Vampire Blood [Jerza, Grayza] - Fairy Tail (EN EDICIÓN)

CAPÍTULO 6

ENTRADA:

Mi hermano caminaba de un lado a otro con el maldito libro que no tenía nada que nos pudiera ayudar, mientras yo sostenía mi cabello entre mis palmas. Ultear Milkovich no había llegado sola a Magnolia, habían más de ellos en esta ciudad, estaba seguro. Aunque por alguna extraña razón, no los podíamos sentir.

Gray: No puede ser que sea tan maldita -gritó enojado-
Jellal: No creas que ella hará la misma dieta animal que nosotros hacemos.
Gray: Lo único que está haciendo es exponernos, Jellal -me dijo furioso- Hay que detenerla, no sé cómo demonios lo vamos a hacer, pero la vamos a detener, ¿me escuchaste? -respiraba agitado-
Ultear: Yo siendo tú, no me meto en eso.

Ambos la volteamos a ver. Estaba sentada en uno de los sillones cerca de la chimenea, con su misma expresión de arrogancia y superioridad, con su actitud y apariencia de "chica mala" esa era ella, hermosa y malvada.

Ultear: Deberían dejar de nombrar a los demonios, ya saben el problema que tuvimos con ellos 145 años atrás -dijo arrogante-
Gray: Nos estás exponiendo -dijo enojado acercándose a ella-
Ultear: ¡Uy! lamento no poder alimentarme solo de sangre animal como lo hacen ustedes -sonrió de lado-
Jellal: Si sigues haciéndolo, nos podrían capturar y lo sabes-dije mirándola a los ojos-
Ultear: ¿Si saben que no lo dejaré de hacer? -dijo mirándonos- Eliminaré la evidencia, lindos.
Gray: ¿A qué juegas?
Ultear: Trato de acoplarme a este estúpido siglo -dijo sonriendo-
Jellal: Mantente alejada de ella.
Ultear: A ver si me entiendes, Jellal -apareció delante mío de repente- Yo necesito su alma -dijo lentamente- Yo necesito matarla -se acercó- Y sabes que la única forma que hay para terminar conmigo es que Erza Scarlet se convierta -se inclinó quedando sus labios a un solo movimiento de unirse con los míos- Y nosotros sabemos que ni tú ni Gray la van a arriesgar -sonrió- Esto no es crepúsculo, Jellal-susurró- Pero aún no la voy a matar -se separó de mí- Me quiero divertir un poco con ella, ya saben... presentarme y hacerle la vida imposible -dijo divertida- Luego la mataré.
Gray: Primero tendrás que matar a Jellal -dijo como si nada-
Ultear: No lo niegues, Gray. A ti también te interesa esa chica, porque no es secreto que es idéntica a mí -rio- Primero se va ella y luego se van ustedes -alzó una ceja-
Jellal: Si es necesario seguir a Erza hasta cuando vaya al baño, para que tu no la lastimes, entonces lo haremos -le advertí- No te vas a salir con la tuya.
Ultear: Ya lo dije chicos, solo la niña linda me puede derrotar y ella no se va a convertir en vampiro porque ustedes saben lo que eso implica -malvada, justo como la recordaba-
Gray: Si te acercas a ella, no me va a temblar la mano para clavarte una estaca en tu podrido corazón, Milkovich -dijo acercándose a ella-
Ultear: Quiero verte intentarlo -se acercó a él- sexy como siempre, Gray.
Gray: Podrás ser el corazón de esto, Ultear, pero eres un vampiro y como todos, sabemos que la madera y el fuego son nuestros peores enemigos.
Ultear: A ver, cariño -dio un paso hacia adelante- Yo sé cuáles son los peligros de un vampiro, sé que estoy expuesta pero, ¿sabes algo? -se acercó más a Gray, a pocos centímetros de invadir el espacio personal- Si tú me tocas un pelo, la que saldrá sufriendo no soy yo, sino el hermoso doppelgänger, aunque eso sería lo mejor- hizo una pausa-como en los viejos tiempos... los hermanos Fullbuster enamorados de la misma chica, distanciados únicamente por el amor de una mujer- sonrío al recordarnos el pasado - No vine sola, chicos. Ustedes saben que Ultear Milkovich siempre está bien acompañada.
Gray: Tú sabes con quiénes te estás metiendo -Gray realmente la estaba enfrentado-
Ultear: A diferencia de Jellal, tú, mi querido Gray, aún sigues enamorado de mí -le sonrió-

Ya veía venir el ataque de alguno de los dos, pero justo cuando Gray se movió, Ultear salió de la casa.

