Nunca supe si con sólo mirarla aunque sea unos minutos cada día, pueda ser esa gran bonita historia que necesitaba mi vida.
Terminada - Editando
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plagios
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historia protegida!
Esta obra me pertenece y esta registrad...
" Hay una chica que venía al metro todos los días, su cabello era castaño, usaba ropa poco o muy abrigada a veces, su gorrito de lana y sus botas.
Las vías del tren repiquetean contra las ruedas de este haciendo un ruido estrepitoso que me hizo salir de la mala pesadilla en la que estaba metido.
Respiro pesadamente y veo que mis manos sudan hasta no más dar, me siento mareado y melancólico, pero muy asustado.
Aquel sueño me ha dejado de piedra y mi corazón no puede latir más que rápido aunque trato de acompasar mi respiración y mis latidos como es debido.
Fue una mala idea recordar los pequeños pensamientos que en mi cabeza rondan sin vuelta atrás, ver a Manchester tendida en ese suelo rocoso me da ganas de vomitar hasta decir basta.
Todo era producto de mi imaginación y gracias al cielo que así lo era, una anciana que está a mi lado posa sus manos sobre las mías.
- Creo que le tienes fobia a los trenes hijo.
Y así es, lo aceptó había viajado con Manchester en tren a Londres pero estaba con ella, tenía a alguien a mi lado. En cambio aquí estaba yo luchando porque no me de un ataque de claustrofobia, odio los lugares pequeños y más si no estoy en compañía.
- Más diría yo que a los lugares estrechos y solos.
- Tranquilo pronto llegaremos a la estación London Waterloo.
- Eso espero siento que esto se vuelve cada vez más pequeño.
- Ya lo noto estas paliducho, toma un caramelo para que tu cara tenga un poco más de color hijo.
- Muchas gracias Sra...
- Alba, mi nombre es Alba Stone. Un gusto en conocerlo Mr..
- Horan, mi nombre es Niall Horan, muchas gracias por el caramelo Sra. Stone.
- Oh no Niall, dime Alba vamos a dejar las formalidades ya no estamos en París para hacer ello.
- Oh claro, lo siento Alba.
Las ruedas del tren hacen su sonido de chirrido y las puertas del vagón abren un minuto después, Alba se levanta del asiento y se encamina hacia la puerta y se detiene.
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- No hay problema hijo, espero que tu chica perdone lo que le hayas hecho.
