Amor Infernal.

CAPÍTULO 2

- Bueno pues, es algo complicado... soy hija del jefe de una de las mafias más
poderosas, desde que mi madre falleció, mi padre se encargó de criar me, desde muy pequeña fui entrenada para tomar el control, en combate, venta y distribución de droga, asesinato y varias cosas más, hace dos semanas me vi en vuelta en una
disputa por un embarque de droga, me dispararon y cuando desperté me encontré aquí - dijo con seriedad.

Ángel, no cabía en sí, en verdad era ella su mejor amiga, después de su mama, Lía fue la única que lo acepto sin importar que y ahora esta con el otra vez.

Sin duda estaba feliz de estar con
ella otra vez, y si esperar más se lanzo a abrazarla, esta reacción que dejo a todos sorprendidos, pero sin duda la más sorprendida fue a la chica que no entendía por este chico que apenas conoció la abraza tan cariñosa y posesiva mente como si la conociera.

- Oye.. amigo ¿estás bien? -pregunto algo confundida sin saber cómo reaccionar.

- !!Que estás haciendo idiota!!-grito la peli-gris tratando de que soltara a la
Lobezna.

-iCarajo Vaggie!! Déjame en paz, no te metas en esto!! -grito viéndola con
molestia, regreso su mirada a la chica que aún lo miraba confundida - Lía no sabes cómo te extrañe pensé que jamás te volvería a ver - dijo con una sonrisa.

- Disculpa, pero yo no te conozco -dio separándose del abrazo en el que la tenía el chico.

- Estás jugando verdad, lo hacías cuando te enojabas conmigo, Lía, soy yo Tony me conoces desde que éramos niños - dijo sonriendo y entrando un poco en desesperación.

- Disculpa, pero en verdad no te reconozco - dio seria,

Se hizo un silencio incomodo, nadie quería meterse en esa situación tan rara e incomoda que se hacia formado en el ambiente.

-Bueno...¿quieres ver tu habitación?, debes estar cansada -Charlie decidió
romper la tensión cambiando de tema.

-Claro me vendría bien una ducha caliente dijo sonriente mientras se ponía de pie junto a la rubia.

- Bueno vamos, te mostrare tu habitación - dijo feliz mientras se encaminaba a las escalera s seguida por la chica.

Caminaron por unos minutos mientras la princesa se mostraba las instalaciones desde la cocina y biblioteca hasta las habitaciones de sus compañeros y e
vestíbulo.

- Espero que te guste en un rato puedes bajar a cenar - dijo amablemente mientras se detenía delante de una puerta roja pálido con el número 70 grabado en una
plaqueta.

-Muchas gracias, por todas tus atenciones - sonrió la Lobezna mientras se despedía de la rubia que regresaba por las escaleras.

Cuando Charlie se fue, entro y observo la habitación era bastante acogedora, tenía una cama grande, con unas lindas colchas rosa pálido, un tocador bastante surtido con maquillaje adornos para el pelo entre otras cosas, pero lo que más llamó su atención fue el gran armario repleto de ropa para toda ocasión.

Sentada en la punta de la cama, pensó en lo paso hace unos momentos en la sala, no entendía como un chico que acaba de conocer apenas hace minutos dijera que la conoce de toda la vida, si era verdad que su apariencia le resultaba familiar pero no podía recordar.

Dejo de pensar en eso y tomo dos toallas y se dirigió al baño acomodo el agua de la tina, y mientras se desnudaba, puso un poco de música en su teléfono, entro en la tina y cerro lo ojos, En verdad que necesitaba una ducha calenté para relajarse.

Mientras tanto en el vestibulo del hotel, cierta araña lujuriosa, estaba al borde de la histeria, caminaba de un lado al otro diciendo toda clase de cosas, levantando las manos para hacer énfasis en sus palabras.

-¡Cómo es posible que no se acuerde de mi ¡ ! Compartimos demasiadas cosas cuándo éramos niños! Nuestras madres nos llevaban a todos la dos juntos!l! !Lía debes estar bromeando!! -exclamo con irritación mientras daba vueltas por el lugar.

- Ángel, debes calmarte no arreglaras nada así - dijo siendo ignorada olímpicamente por el albino.

-Tranquila querida, esto se soluciona fácilmente - dijo tomado a Ángel de uno de sus brazos y sin más le soltó una bofetada que lo saco del trance.