ℂ𝕒𝕡 𝟙𝟘. 𝔹𝕣𝕒𝕤𝕚𝕝

22.5K 946 16
                                    

Dedicado a katherin122az mafer234t IrielkaPineda jgreauxm AdaMariani0 muchas gracias por apoyar y leer mi novela.

Capítulo diez.

Veo al policía abrir la puerta lentamente con una mirada de odio. — Uff... por fin se acabó el drama— exclamo para provocarlo.

—Pero no te vayas, ¿Quién va a castigar a Robles por ti?— exclama Nick fingiendo una cara de tristeza.

—Ustedes saben que deben torturarlo hasta que salga de aquí, y miren que ya le falta poco, yo... tengo que irme, mi querido bro me extraña— me encojo de hombros.

—Adiós, hipócrita— grita Fernando desde su camarote.

—No seas tan cruel con él— me pide Nick antes de pararse y darme uno de esos abrazos que nos damos los hombres.

Agito mi mano, me volteo, y camino hacia la puerta, donde está el policía, mirándome con cara de pocos amigos.

—Por fin se va el más cruel, ¿No?— aprieto su cara con mis dedos, pero rápidamente, este aleja mi mano.

Suelto un risa, y empiezo a salir con triunfo, aunque no fuese así. Durante mi camino por el pasillo, algunos me gritan: "Idiota". Y otros me gritan: "Eres el mejor, pero no vuelvas a hacer eso jamás", "Te vamos a extrañar, ojos oscuros".

Así es la vida, te aman y te odian, y siempre va a ver una razón, por cualquier cosa, la gente siempre hará eso.

Cuando abren el gran ventanal, Dios... tenía tanto sin ver el sol sin estar rodeado de paredes.

Y la veo allí, ella se acerca a mí con una sonrisa coqueta, y me pasa una botella de licor. —¿Estás listo?.

Bebo un sorbo. —Claro que lo estoy.— la acercó a mí rápidamente, y le doy un beso, de esos apasionados que a ella les encantan.

Después de algunos segundos, se separa de mí, riéndose de manera coqueta. —Me vas a despeinar más de lo que ya estoy— reprocha con un tono juguetón.

—Claro que lo haré— confieso con malicia. Al ver mi mirada, sonríe.

Como siempre, provocándome. —¿Ah si?— pregunta, mientras toca mi pecho seductoramente.

—Sí, ¿Quieres ver?— le pregunto con un tono coqueto.

No responde, simplemente, camina hacia su auto, mientras yo la imito. Me pasa las llaves. —Tú conduces— asiento ante su "orden".

—Como usted quiera, jefa— ríe, mientras yo acelero este auto, conduciendo lo más rápido posible hacia su casa.

Un adorno, es lo primero que se rompe cuando entramos a su casa de manera desesperada, mientras nos quitamos la ropa en el camino hacia su habitación.

Golpeándonos y besándonos de manera salvaje y apasionada.

Tal y como nos gusta.

Rompo su vestido, dejándome deleitar por su senos, mordiéndolos, haciendo que gima, mientras la torturo.

—¿Así te gusta? ¿Eh?— la tiro a la cama y empiezo a quitarme mi correa. —Nada de ser chico bueno y delicado, a ustedes les gusta que la torturen, ¿No?— asiente repetidamente, mientras la penetro una y otra vez lo más rápido y duro que puedo.

—Si... me duele— mientras más gime, más la penetro.

—¿Y te gusta? ¿Te gusta que te duela?— asiente con una sonrisa, mientras me mira con una cara coqueta.

—Entonces lo haré más rápido— nuestro nivel de excitación crece, al igual que aquella sensación de estar a punto de llegar.

—Ethan— gime, mientras araña mi espalda, y clava sus uñas en esta.

Le muerdo la boca, disfrutando del sabor metálico de su sangre disolviéndose en mi boca justo antes de llegar al orgasmo.

Una cachetada, es lo primero que me da, mientras me aprieta y yo me enterró más en ella. Disfrutando con una respiración agitada de tan deliciosa sensación.

Sexo, sexo, sexo... lo única que importa realmente.

—¿A dónde vas?— le pregunto cuando se aparta de mí, y se levanta de la cama.

—Al baño, quiero estar lista lo más rápido posible, Brazil nos está esperando con mucha droga— río, y ella entra al baño.

Suspiro.

Brazil...

Hay mucho más que droga esperándonos allí, chica.

***

—Tú espérame aquí, ¿Si?— le pido antes de darle un beso en la frente.

—¿En serio, me quedaré aquí?— me pregunta con una cara de pocos amigos.

—¿Qué?, es uno de los mejores hoteles— exclamo confundido ante su reprocho.

—Sabes que quiero divertirme— se cruza de brazos, resaltando ligeramente su senos llenos de sugilaciones hechas por mí.

—Y lo haremos, solo sabes que debo visitar a alguien primero para que todo esto funcione— explico con voz aterciopelada.

—¿A quién?— me pregunta con un tono acosador.

—No te puedo contar, no ahora, quizás después de que regrese, así estarás más segura— respondo.

Suspira. —Solo espero que cuando llegues me lleves a todo los malditos puntos de drogas de esta jodida ciudad— sentencia.

Sonrío. —Esa es mi chica, además... fallaremos bien drogados, fumando, bebiendo, golpeándonos... como te gusta— muerdo su labio inferior. —Regresaré lo más pronto posible— prometo.

Me dedica una mirada fría antes de besarme para despedirnos brevemente.

***

Escucho a la sirvienta hablar con ella, mientras espero en la puerta. —Señora Sonia, la bus— se queda callada cuando entro a la sala sin previo aviso.

Y la veo allí, con el teléfono en la mano como lo que es, una paranoica, psicópata, manipuladora, perdiendo el control de sus manos.

—¿E-Ethan?.

ℕ𝕠𝕥𝕒 𝕕𝕖 𝕒𝕦𝕥𝕠𝕣𝕒: ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ʟʟᴇɴᴏ ᴅᴇ ᴍɪsᴛᴇʀɪᴏ, ᴅᴇʟ ᴄᴜᴀʟ ɴᴏ ᴅɪʀᴇ́ ɴᴀᴅᴀ ᴍᴜᴀᴊᴀᴊᴊᴀᴊᴀᴀᴊᴊᴀ😈

sɪɢᴜɪᴇɴᴛᴇ ғᴇᴄʜᴀ ᴅᴇ ᴘᴜʙʟɪᴄᴀᴄɪᴏ́ɴ: 𝟙𝟝/𝟘𝟠/𝟚𝟘𝟚𝟚. ⚡️

🌙 ʟᴏs ᴀᴍᴀ sᴜ 𝕰𝕻🖤⚡️

Embarazada de un Mafioso ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora