capitulo 8

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" Hay una chica que viene al metro todos los días, cabello castaño, abrigada a todo dar, su gorrito de lana y sus botas.

Me estoy cuestionando decir esta frase, la castaña no había aparecido durante toda esta semana.

Hoy era domingo, de esos domingos en donde el metro se encontraba más desolado a las 2:00pm de la tarde.

De esos domingos en donde hay personas que visitan a sus familias para no quedarse aburridos en casa.

Había hecho una nueva rutina, me levantaba más temprano para irme al metro y así esperar a por ella.

Aún tenía su libro, aún no lo había abierto, aún tengo ese miedo de que llegue el día en que la castaña tenga su libro y me acuse como un ladrón.

Las personas vienen y van, bajan y suben de la locomotora, algunos escuchan mis notas tristes y me dan una pequeña monedita, otros, escuchan y sólo me ignoran, vamos que se que no soy ningún artista como Mozart.

El chirrido de la locomotora de London Waterloo hace presencia en la poco desolada estación, siento ansias, muchas en realidad.

Mi mirada se posa en las puertas de los vagones y veo a cada persona que bajá de ellos, rezando y pidiendo un regreso de ella.

Al pasar unos 10 minutos me doy por vencido, de nuevo ella no bajó del tren y mi corazón de nuevo ha decaído.

Recogiendo mis cosas de mi pequeña banca, me encamino hacia las escaleras de la estación y me paro en seco cuando a mi lado escucho su hermosa voz. "

She is Manchester Donde viven las historias. Descúbrelo ahora