09 | Novio del idiota

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Mantenemos este amor en una fotografía

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-¿Qué pasa?-sonrio cuando nuestras cámaras se activan. Eren está en su auto, pero se nota que está detenido.

-¿Quieres salir?-pregunta sin vueltas.

No puedo evitar sonreír y emocionarme aún más.

-Claro.

-Que bien, estoy en la puerta de tu casa.

-Voy-corto la llamada y me pongo de pie de un tirón.

Tengo el buen hábito de levantarme y de inmediato cambiarme y maquillarme, esto hace más sencillo comenzar el día, y evita que quiera volver a dormir.

A quien engaño, solo me cambié para ir a comprar tortitas en la mañana.

Tomo un bolso y hecho rápidamente algunas cosas útiles y necesarias como dinero y pañuelos, y bajo rápidamente.

-¿Vas a salir?-pregunta mamá.

-Si, Eren me está esperando.

-Bien, diviértete.

Beso su mejilla y salgo, efectivamente el auto de Eren está allí.

Eren logró sacar su carnet de conducir bajo el programa de los 17 años, donde sólo puedes moverte por los alrededores de tu hogar y si tienes un accidente tus padres se hacen cargo, sin embargo, Eren apenas conduce, no quiere llevarle problemas a sus padres y no porque él conduzca mal, sino por las personas que se puede encontrar en el camino que no les importa nada.

En cuanto subo al auto, pone delante de mí una flor. Una gardenia.

-Gracias-beso su mejilla.

Cuando me alejo frunce el ceño, y vuelve a acercarse para besarme.

-Ahora sí.

Me sonrojo sin evitarlo, Eren siempre es capaz de avergonzarme.

-¿A dónde vamos?-pregunto acomodandome mejor y poniéndome el cinturón de seguridad.

-Podemos ir a merendar por allí, y a la noche Jean está organizando un karaoke, si quieres vamos.

-¡Si! Hace mucho que no vamos-aplaudo ligeramente.

El karaoke es algo que me fascina, nadie nunca entendería como logre tener una voz medianamente buena para que escucharme cantar no sea tortuoso, pero algunos me dicen que tal vez de tanto cantar cada día me he ido afinando sin notarlo. Aunque no me gustaría dedicarme a la música, me encanta simplemente poner una canción y cantarla a todo volumen mientras me imagino en un escenario.

Cada uno encuentra formas de no sentirse solo.

Eren conduce al centro de la ciudad y paga un estacionamiento, es prácticamente imposible estacionar en horarios picos y prefiere eso a dejarlo en algún sitio y que pase algo.

Con nuestras manos entrelazadas y hablando de trivialidades vamos a nuestra cafetería favorita. La primera vez que vinimos fue en búsqueda de Zeke, este nos había dicho que saldría con una chica y nosotros quisimos venir a espiarlo, nos daba curiosidad. Esa fue la primera vez que vi a Pieck Finger.

Finalmente ellos quedaron como amigos cuando Zeke se marchó a la universidad, pero con Eren apostamos en que regresaran en cualquier momento. De hecho, Pieck me ha confesado que siguen hablando a diario, así que solo es cuestión de tiempo.

Cliché │  Eren JaegerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora