doce

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Omnisciente

Octubre 10, 2022.

Todo el vecindario veía a la chica Halter dar vueltas por toda la ciudad, ella paseaba con su patineta por diferentes puntos de la ciudad buscando alguna oportunidad laboral que le dé ingresos de dinero inmediatos.

Quienes la conocían por estar en la plaza y en la esquina la esperan todos los días, pero ella pasa de largo y no frena. Como si no quisiese volver a su esquina o banquito.

Quienes se la cruzan dicen que sonríe por dónde vaya, pero pareciera que finge todo para no quebrarse. Incluso sus amigos la ven más diferente, cómo si estuviera perdiéndose.

Aunque ella sonría se le veía apagada, cómo antes de conocer a Jaden. Eso pensaba Nailea, quien la conoció y supo cómo estaba antes de que el chico llegara a su vida.

Jaden fue quien estuvo demasiado pendiente de Emilia, quería saber por dónde ella paseaba con su patineta.
Emilia se había vuelto a su casa el día siguiente de estar en casa de Jaden, no explico el porque y solo volvió a su hogar. Desde ese día Jaden se siente un poco alejado de ella.

También la chica rechaza el dinero que jaden le ofrece para pagar el hospital donde su madre está en terapia intensiva.

Un día de estos el se la encontró saliendo de una panadería, ella llevaba su patineta en manos y se asombró al verlo.

—Jaden que bueno verte por aquí, extrañaba mucho tu sonrisa —dijo Emilia mientras comenzaba a caminar en dirección contraria, pero de inmediato jaden la frenó.

—Espera, quiero saber si esta tarde vienes a casa a cenar, mamá quiere que vengas y yo también —dijo jaden y la chica miro el suelo nerviosa.

—No lo sé, jae, tengo algo que hacer pero si me desocupo te aviso —dijo Emilia mientras lo veía —No te sientas mal si no te veo seguido, si me alejo es por mi, solo por mi.

Jaden observó a la chica que amaba frente a el, le sonrió apenado y bajo su mirada.

—Dios sabe que lo intenté demasíado todos los años cuando mamá recaía, y ahora creo que necesito aceptar que es hora —comento Emi y jaden apretó sus labios sintiendo una gran tristeza.

Luego de eso la chica siguió su recorrido en patineta…

Emilia buscaba empleo por todos lados, suplicaba a todas las personas que la entrevistan para que le den aunque sea una oportunidad porque necesitaba el dinero. También cuando no buscaba empleo se dedicaba a vender algunas de sus pertenencias. Todo eso lo hacia a causa que tenía que pagar los servicios por tener internada a su madre en el hospital, pues no era gratis.

Cuando llegaba a casa lloraba, se descargaba y hacía lo posible para mantenerse bien. No estaba comiendo bien, eso era algo que se estaba olvidando de tantos problemas.

También estaba dejando de lado sus lugares favoritos, ahora cada vez que los veía se sentía con culpa. Según ella tenía la culpa por haber estado allí, si hubiera estado en su casa hubiera ayudado a su mamá y prevenido todo esto.

Ya no podía imaginar historias, su cabeza no daba a basto de tanto cansancio, necesitaba un descanso. Seguía contando ovejas en las noches, eso la hacía ser ella misma aunque sea por unos minutos.

Caía dormida luego de varios conteos, sentía tranquilidad al dormir, pero luego al amanecer la rutina de los últimos días daba comienzo otra vez… Estaba cómo metida en un bucle sin fin.

El día de hoy se levantó, se baño y se preparó para salir a las calles en busca de otra oportunidad, si no era por su madre era para ella… De algo tendría que vivir si su madre moría.

Mientras se preparaba para salir a las calles encontro de casualidad una pulsera que Jaden le había regalado, la tomo en manos y sonrió apenada. Se había alejado de todos, pero Jaden era lo que más le dolía… Se sentía una egoísta.

Tal vez hoy las cosas cambiarán, eso es lo que ella quiere. Decidida se coloca la pulsera y toma su patineta.

Tiene pensado ir a hablar con Jaden, ir y pedirle perdón por todo, e incluso hasta pedirle esa oportunidad de ser novios. Se siente lista y segura si es con Jaden.

"<3"

Emilia salio de su casa y comenzó su recorrido hasta la casa de Jaden, le quedaba un poco lejos pero iría igual. El sol el día de hoy estaba un poco más fuerte, sintió que había poca fuente de aire que pueda, aunque sea, refrescar su rostro. Se insulto a ella misma por no salir con una botella de agua.

Dentro de la próxima cuadra tenía varias tiendas, tal vez pasaría a comprarse un agua. Mientras avanzaba debatía si comprarla o no, no debía de gastarse el dinero que venía ahorrando… De tanto pensar no freno, siguió de largo.

Está mañana no había desayunado, otra vez. Sintió que está mañana era como todas, a diferencia que sentía sus ojos cansados, supuso que era porque anoche no había descansado tan bien.

Mientras avanzaba sentía un mareo un poco extraño, lo había sentido días anteriores y como no le pasó nada lo ignoro pensando que era normal. Los mareos nunca pasaron a mayores, no creía que este día sería diferente.

Le quedaban unas dos cuadras para llegar a casa de Jaden, esperaba que el estuviera ahí. Estaba segura de querer verlo, tenerlo a su lado y poder decirle que lo ama. Esperaba también que el sienta lo mismo y que sus sentimientos no hayan cambiado por culpa de ella durante estos días en los que se había alejado.

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Contando Ovejas; Jaden Walton Donde viven las historias. Descúbrelo ahora