Noveno.

110 18 22
                                    

***
Mientras su hijo se encontraba en clase, Mitsuki decidió visitar a los Kirishima.

Masaru no podía acompañarla porque tenía algo importante que hacer, así que ella iría a la casa.

Estaba bastante lejos pero eso no era un problema, simplemente tomaría su forma de loba.

"Me pregunto si alguno de sus padres se encontrarán en casa."

Tardó más de lo esperado en llegar pero finalmente pudo.

Entonces retomó su forma humana y llamó a la puerta.

"Nadie responde... ¿Estará bien si llamo una vez más?"

Tocó un par de veces más pero seguían sin responderle.

"Supongo que llegué en mal momento. Volveré por la tarde."

Se convirtió en loba de nuevo, dispuesta a volver a casa pero; a medio camino, detectó el olor de su hijo y decidió acercarse para echarle un vistazo.

"Más le vale no estar creando problemas."

Mitsuki se avanzó hacia el lugar en el que se encontraba su hijo y se dispuso a observar a escondidas.

Ella pudo ver cómo el adolescente entrenaba duramente con el resto de sus compañeros. Notando además que se llevaba bien con éstos.

"Qué alivio."

Se quedó un rato más hasta que les dijeron que tomaran un descanso.

"Bueno, ya es momento de que me vaya."

Sin embargo, cuando iba a marcharse aparecieron Izuku y Eijirou.

"¡Están aquí!"

—¡Kacchan/Katsuki!—Exclamaron ambos para ir corriendo a abrazar y darle un beso a su novio.

La rubia se quedó perpleja. ¿Qué hacían besando a su hijo?

—¡Idiotas, en público no!

Ella se quedó aun más perpleja.

"¿Qué quiere decir con eso?"

—¡Nos vamos un momento!—¡No nos sigáis!

Sus amigos no eran capaces de decir nada ni de moverse de lo sorprendidos que estaban.

—Entonces...—Dijo Mina de repente.—¿Los tres hemos perdido y ganado la apuesta?

—Sí... Supongo que tendremos que organizarnos para ver quiénes son los primeros en atender al ganador.—Dijo Hanta.

—¿Qué tal si lo echamos a suertes?—Cuestionó Denki.

Sus amigos estuvieron de acuerdo y decidieron que se organizarían así.

***
Entre tanto, Katsuki se encontraba besando a sus novios sin saber que su madre los observaba a una distancia prudente.

"No puedo creerlo... ¡Tiene dos novios! ¡Esto va contra nuestra naturaleza!"

A Mitsuki no le había gustado en absoluto enterarse de algo así.

"Hablaré con Masaru."

Decidió alejarse de ellos sin ser interceptada.

—¿Qué tal las clases, Eijirou?—Preguntó Katsuki.

—Bastante bien. El profesor Vlad dice que estoy mejorando mucho.

—Bien hecho.—Después miró a Midoriya y le habló.—¿Y qué hay de ti, algún avance en tu búsqueda para obtener un cuerpo físico definitivo?

—Toshinori-san está haciendo progresos.—Aunque me dice que tal vez tenga que realizar un largo viaje para poder obtenerlo.

—¿Ah, sí? ¿Adónde?—Preguntó Bakugou.

—A la tierra de los Buntuvu.

—¿La tierra de los Buntuvu?—Nunca había oído hablar de ese lugar.—Dijo el rubio cenizo.

—Yo si he oído hablar de ese lugar.—Dijo Kirishima.

Los otros dos lo miraron y el pecoso le preguntó:

—¿Tú sabes dónde está?

—Nunca he ido pero he escuchado de mis padres y otros dragones.—Al parecer esa tierra tiene bastante magia.—De hecho, allí es donde van las brujas cuando se sienten débiles por haber usado demasiado su poder.

—Ya veo...—Si tanta magia abunda, tiene lógica que sea un buen lugar para un conjuro.—Lo malo es que no puedo ir cuando quiera, tiene que haber unas condiciones específicas.

—¿Qué condiciones?—Preguntó Katsuki.

—Tiene que ser cuando los días son más cortos que la misma noche, cuando la luna está en plenitud y durante la noche más fría del año.—Luego sumergirme en un lago rodeado de abundante vegetación después de haber tomado una poción hecha con unas flores llamadas etéreas mezcladas con una pizca de polen, polvo de hadas, agua y miel.

—¿Por qué tiene que ser tan complicada esa mierda?

—Porque darle a un fantasma un cuerpo físico no es algo sencillo.

—Ya...—Supongo que tendremos que esperar al invierno.

—¿Tendremos? ¿Quieres decir que vendríais conmigo?

—¡Obvio!—No podemos dejarte ir solo.

—¡Gracias, Kacchan!—Exclamó abrazándolo.

Izuku estaba demasiado feliz al saber que su amado lo apoyaba tanto.

—Como sea, vamos con el resto de idiotas.

Dicho esto, se reunieron con el resto de amigos y disfrutaron del resto del descanso juntos.

***
Horas más tarde, Katsuki volvió a casa. Allí lo esperaban sus padres y no parecían muy contentos.

—¿Qué pasa, viejos? ¿Por qué esas miradas?

Mitsuki lo miró muy seriamente y le dijo:

—Tenemos que hablar de un asunto muy importante. Así que ven aquí con nosotros.

Intrigado, se acercó a sus padres sintiendo cierta confusión. Sentándose en la misma mesa que ellos.

—¿Qué es eso tan importante de lo que debemos hablar?

Sus padres de miraron y Masaru fue el que primero habló.

—Katsuki, como sabes, los lobos siempre hemos tenido una única pareja de por vida. Está en nuestra naturaleza y no podemos ir contra ella.

Entonces Bakugou supo a qué se referían sus padres.

—¿Cómo os habéis enterado?

—Eso no importa, Katsuki.—La cuestión es que no puedes estar con los dos. Solamente puedes estar con uno porque nadie de la manada aceptará una relación así.

—¡Me da igual!—¡Haré lo que quiera! ¡No los voy a dejar!—Gritó indignado levantándose.

—¡Basta!—¡Tienes que madurar!—Le gritó su madre.

—¡Esto no tiene que ver con mi madurez, sino con mis sentimientos!—¡Y yo los amo!

—No, sólo estás confundido.—Dijo su padre.

El adolescente ya no podía más, no quería seguir escuchándolos. Así que se fue a su cuarto.

Sus padres no hicieron nada para detenerlo y Mitsuki suspiró.

—¿Por qué nuestro hijo tiene que ser tan terco?—Dijo la rubia.

—La edad, supongo.

—Sí, pero... ¿Y si no se le pasa?—¿Crees que la manada aceptaría algo así?

—Lo dudo mucho y me preocupa.

Ambos estaban preocupados, pues su hijo podría ser echado de la manada o incluso asesinado por los más radicales y, obviamente, ellos no querían eso.

Pero... ¿Qué podían hacer?

***
Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!

Un fantasma vs Un dragón.[Dekukatsu/Kiribaku]Where stories live. Discover now