"Vuelve a mí"

10. "Conflicto"

Si me matan, la historia no termina

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Los días pasaron rápidamente hasta convertirse en dos semanas, para algunos este tiempo pasaba de forma tortuosa y para otros de forma incómoda. Sin embargo, esto no impidió que la mayoría disfrutará de la compañía de los primeros jinetes de dragones.

Esto trajo tranquilidad y esperanza para la mayoría de los habitantes quienes esperan ansiosos la culminación de esta infinita guerra, pero una pequeña parte miraban de forma recelosa a los jinetes y más de uno sentía la desconfianza que los sucesos anteriores habían dejado en ellos.

El tiempo pasó entre explicaciones de cómo se abastecen las Islas a cargo de Hipo, los inventos de este mismo para facilitarles la vida y la información que tenían hasta el momento de los Cazadores de Dragones.
La incomodidad entre los nuevos jinetes y los berkianos era palpable, aún así todos habían acordado mantener a raya sus sentimientos y  comportarse con madures. Obviamente eso no fue un impedimento para los gemelos de seguir con sus bromas al dios Loki.

Hasta cierto punto, las cosas volvían hacer las de antes.. al menos la mayoría.

Para nadie era secreto la tensión entre su Líder y su colíder, porque para sorpresa de todos Astrid volvió a ser la segunda al mando en el grupo, pero nadie puso resistencia porque sabían que la vikinga era más que capaz.

Su único temor era que tanto Hipo cómo Astrid no soportarán mucho tiempo el comportarse como si nunca hubiera existido algo entre ellos, era cuestión de tiempo para que esa bomba estallara y terminara por romper lo poco que seguían teniendo.
Por otro lado, los cazadores habían estado sorprendentemente tranquilos durante ese tiempo.

Lo que les causaba preocupación y tranquilidad en partes iguales, porque lo último que querían era saber algo de ellos en estos momentos.
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En la cima de una colina de esa inmensa Isla se encontraba el Jefe de esta misma.

Pensando en todo lo que estaba pasando y las cosas que probablemente podrían pasar. Su mente lo tenía cautivo en el doloroso recuerdo de esa mirada azul que solo reflejaba decepción y dolor puro.

Una parte de su corazón, que creía ya muerta, anhelaba saciar el dolor de esos ojos para no verlos derramar más lágrimas. Pero su parte racional, y la que incluía sus principios morales, le recordaba que ya tenía a alguien más a su lado.

Alguien a quien había prometido proteger y amar.

Sabía que por mucho que le doliera verla sufrir no podía poner sus sentimientos por encima de la seguridad de su gente y de su objetivo por terminar con esta maldita guerra.

Sentía que estaba atrapado en un círculo vicioso en dónde se repetía una y otra vez la misma situación; pena, dolor, frustración, irá y tristeza.

A veces, para recordarle a su cabeza que podía sentir más emociones que esas, solo le bastaba con un roce de manos que un principio se sentían ajenas hacía su piel. Con el tiempo se fue acostumbrado a esa calidez, suavidad y consuelo.

Pero.. ahora mismo, su piel reclamaba algo más o.. a alguien más.

Hubiera seguido con ese hilo de pensamientos de no ser por la mano que se posó suavemente sobre su hombro y que se deslizó con la misma delicadeza por su brazo hasta llegar a su mano, para dar un ligero apretón como último y para brindarle algo de consuelo.

Camicazi.

Sabía que su corazón, lealtad y pensamientos ahora le debían pertenecer a ella. Y no podía sentirse más culpable bajo la mirada de amor que ella todavía le dedicaba.