¡𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐞𝐬 𝐠𝐚𝐲¡

01

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El viento se colaba por las ventanas de la oscura habitación, creando un ambiente fresco y agradable para ambos jóvenes que se hallaban frente a frente, con las piernas cruzadas y una charla animada.

Eran las tres de la mañana y ellos seguían despiertos, platicando sobre cualquier cosa que les había pasado en su día, pues al no estudiar juntos, sus charlas eran muy diferentes. Derek ya era un universitario, estaba en su primer año y pues Stiles apenas estaba por acabar bachilleres, así que si vida era diferente, pero sin duda su amistad seguía igual de fortalecida.

—Mmm..., ¿me prestas tu baño?— Stiles preguntó, notando lo apretado que sus pantalones de dormir estaban sintiéndose. —¿Y también algo de lubricante?—La cara de Derek fue todo para que soltará una carcajada. —No tienes.

—¿Por qué tendría? Nunca he tenido sexo y bueno, tampoco he considerado tenerlo, no tengo nada de eso en mi habitación. —No es posible que no tengas una erección ahora, estamos charlando, ¿en qué tanto piensas, pervertido?

—Recordaba un vídeo porno, lo siento. —Sin pena alguna, pasó su mano por encima de la tela, justo arriba de su erección, reglamente no le importaba que su mejor amigo estuviera viendolo, era algo normal entre ellos. Derek era heterosexual, no tendría por qué afectarle ¿cierto?

Hale posó su vista en aquella mano que hacía una leve presión en aquella carne y que se movía de arriba hacia abajo de manera lenta. Pasó saliva con dificultad, no es que le incomodara ver cómo su mejor amigo hacía uso de su confianza de manera descarada, lo que pasaba era que el simple hecho de mirar a su amigo, su cuerpo se sentía extraño.

Nunca lo dió a saber, pero su corazón palpitaba con dificultad y algo en su vientre se removía.

Stiles se percató de la mirada de su mayor, se pregunto si sentía asco, así que prefirió parar y mejor atender su emergencia en el baño, lo que menos quería era incomodar a su amigo, eso podría terminar mal. Tal vez Derek era un chico calmado y sereno, pero no por eso abusaría de aquella personalidad tan linda.

—Lo siento, ¿te incomode? —El castaño alejo su mano de su erección y miro avergonzado a su mayor.

Pero Derek no dijo nada, solo se le quedó mirando en el mismo lugar, como un gatito curioso y si que lo era.

Stilinski creyó que el pelinegro estaba enojado, pero cuando sintió una mano sobre su pene, todas las alertas de su cabeza parecieron encenderse, ¿que mierda estaba pasando? miro de nuevo a su mayor, queriendo preguntarle a través de la mirada que sucedía, pero éste parecía estar más concentrado en acariciar su erección.

Todo su cuerpo sufrió un espasmo, y es que seguía en trance, su mejor amigo no podía estar agarrándole esa zona, estaba mal, sobre todo por qué Derek era un chico heterosexual, y lo que hacía era todo, menos eso.

—¿Que se siente tocar a alguien?—Fue un pequeño susurro, pero el castaño pudo escucharlo perfectamente. —Esta muy duro.—Afirmo, deslizando sus dedos hasta el elástico del pantalón volviendo a alarmar al más menor.

—¡Hey, hey¡ ¿Que haces?—Stiles tomo la mano de Derek deteniendo sus movimientos. —¿Sabes lo que estás haciendo? Derek, que yo sepa, eres heterosexual ¿o es que cambiaste de orientación y no me lo dijiste?

Pero el de ojos verdes volvió a ignorarlo. Derek parecía no estar en esa realidad y era cierto, en su mente solo podía repetirse una y otra vez la frase: «¿Que se sentirá el pene de Stiles entre mis dedos?» no lo culpen, él solo estaba siendo curioso, como todo ser humano ¿no?

Por otro lado, Stiles no hizo el intento de detener esa mano traviesa que se habría pasó en sus pantaloncillos. Su exitación estaba aumentando conforme la mirada de su mayor se oscurecía, sabía que estaba mal estarse dejando de esa forma y sin haber hablado correctamente, pero el ambiente que había estado frío: se tornó caliente junto a sus respiraciones aceleradas y las palpitaciones en el pene del menor.

La mano aspera, fría y grande de Hale, estaba envuelta por completo en ese pedazo de carne que se volvía cada vez más dura, alzándose con orgullo en su posición en la espera de ser atendida de la forma que fuese.

Pronto ambas miradas se conectaron, Stiles estaba sonrojado hasta las orejas y cuello, su frente perlada en sudor y su boca semi abierta por la falta de oxígeno, mientras que Derek se encontraba de la misma forma, con los ojos puesto en su amigo, como queriendo decirle que ni el sabía lo que hacía.

Un gemido broto desde la garganta del menor, pues la mano de Derek recorría con experiencia su intimidad. El dedo pulgar hacía círculos en el glande, justo arriba de la uretra; esparciendo el líquido preseminal y mojando sus dedos, al parecer no le daba  asco, incluso su boca parecía estar salivando más de lo normal y en su mente solo podía imaginarse el pene de Stilinski.

Stiles se cubrió la boca con su mano en cuanto los movimientos de arriba hacia abajo comenzaron, primero de manera lenta hasta irse a lo más rápido, ocasionando un pequeño sonido de chapoteo.

La posición era incómoda, pero para ambos amigos no era muy importante ahora. Derek quería quitarle ese pantalón para poder apreciar la carne debajo de él, pero eso sería ir un poco más lejos, así que solo se conformó con tocar y ayudarle a Stiles con su gran problema.

El pantalón del pelinegro comenzó a apretar, sintió su pene endurecerse y se sonrojó aún más, porque estaba excitándose mientras masturbaba a un hombre, pero no a cualquiera, a su mejor amigo.

¡Era heterosexual! Pero ahora dudaba sobre eso.

Pasaron unos cuantos minutos más, dónde Derek estaba perdido en su pensamientos, cuestionando sus acciones y en dónde Stiles no podía pensar en otra cosa que no fuera la mano del mayor y la presión en su vientre, revelando la venida de su orgasmo.

Hale volvió en si cuando su mano se sintió más húmeda y en dónde un gemido se escuchó cerca de su oído, erizando lo vellos de su nuca. El castaño había llegado a su límite y junto a eso, había manchado la mano del pelinegro.

Hale sacó su mano cubierta por el semen del menor, quien yacía avergonzado. Stilinski busco en la mesita de noche un par de servilletas para limpiar la mano del mayor, pero su sorpresa fue tan grande que sintió su pene endurecerse de a poco y su interior comprimirse por la caliente y exitante imagen.

—¿Acabas de hacerlo?—Stiles preguntó, con los ojos dilatados y la boca entreabierta.

—¿Sabes? Deberías comer más piña, está un poco amargo...

Ahora Derek se encontraba con la boca llena de semen y una sonrisa tímida en los labios.

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