CAPITULO V

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Doubt

¿Me creería si le digo lo mucho que lo quiero?

Jaehyun se sentía culpable, a pesar de ser consciente de que no lo estaba haciendo del todo mal. Desde que Doyoung le impuso reglas sobre la máxima cantidad de trabajo que debía aceptar y la mínima cantidad de horas que debía pasar con sus hijos, él las había cumplido casi todas.

Habían ciertas excepciones, como en el caso del trabajo que tenía acumulado gracias a sus compañeros. Ello le había tomado al menos un par de semanas llegando cerca de las 10 p.m. a casa, pero de ahí en adelante Jaehyun regresaba antes de las 8 p.m. casi todos los días, cenaba con los niños y pasaban un poco de tiempo en familia antes de que se fueran a dormir.

Una vez que los pequeños dormían, él y Doyoung se iban a la habitación de Jung y disfrutaban del resto de su noche juntos. Habían días en los que Kim regresaba a casa, como días en los que se quedaba a dormir con Jaehyun luego de una buena noche de sexo, generalmente ello ocurría los fines de semana.

El motivo de su reciente discusión fue el caso del Ministro de Economía. El hombre no lo había dejado ir a casa los últimos dos sábados pues necesitaba que Jung tomara su caso. Jung Jaehyun era conocido como el abogado de los milagros, porque sabía utilizar los vacíos legales a su antojo, aumentando o disminuyendo penas como si se tratase de cualquier otra cosa.

Jaehyun, al ser tan reconocido, solo tomaba casos que pudiera manejar. Los narcotraficantes, mafias, asesinos seriales, entre otros, estaban fuera de sus habituales clientes. Jung cuidaba muy bien sus espaldas, no le gustaba meterse en problemas de otros que luego pudieran traerle graves consecuencias.

Aunque de vez en cuando ciertos casos pasaban por encima de su radar de rechazo, casos como el del Señor Bang, donde claramente él sabía que estaba representando a un asesino pero no le importaba porque el sujeto estaba dispuesto a pagarle y protegerlo si algo fallaba. O al menos ello era lo previsto, hasta que llegó Kim Doyoung a advertirle que el homicida no era tan fiable como Jaehyun creía que era.

Desde entonces, decidió seguir sus principios y no aceptar casos de ese tipo. Por lo menos esa había sido la intención, hasta que llegó un nervioso Ministro de Economía rogando porque lo representara. No quería que su carrera política terminara por actos que él no había cometido.

Jaehyun lo evadió, incluso empezó a aceptar casos al asar para simular estar ocupado. Llegaba tarde a casa, pero no siempre era por trabajo, los empleados del ministro solían perseguirlo constantemente. Jung llegó a un punto en el que ya no pasaba tanto tiempo con los niños y eso le molestó. Encaró al hombre, sin embargo sus superiores intervinieron por el ministro, obligándolo a aceptar su caso.

Aún así, había pedido evidencias de que el sujeto no era culpable. Se negaba a aceptar algo que pudiera volver a dañar la actual estabilidad con la que contaban sus pequeños. Todo parecía en orden, el sujeto era inocente y tan pronto se pusiera manos a la obra, podría volver a su rutina donde llegaba temprano a casa.

Lastimosamente no había tenido tiempo de contarle sobre estas cosas a Doyoung y eventualmente ambos terminaron peleando. Jaehyun quería explicarle que la situación era un simple malentendido, él enserio estaba poniendo de su parte para solucionarlo pero no culpaba a Kim por no creerle. A fin de cuentas, Jung estaba acostumbrado a simular que tenía todo bajo control y si algo parecía salirse de sus manos, ya estaba planificado para que ello fuese así.

Su orgullo nunca lo dejaba explicar que él también tenía debilidades o dificultades. Usualmente Doyoung lograba leer lo que realmente pensaba, muy por debajo de sus gélidas expresiones, pero si el castaño estaba molesto era obvio que no iba a reparar en tratar de leerlo. Jaehyun debía ser más comunicativo si quería que las cosas siguieran funcionando.

MID-SIS Jaedo (adaptación)Where stories live. Discover now