Capítulo 2: Caos

1.5K 70 28
                                    


Había estado muy aturdida intentando no caer en un episodio, aturdida por que lo que habían dicho Tamara y la chica nueva sólo fuera un mentira. Pero no lo era.

Mis ojos querían escocer, pero no lo permití.

—Debí de haberlo supuesto. —Hice un esfuerzo de sonrisa mientras cruzaba mis brazos sobre mi pecho.

—Liz, esto no… —lo interrumpí antes de que siquiera intentara seguir.

—Te enojabas conmigo por traer poca ropa, por hablar demás con tus amigos, por no estar lo suficiente pegada a ti. ¿Y me haces esto?

—Es tu culpa.

—¿Con qué puta excusa me vas a venir ahora, Matt? ¿Vas a decir que ahora es mi culpa por traer una puta falda o porque no te llego a satisfacer? ¿Es eso? —Intentó hablar, pero lo volví a interrumpir —No quiero que en tu puta vida quieras volver conmigo, creí en ti, fui una idiota contigo y te vas a la primera con otra.

—Últimamente no querías estar conmigo, ¿crees que no me di cuenta? ¿Que yo siendo hombre iba a esperar a que se te diera la gana de satisfacerme?

—Das asco

Me alejé, ocultando todos los sentimientos que querían surgir en una sola exhalación, pero no los dejé.

Sentí un apretón algo fuerte en mi brazo tras dar dos pasos.

—Repite esas palabras —ordena y mi sangre hierve.

—Das. Asco —repito con repulsión.

—Sólo estás buscando atención ¿verdad? Siempre se ha tratado de eso.

—Estás mal —mi barbilla tiembla y no sé el por qué—. Suéltame y vuelve con tu amante —espeto.

—No —aprieta su mandíbula. Me acerca hacia él.

—Suéltame —pido en un quejido. Joder.

Su mano que antes estaba en mi brazo, sube a mi muñeca y atrapa mis dos muñecas en un movimiento rápido, inmovilizándome contra la pared.

No, joder, no.

—Déjame, por favor —las lágrimas quieren brotar de mis ojos, pero los cierro sin demostrarle el cómo estoy.

Su lengua comienza en mi pómulo izquierdo y sólo puedo sentir asco, repugnancia hacia mí por no tener el poder y la fuerza de alejarlo, el disgusto hacia su lengua y mi cuerpo.

Por favor —suplico.

—Dame una disculpa. —Ordena y su lengua comienza a bajar, no, no, basta por favor.

—¿Disculpa por qué?

—Dime que te arrepientes, dime que no te doy asco.

El llanto es inevitable. Mi cuerpo aún lo extraña, la parte que no lo quería soltar está ahí latente, aquella parte que antes no lo podía soltar ahora lo repudia. Y yo lo hago mil veces más.

—Suéltame —vuelvo a pedir, pero mi voz es tan baja que sólo lo llega a escuchar él.

—Suéltala —pronuncia Natasha, de quien menos lo esperé, pero ahí está, ella.

—Primero que me pida disculpas —su lengua succiona una parte de mi cuello sensible, su agarre se aprieta aún más, su mano atrapando mis dos muñecas y su otra mano alrededor de mi garganta, dándome una mínima estancia del aire.

—No voy a hacer esa mierda —espeté. Por favor, sólo déjame.

No sé cuánto tiempo ha pasado, los segundos son minutos y los minutos son horas. Estoy a punto de rendirme y decir aquellas palabras que él espera cuando…

—Si no la sueltas ya mismo vas a tener tu cabeza sangrando contra esa misma pared en la que la tienes acorralada —un escalofrío pasa por toda mi columna al escuchas sus palabras. Volteo mi mirada hacia él, notando cómo Natasha está detrás con el celular en su mano y a él tapándola. Ella lo llamó, sospecho.

—Vamos, sólo tiene que decir las palabras mágicas —suelta el idiota.

Mis ojos se cierran del dolor al sentir cómo por un milisegundo él ha apretado su agarre aún más.

—No va a decir una jodida mierda. —Espeta Alex y esta vez no habla, sólo actúa. Las manos con las que Matt me tenía sometida hace tan sólo unos segundos están juntas en unos puños buscando la forma de defenderse a los puños de Alex y yo respiro, simplemente respiro, busco el aire que no encuentro, mi vista se nubla, mis nervios van a estallar y mis manos sudan. El aire que tanto buscaba no lo encuentro y corro rápido a cualquier otro lugar que no esté lleno. Sólo necesito espacio, me digo a mí misma. No es nada, simplemente estoy aturdida.

Sólo necesito calmarme… no va a pasar nada, no me voy a asfixiar, no va a pasar nada.

Me fijo en mis músculos, intentando relajarlos uno por uno pero no lo logro, mi mente se me nubla y todo me destruye por dentro, mis pulmones no dan más y caigo, caigo y mis brazos y piernas dan con el piso pegándome un fuerte golpe, pero lo único en lo que puedo pensar es en cómo mi respiración no da más, el cómo no siento el oxígeno y mis pulmones no dan.

Mis ojos se cristalizan una vez más y mi pecho arde.

Sólo enfócate en tu respiración, sólo enfócate en exhalar e inspirar, me repito por milésima vez y aún no lo logro.

—Izzy, ven, respira conmigo —escucho su voz, su maldita voz.

Mi mirada cae, aprieto mis puños a tal punto que mis nudillos están blancos e intento respirar otra vez.

Me voy a asfixiar.

Sus manos me atrapan, sus jodidos brazos están a mi alrededor, mi mirada sube y aquella furia que antes estaba en sus ojos es cambiada por una emoción que no logro descifrar, pero se siente casi igual a la paz.

—Puedes respirar conmigo ¿vale?

Intento formular unas palabras pero no lo logro.

—No tienes que hablar, sólo enfócate en tus respiraciones. —Niego, mis ojos pican—Me niegas pero yo sé que puedes, porque en realidad tienes la fuerza de para hacerlo. Confías en mí ¿verdad? —Asiento— Yo también confío en ti, confío en que podrás con esto, confío en que eres lo suficientemente fuerte para pasar esto.

Intento concentrarme en mis respiraciones mientras sus palabras cavan algo dentro, profundo y catastrófico a la vez dentro de mí. Entonces suelto un sollozo y me aferro a su pecho.

⊰ 📖 ⊱┈───╌• 🪪 •╌───┈⊰ 📖 ⊱

Síp, ha sido un capítulo algo corto, pero es un capítulo en el que al escribir esto tenía que parar por unos minutos porque no lo aguantaba, simplemente no podía. Y por eso lo he dejado así.

Espero lo hayan disfrutado. <3

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 23, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Ecos De Un Corazón  (en edición) Where stories live. Discover now