Un fantasma vs Un dragón.[Dekukatsu/Kiribaku]

Decimoquinto.(corregido)

***
Una noche más, Katsuki hizo su guardia. Sintiéndose un poco nervioso por la traumatizante noche anterior.

"¿Sucederá lo mismo? ¿Tendré que pelear contra alguien hoy también?"

El lobo estuvo rondando el lugar y no percibió nada extraño ni a nadie cerca, lo que le dio cierta tranquilidad.

"Tal vez hoy sea una noche tranquila."—Pensó más animado.

Sin embargo, su calma no duró mucho más, pues escuchó a algo que se movía entre los arbustos.

"Mierda. Otra vez no."—Pensó poniéndose nervioso recordando la mala noche anterior.

—¡¿Quién eres?! ¡Muéstrate!

Se mantuvo alerta hasta que vio que eran sus novios los que habían estado escondiéndose.

—¡Kacchan!

—¡Katsuki!

Gritaron los dos con alegría para luego abrazar y besar al licántropo.

—¿Qué estáis haciendo aquí? ¡Me habíais asustado!—Les dijo una vez que se separaron.

—¡Lo siento, Katsuki!—No era nuestra intención pero queríamos verte.—Se disculpó Eijirou.

—¿Y para qué queríais verme?

—Queríamos hablar contigo porque nos enteramos de lo que pasó anoche y queríamos animarte.—Aseguró Izuku esbozando una amplia sonrisa.

—Así que lo sabéis... ¿Y aun así queréis seguir conmigo?

Sus novios lo miraron desconcertados y el pelirrojo preguntó:

—¿Por qué íbamos a querer dejarte? ¿Por haber protegido a tu manada?

—No pero, tuve que matar a una loba con la que peleé a muerte.

—Tú solamente te defendiste, Katsuki.—O moría ella o tú. Así que no te sientas culpable. Hiciste lo correcto.—Le dijo Kirishima abrazándolo para reconfortarle.

Bakugou correspondió al abrazo y dijo:

—Gracias a los dos por entenderlo, creía que me ibais a odiarme y a romper conmigo.

—Eso nunca, ¡te amamos!—Exclamó el de dientes afilados.

Izuku se unió también al abrazo y dijo:

—Así es, nosotros te amamos y no te dejaremos. No importa lo que pase.

Katsuki se sintió muy querido y afortunado de tener a aquellos chicos como novios.

Poco después, se dejaron de abrazar y el rubio cenizo les preguntó:

—¿Os vais a quedar conmigo un rato?

—Sí, vinimos para estar contigo y animarte, Kacchan.

—Está bien pero no os quedéis toda la noche, debéis dormir al menos ocho horas.

—Sí, no te preocupes.—Dijo el híbrido de dragón.—De momento podemos ayudarte con la guardia.

—De acuerdo, vamos a dar un paseo por la zona.—Dijo Bakugou.

A continuación, los tres se movieron por la zona; vigilando que nada pasase y que pudieran avisarse los unos a los otros en caso de que vieran a alguien extraño. Mas no se dio el caso, aquella noche parecía bastante tranquila.

"Parece que hoy no será como ayer, qué alivio."

***
En un momento dado, pasaron cerca de una zona en la que había un montón de flores nocturnas que eran de un hermoso color azul marino.

"Son hermosas."—Pensó el fantasma mirando las flores totalmente embobado.

—Eh, Izuku, ¿qué te pasa?—Le preguntó su querido Kacchan.

—Ah, Kacchan... No me pasa nada, solamente admiraba las flores que hay aquí.

El lobo miró las flores y pudo apreciarlas.

—Son realmente bonitas. ¿Quieres que descansemos aquí un rato?

—Me gustaría, ¿sería posible?—No quisiera traerte problemas.

—Tranquilo, mientras no me duerma, no habrá ningún problema.—Voy a avisar a Eijirou.

—Vale.

Katsuki fue a por Kirishima, quien había seguido caminando y, gracias a que se había transformado en lobo para alcanzarlo más rápido; pudo llegar pronto a él para decirle que descansarían en aquel lugar.

Cuando Bakugou y el pelirrojo volvieron para descansar junto al pecoso, decidieron sentarse en el césped y contemplar el paisaje.

—¡Qué lindo lugar!—Exclamó el de dientes afilados.—Perfecto para nuestra cita~

—¿Cita? ¿Consideras mi guardia nocturna como una cita?

—Sí, después de todo; estamos los tres solos. Sin nadie que nos moleste.—Comentó Eijirou comenzando a acariciar uno de los muslos de su amado.

—E-Eijirou, no deberíamos...

—¿Por qué? ¿No te gusta~?

—Sí me gusta, es sólo que me vas a distraer mucho si continuas así... Ngh...

El híbrido de dragón sonrió al ver que el licántropo excitándose poco a poco.

—Entonces, si te gusta, ¿no quieres que Izuku y yo te demos un poco de placer para que te relajes un poco?—Cuestionó tocando las partes privadas del rubio cenizo.

—Aah... Pero... Si lo hacemos, mnh... Me quedaré dormido.

El de cabellos verdes se acercó y le dijo acariciando su torso:

—No te preocupes, Kacchan. Esta noche sólo te aliviaremos un poco; ya lo haremos cuando no tengas más guardias. ¿Te parece bien?

—Ah... Sí...

Seguidamente, Eijirou e Izuku se pusieron manos a la obra.

***

Notas finales: ¡Hasta aquí por hoy!

¡Espero que os haya gustado!