Hermione estaba sorprendida, ahora tenía que lidiar con cinco dragones insolentes, comían mucho, eran malcriados y sus berrinches eran acorde a la personalidad de sus "amos".
Estaba exhausta.
Los dragones jugaban con los niños y estos estaban encantados y celosos a la vez, ellos no entendían porque sus papis y hermano mayor tenían un Dragón cuando ellos no los tenían. Incluso su mami pareció estar triste por un momento.
Claro que Sirius estaba grandemente encantado de esto, sobretodo cuando su papi Orión dejaba que Alnitak jugará con él, el hermoso dragón con escamas del color del cielo siseaba despacio tratando de enseñarle su lengua al joven que compartia el linaje de su amo
Liam disfrutaba de las travesuras del pequeño dragón rojizo, Rizgar, siempre estaba alentandolo para que dejara atrás la timidez, sobre todo le ayudaba a salirse con la suya cuando molestaba a sus hermanos.
Maddox en cambio había estado aprendiendo entusiasmado el lenguaje del dragón, le gustaba jugar con Leviatan, el pequeño dragón con escamas tan blancas como la nieve era serio, recto y divertido, amaba a la cría de su amo y lo cuidaba como mucho.
Reggie había tenido peleas con el pequeño y gruñón Hades, el dragón negro de su papi, era tan protector que casi siempre hacía que el niño gritara enojado. No lo dejaba hacer las cosas que sus mayores hacian y eso para Reg era un problema. Él amaba las travesuras y Hades nunca las permitía.
Adac en cambio había estado educando a su rebelde dragón, Perseus, era tan imperactivo y travieso que le costaba mantener el control, le había quemado el cabello en dos ocasiones y solía comerse sus bocadillos o tomar las cosas brillantes que le gustaban.
El escurridizo dragón de escamas verdes y ojos extrañamente rosas era tan problemático que Hermione solía burlarse de él, ahora incluso su "padre" Allan, estaba tratando de ayudarlo a controlarlo.
¡Era demasiado rebelde!
Ahí en medio del día pacifico, pero lluvioso estaban en el interior de la mansión Malfoy con todos los niños jugando corriendo de un lado a otro tratando de evitar ser atrapados por los pequeños, pero ágiles dragones.
Las risas alegres mantenían a todos los adultos con una sonrisa agradable, el ambiente era cálido y hogareño, por alguna razón todos ellos se sintieron como una gran familia.
— Por favor — Draco le rogó a su contraparte, eran dos copias al carbón.
Adac rodo los ojos, fastidiado de sí mismo, al final asintió y casi lamento su decisión cuando el chillido enloquecido de Draco estuvo a un decibel de dejarlo sordo.
Lucius se rió con cariño, su propio orgullo de ver a sus dos hijos —aún si el árbol genealógico de los Prince aceptaban a Adac como uno— jugando y cuidando de los demás, eran sensatos e irresponsables a la vez que daba risa.
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Ꮲꭺꭱꭺꭰꮻꭻꭺ
FanfictionCLASIFICACIÓN +19 Historia después de la guerra, muchas vidas fueron cobradas de ambos bandos. Un hechizo que salio mal, oscuridad, confusión y un lugar totalmente diferente al que había dejado minutos atrás recibieron a Hermione Granger, pero no er...