Devorame otra vez

🔞𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 20🔞

Jonathan se tomo al pie de la letra cuidarla, le llena la bañera de agua tibia y le echa sales al baño, la introduce al agua y ella cierra los ojos, disfrutando del agua y del perfume de las sales.
- ¿Te gusta así gatita?
Ella asiente y apoya la cabeza sobre la bañera. Jonathan está sentado en el suelo, pasando los dedos sobre el agua y hace que ella se siente. Sus manos se apoyan en los hombros, masajeando con suavidad y ella respira con tranquilidad, relajándose con los masajes que le da su pareja. Le fascina que la trate de esa manera, que la colme de atenciones y la cuide.
Jonathan inclina su cuerpo y toma uno de sus pechos con su boca, pasando la lengua arriba abajo sobre su pezón erecto y ella contiene la respiración, el corazón le late rápidamente y ronronea al sentir como succiona su pecho. Se aleja suavemente para mirarla y la besa con delicadeza mientras sumerge su brazo en el agua, ella lo mira con sus ojos verdes llenas de excitación. Este le guiña el ojo y los dedos llegan a su clítoris, masturbándola con suavidad y ella apoya la espalda en la bañera.
Lleva la cabeza hacia atrás y cierra los ojos.
-Mírame gatita... abre los ojos.
Camila abre los ojos y se encuentra con sus ojos oscuros, estos la miran con tanto deseo y masajea su clítoris, introduciendo 2 dedos en su vagina y abre la boca para dejar escapar un gemido. Los dedos entran y salen dejando a la mujer al borde del precipicio.
Jonathan mira con atención como arruga el rostro y como sus ojos verdes brillan mientras está perdida en el placer, ella mueve las caderas para acompañar el ritmo de sus dedos.
Ella lo ve tan perfecto en el sexo, sabe lo que la deja completamente perdida con solo tocarla y eso está haciendo Jonathan. Camila lo toma del brazo con fuerza mientras sigue moviendo sus dedos en su vagina hasta que llega al orgasmo y su cuerpo convulsiona llena de placer.
-Dios mío.
El boxeador sonríe y besa su mejilla ruborizada.
-Me encanta verte así gatita.
Apoya la nariz en la curva de su cuello y ella trata de inflar sus pulmones.
Más tarde, la viste en silencio y ella lo mira con una sonrisa, al terminar con su camisa con volados, envuelve su cuello con los brazos y besa sus labios.
-Gracias. -Sonríe con dulzura.
Jonathan se enternece y toma su rostro con sus manos.
-Es lo menos que te mereces, mi amor. -Sonríe enamorado. -Quiero llenarte de atenciones, quiero que te sientas única porque te amo.
Sus ojos oscuros se llenan de lagrimas y ella lo mira de la misma manera.
-Te amo Jonathan.
El boxeador sonríe emocionado y la abraza con fuerza, apoyando el rostro sobre el pecho de su mujer. Por primera vez, se siente tan protegido y eso es gracias al amor de Camila, ese amor que lo hizo cambiar completamente. Ese amor que también siente por ella y la haría feliz como de lugar.
Y sabe que ella nunca le haría daño.
Al rato, Jonathan acompaña a Camila hasta su departamento y ella lo frena en la puerta.
-Hasta aquí. -Sonríe.
- ¿El que?
-Quiero que me extrañes un poco. -Sonríe como una niña.
- ¿Ah sí? -La mira con las cejas alzadas. - ¿Te estas vengando?
-Puede ser. -Traviesa.
Lo besa con delicadeza y se separa.
-Adiós mi amor.
-Eres mala. -Se muerde los labios.
Se ríen y este la abraza, no quiere separarse de ella pero es consciente que ella tiene su trabajo.
-Voy a extrañarte como un loco.
-Me gusta escuchar eso. -Acaricia su pecho. -Yo también te voy a extrañar.
Lo besa por ultima vez y lo separa.
-Es tiempo de irse papi.
Suspira con tristeza y le da un leve beso.
-Te amo, te amo.
Ella sonríe y le tira un beso antes de irse.
Cierra la puerta y se apoya cansada, la sonrisa no se borra de su rostro y mira al techo, sin poder creer como las cosas habían cambiado.
-Lo amo tanto por dios. -Susurra.
Se aleja de la puerta y se recuesta sobre el sillón para descansar.
Al rato, se quedo dormida en el sofá cuando el timbre de la puerta suena, se levanta refunfuñando y abre la puerta. Ve a Valentín del otro lado y se queda en silencio. Mirándolo de cerca se da cuenta como lo dejo Jonathan, su cara está hinchada por los golpes, tiene su uniforme de policía y su mirada es indescifrable.
- ¿Qué haces aquí?
-Vine a pedirte disculpas por lo que paso y saber como estás.
-Estoy bien y no quiero hablar de eso, lo que paso fue muy grave.
-Es que me pone mal lo que te está haciendo Camila, me da rabia porque yo te quiero.
-Y yo no siento nada por ti. -Sincera. -Lo que puedo darte es mi amistad.
- ¿Lo perdonaste?
-Basta Valentín.
- ¿Lo perdonaste? -Vuelve a repetir.
-Es mi vida y no quiero que te metas.

La mira sin expresión y cierra los ojos.
-Perdóname...
-No te preocupes... solamente quiero que no vuelva a ocurrir.
Asiente, sin atreverse a mirarla.
-Cuídate Camila.
Se aleja rápidamente de la puerta y ella se queda allí hasta que cierra la puerta.
Se siente culpable porque no quiere hacerlo sufrir a Valentin pero tiene que ser sincera, ella no lo ama y solo lo ve como un amigo.
Mira la hora que es y decide ver la tv para que el tiempo vaya pasando. Está sentada en el sillón cuando el celular empieza a sonar y ve que Jonathan la está llamando, nunca la había llamado con tanta rapidez.
- ¿Tan ansioso estás?
-Es que te extraño, quiero recuperar el tiempo que perdimos por mi culpa.
-Lo estamos haciendo, solamente hablando por teléfono lo estamos recuperando.
-Me encanta escuchar tu voz gatita, hace que sienta que te tengo cerca.
Ella sonríe muerta de amor y cierra los ojos.
- ¿Mañana nos vemos? Te espero en la puerta de tu trabajo.
Camila se ríe en silencio y su corazón galopa con fuerza.