𝟬𝟯 🧤⤸₊ ❝ episodio tres ❞

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   Adalia se incorporó sobresaltada. La Luna aún brillaba al otro lado de la ventana de su habitación, la noche era fría y silenciosa. Revisó su teléfono, la hora marcando las tres de la madrugada. Sacudió la cabeza e intentó pensar en porqué se había levantado. Una pesadilla. Últimamente estaba durmiendo mejor, claro, había conseguido alejar los malos sueños o despertarse de estos, como esa noche.

  Pero no se iban. Seguían sucediendo.

   Salió de la cama por un vaso con agua.

   Bajó los escalones y llegó a la cocina, mientras terminaba de servirse en su jarra, notó la puerta del estudio de Alex abierta y las luces encendidas. Tomó el vaso en una mano y se internó en la habitación esperando ver a su tía ahí, probablemente trabajando hasta tarde.

  Pero no había nadie.

  Sobre un desordenado escritorio, plagado de papeles y de viejos libros, notó una carpeta apartada en donde se leía: Datos Recopilados sobre la Matamorfosis de un Hombre Lobo. Se sentó con cuidado en el escritorio y la ojeó, prestando atención a todo lo que había apuntado y escrito Alex en las últimas semanas. Con algo de suerte el Ministerio lo exibiría en las escuelas y lo añadiría al programa escolar....

El Programa Escolar.

  Ada suspiró pensando en la reapertura de Hogwarts. El tiempo no se detenía por nadie... Y la hora de tomar una decisión se acercaba. La bruja guardó la investigación de Alex, dejándola donde la había encontrado y salió del estudio apagando la luz.

— A la señorita Lupin no le gustará saber que usted andaba fisgoneando sus cosas. — dijo con voz petulante una de las damas del cuadro de la chimenea.

— ¿Ustedes no duermen o qué? — Adalia las ignoró subiendo las escaleras.

   La castaña se peguntó entonces porqué Alex había dejado el estudio abierto y con las luces encendidas... Se asomó en el cuarto de la Lulin pero, para aumentar su curiosidad, no estaba allí.

***

— Yo no tengo cola. — Ada oyó decir a Scott.

— Seguro que aún no te ha crecido. — le respondió Allison.

  A la mañana siguiente, en clase de gimnasia. Adalia miró el enorme muro que debía escalar. En ese momento Scott y Allison estaban subiendo mientras conversaban o coqueteaban entre ellos. El caso es que, la castaña sintió cómo Stiles apoyaba su brazo en su hombro antes de decirle:

— Te ves horrible.

— Gracias. — le sonrió. — Con estas mismas pintas te patearé el trasero ahí arriba.

— Yo... No lo dudo. — Ada se rió con suavidad a su lado. Entonces, Scott cayó frente a sus pies al ser empujado por Allison (cosas de novios) y la risa de ambos se intensificó.

— McCall, no sé por qué, pero tu dolor me produce una especie de satisfacción especial, ¿Sabes?— le dijo el entrenador. — De acuerdo, los dos siguientes... Potter, Stilinski, vamos...

   Adalia lucía muy linda con su coleta atada muy arriba, aún así no se escapó de los comentarios.

— ¿No es la de los ataques de pánico? ¿Crees que llegará arriba o se desmayará antes de ponerse la cuerda?

— Yo digo que fingirá una de sus crisis para no hacer el ejercicio.

   Adalia parpadeó, invisibilizando las demás voces y concentrándose en el primer paso. Ponerse el equipo.

REVOLUTION ⭒ hp & twWhere stories live. Discover now