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"Nayeon, sé que quieres pollo, pero no me siento cómoda cocinándolo para ti". Mina confesó.

Le preguntó a Nayeon antes qué quería comer, y la chica dijo pollo frito.

Mina ha sido vegana desde que tenía 18 años.

La idea de cocinar carne la estaba estresando y estaba simplemente mal.

"Hmm, ok." Nayeon murmuró lentamente mirando su pulgar dañado.

Había sangre por todo el vendaje.

"¿Puedo hacerte esto?" Mina le mostró a Nayeon un ramen que encontró en uno de los gabinetes de la cocina.

Nayeon asintió con la cabeza.

"¿Siempre comes esto?" Preguntó Mina mientras recorría la cocina de Nayeon en busca de una olla para cocinar el ramen.

"Hmm, no lo sé". Nayeon no quiso responder. Tenía miedo de que la mujer la regañara por comer basura.

"Estos no son saludables". Mina la sermoneó de todos modos. "Son bajos en contenido nutritivo, altos en grasas, calorías y sodio". Mina empezó a regañar.

Luego finalmente encontró una olla colocada debajo del fregadero. Primero lavó la olla antes de usarla.

"Ni hablar de los aditivos, conservantes y colorantes artificiales que le agregan". Mina continuó regañandola mientras llenaba la olla con agua filtrada. Se sintió aliviada de que al menos Nayeon filtrara el agua.

"¿De verdad tienes que regañarme a las 2.45 a.m.?" Preguntó Nayeon.

"¿Disculpa?" Mina miró a Nayeon. "Puedo regañarte cuando quiera". Mina dijo y luego se volteó de nuevo para mirar la olla. "Las mujeres que comen esto dos veces por semana o más tienen un mayor riesgo de síndrome metabólico que las que comen menos". Por supuesto que Mina siguió hablando del tema.

"Oh Dios ..." Nayeon gimió en voz alta.

Mina sonrió en el momento en que la escuchó.

"Necesitas consumir alimentos frescos y saludables". Mina se volteo para mirar a Nayeon.

Nayeon frunció el ceño mirando a la mujer indicando que se estaba aburriendo con el tema.

"No creo que vuelva a esta hora". Mina miró su reloj.

Era demasiado tarde.

Luego se dobló ambas mangas y volvió hacia la olla.

Ella estaba esperando que el agua hirviera antes de poner los fideos.

"Ven a dormir conmigo en mi cama". Nayeon estaba sonriendo como una idiota.

"¿Quieres que te aplaste el otro pulgar?" Mina preguntó seriamente mientras ponía los fideos.

Nayeon inmediatamente dejó de sonreír.

De repente, la vicepresidenta gruñona regresó.

"Me acostare en tu sofá". Mina dijo mientras revolvía la olla. "En serio, ¿cómo puede la gente comer esto?" Mina estaba divagando para sí misma mientras miraba el ramen.

Mina apagó la estufa y buscó un recipiente.

"Ahí abajo." Nayeon señaló el gabinete.

Mina abrió el armario y vio que solo había un tazón y un plato.

"¿No tienes invitados?" Mina preguntó mientras tomaba el cuenco.

"Si. El otro día, mis amigas vinieron a comer waffles". Nayeon dijo.

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