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Tae me miró a lo lejos para dedicarme una sonrisa ladina, sin embargo, mi expresión reflejaba temor. Observé las pequeñas escaleras del carruaje, dudosa. Las concubinas estaban en fila a ambos costados, mirándome, esperando que subiera. Mis manos comenzaron a sudar, entonces miré a Jisoo mezclada en una de las filas, ella me hizo señas con la mirada para que subiera. Tomé todo el aire que pude y subí al carruaje, sentándome al lado del príncipe heredero. Así los caballos comenzaron a cabalgar y el desfile comenzó. El carruaje del Rey y la Reina iban delante, y nosotros íbamos después de ellos, seguidos por los trabajadores del palacio. Es una sencilla costumbre de la capital hacer este recorrido un día antes de que un futuro gobernador se case. Así que seguramente la Dahyung que nos vea entre la multitud entenderá mi expresión y se burlará de mí hasta mi muerte. Comenzamos a saludar a las personas a medida que avanzábamos, ellos hacían bulla, felices, celebrando el amor, o eso creían ellos. 

-Aún no me das la respuesta a la propuesta de la otra noche. - susurró Tae muy cerca a mi oído, logrando que la piel se me erizara. Entonces aprovechó eso, para sostener mi mano. Si la mano que las demás personas no veían, y la entrelazó con la suya. Gracias a eso mi pulso subió y mi pecho palpitó como loco. Miré nuestras manos por un segundo, y luego le miré a él. Pero parecía estar bien, sonriente, mientras agitaba la mano, saludando. Así, por un momento deseé experimentar esto sin los caballos, sin la multitud, sin los carruajes o por lo menos solos, sin ser una atracción para las personas del reino. Para así poder determinar por qué mi pecho se enciende con un simple agarre de manos. Me da curiosidad saber si en otra situación me hubiera podido enamorar de Taehyung. 

-QUÉ ES ESO?!- se escuchó a alguien gritar, entonces todos comenzamos a voltear en aquella dirección, donde se veía algo negro en la cima de la muralla que da a la salida de la capital. Inmediatamente algo cortando el viendo llegó a la madera del carruaje frente a nosotros, era una flecha, llena de fuego. El carruaje rápidamente comenzó a partirse consumiéndose, y después de esa, miles de flechas cayeron sin parar una tras otra. Los caballos se volvieron locos y el carruaje comenzó a avanzar a una velocidad incontrolable. 

-_____! - gritó Tae, jalándome a él, para que un pedazo de poste no me pegara. Sin embargo, él perdió el equilibro y gracias al movimiento desenfrenado se cayó del carruaje. Volteé preocupada, no obstante, no pude ver que le había pasado, ya que necesitaba toda mi atención en mis manos y piernas, para no caerme. El hombre encargado de los caballos intentaba tranquilizarlos, pero las insistentes flechas cayendo e incendiando todo no ayudaban mucho. Hasta que la madera no aguantó más y se quebró, tirándome fuertemente al suelo, rodé en la tierra unos segundos y como pude me puse de pie. Al mirar todo a mi alrededor, estaba hecho un caos. Todos corriendo por su vida, algunos llorando a un ser querido al que una flecha atravesó. Sin pensarlo mucho, corrí cubriéndome con lo que podía, intentando buscar a Tae, Jisoo, Dahyung, a quien sea, lo único que quería era que estuvieran bien. 

-mierda!- me quejé, mirando mi pierna, ya que una flecha la había rosado, sacándome algo de sangre. Noté entonces que un bandido con un velo cubriendo su rostro, intentaban llevarse a una de las concubinas, entonces cogí un pedazo de madera del piso y corrí a la espalda del bandido, dándole un fuerte golpe, él gruñó molesto. Sin embargo, no le hice ni un rasguño, solo sirvió para que volteara a verme con ojos de carnicero.- Corre!- le pedí a la chica, ella me hizo caso sin pensarlo, y yo intente lo mismo, pero el fuerte golpe de una piedra en mi espalda logro que cayera al piso de frente. El hombre agarró mi tobillo y comenzó a arrastrarme hasta su caballo. Así supe cuál era su plan, arrastrarme por el piso mientras el cabalga. Comencé a forcejar ya con la desesperación apoderándose de mí, pero todo era en vano. Logró hacer lo que quería y comenzó a cabalgar, haciendo que cada cosa del piso se sintiera como lava en mi piel. Sin dudarlo grité desesperada, pero los gritos de desesperación abundaban por todos lados, entonces mi voz solo se perdía con las demás. Como último recurso intenté llegar a mi tobillo para desatarlo, pero el fuerte movimiento simplemente no me lo permitía.

 A un costado vi como uno de los ginetes con la tela negra cubriendo su rostro, cabalgaba hacía nosotros, ágilmente cortó la soga que me arrastraba y me miró por un momento a través de la oscuridad que la capucha y la tela creaban en su incógnito rostro. Un aldeano junto a un guardia del reino corrieron a él, este rápidamente se defendió, entonces me volví a levantar como pude y volví a correr. Volteé atrás y vi como el hombre me seguía sobre su caballo, entonces me adentré a un pequeño callejón, esperando perderlo. Eso solo sirvió para que otro de los bandidos corriera a mí, intentando apuñalarme con una navaja. Así, otra flecha se hizo presente, atravesando a aquel hombre, este cayó al suelo dejando ver tras él al mismo jinete de antes, con un arco y una fecha. 

-¿qué mierda quieres?!! - le grité con la fuerza que me quedaba. 

-Malditooo!!- gritó otro aldeano saliendo de la nada y se abalanzó sobre él, logrando tirarlo del caballo, este le pegó tras la nuca con el mango de su espada, dejándolo inconsciente, sin matarlo. Entonces se puso de pie, envainando su espada al lado de su cintura. A verlo de pie, abrí mis ojos lo más que pude, ya que el velo se le había caído, dejando ver ese rostro que no confundiría ni a miles de kilómetros. -¿Jung...kook? - susurré, incrédula. Él volvió a ponerse su velo, de una forma tranquila, para luego montarse en el caballo de nuevo. El animal dio unos pasos hacia mí, y él me extendió su mano. La miré por un momento, insegura. ¿realmente este hombre con hanbok negro es... el comandante de este reino? No lo sé. Lo único que sé es que es Jungkook, entonces tomé su mano fuertemente, y me monté tras él, pasando mis brazos por su torso, sujetándome a él como si de eso dependiera mi vida. 

DI MI NOMBRE (Jungkook & Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora