y guárdalo no quiero que lo estropees

— Si madre, si me disculpas me voy a ver como está Cissy

— Rápido, tenemos que encontrar unos zapatos a juego, y otro velo no me gusta este -empezó a hablar mientras se cambia su hija

— Madre -La llamo antes de salir- tendré que llevar algo nuevo, algo azul y algo viejo? -preguntó

— Que es eso? Nunca lo había escuchado

Ahí es cuando Andromeda se dio cuenta de que lo de llevar esas cosas sería una tradición muggle de las que sus padres no han debido escuchar en su vida.

— Nada... lo oí por el colegio, una boda de un familiar de alguien

— No se habrá casado alguien conocido? -empezó a alterarse -me hubiese enterado -salió por la puerta empujando levemente a Andromeda.

Cuando ella se fijó en el oscuro pasillo de su casa y vio que no había nadie volvió a cerrar la puerta agachándose al suelo estirando el brazo debajo de su cama sacando una pequeña caja metálica

En ella había guardadas fotos de buenos momentos que no quería olvidar

La primera que sacó, una de Hosgmeade con los amigo de Ted también amigo suyos.
Y así era la mayoría de fotos, fotos con sus amigos, momentos felices y alocados con esas personas que cambiaron su mundo al instante

— Lo siento mucho... -dijo mirando una foto suya y de Ted en una de sus citas -no te merecí -la joven Black empezó a ver borroso a costa de las lágrimas que se acumulaban por la culpa y la tristeza que sentía cada vez que pensaba en la única persona que ha amado de verdad

— Andromeda? Te estas cambiando? Puedo pasar -llamo Narcissa desde el otro lado de la puerta; seco sus lagrimas rápido y guardando las fotos otra vez se preparo para abrir a su hermana.

— Puedes pasar tranquila -colocó su vestido-que todavía no se había quitado- por última vez y fingió una sonrisa

— Ayyy -suspiró su hermana al verla — que guapa estas, ojalá estar así de guapa en mi boda

— Narcissa no lo intentes

— Te queda muy bien, deberías dejarte el pelo suelto te favorece mucho con el vestido -opino mientras miraban su reflejo en el espejo y Narcissa colocaba su pelo

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