Él me miró, podía ver como seguía maldiciendo en voz baja, como si la quisiera matar de una sola vez y terminar con todo el maldito infierno que nos hacía vivir.

Gray: Ninguno de los dos se va a separar de Erza ni un solo minuto -me ordenó- Vas a tener un nuevo compañero, Jellal. Pregúntale a Lucy si Erza ya está en su casa, esa loca se va a divertir -lo miré- ¡Hazlo ahora hombre! -me gritó enojado-

Saqué mi celular tan rápido que casi se me cae al suelo, este Gray no era el mismo de la mañana.

"Lucy, ¿han llevado a Erza a su casa?" -teclee-

"Está en su casa, sana y salva con su madre, aunque estaba un poco extraña, decía cosas muy estúpidas".

"Gracias por la información, Lucy".

Jellal: Está en su casa -le informé a mi hermano-
Gray: Ve a su casa, cierra todas sus ventanas y dale verbena -me ordenó - Yo me voy a quedar a investigar cómo diablos deshacerme de Ultear -me miró- Ella no está jugando, Jellal.
Jellal: Lo entiendo -dije serio y me puse de pie-
Gray: Ten cuidado -solo asentí-

Tomé las llaves del auto y me subí a este, arrancando tan rápido como me lo permitía la máquina. Este lugar era temeroso y sabiendo que no éramos los únicos de nuestra especie en este lugar, lo hacía aún más peligroso. Sabía, yo sabía a qué nos enfrentamos con esa loca, sabía que no se quedaría de brazos cruzados y que vendría a generar la miseria, como siempre lo ha hecho.

Conduje unos 15 minutos más hasta aparcar frente a la casa de los Scarlet, salí lo más rápido que pude y toqué la puerta, la señora Irene Scarlet me miró de arriba a abajo para luego sonreírme.

Jellal: ¿Cómo está, señora Scarlet? -pregunté amable-
Irene: ¿Eres el joven que llevó a mi hija al hospital? -asentí con la cabeza- Me alegra verte de nuevo y gracias por ayudar a Erza.
Jellal: Cualquiera en mi lugar hubiera hecho lo mismo-le sonreí- Disculpe si vengo muy tarde es que me quedé preocupado por ella y quería venir a verla -ella sonrió-
Irene: Claro que puedes verla, está arriba en su habitación -señaló las escaleras-Jellal: ¿Me invita a pasar? -ella me vio raro-
Irene: Puedes pasar -me abrió paso-
Jellal: Gracias -sonreí para luego poner un pie dentro de la casa-

Subí las escaleras lo más rápido que pude y detecté su habitación. Asomé mi cabeza por la puerta y ella me miró para luego sonreír.

Erza: Hola -me miró sonriendo- Pasa -le hice caso y caminé hasta su cama- ¿Qué haces aquí?
Jellal: Quería asegurarme que estabas bien -ella me miró a los ojos, era adorable- Te he traído algo -busqué el collar en el bolsillo-
Erza: ¿Un collar? -lo tomó entre sus manos- ¿Por qué?
Jellal: Lo he visto camino a casa y me pareció que se te vería lindo -le sonreí-
Erza: Gracias, está hermoso -dijo feliz- ¿Me lo pondrías? -asentí-

Se levantó un poco de la cama hasta quedar sentada en ella, apartó su cabello liso y me dio paso a que colocara el collar. Cuando aseguré el cierre, aparté mis manos de su cuello. Estábamos a muy pocos centímetros y por impulso propio, la besé.

Sentí como mis colmillos salían y como la vista me ardía, no ahora. Aparté mi cara haciendo que ella no la viera, no la quería asustar. Cuando todo estuvo bien la volví a mirar, estaba sonrojada.

Jellal: Lo siento.

La miré y luego dirigí mi vista al collar, por lo menos ahora sabía que estaba protegida.