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Harry parpadeo hacia los dos hombres frente a él antes de jadear—. ¿Dos? —susurró—. ¿Por qué ambos?

—Así funciona —explicó Zayn de manera nerviosa antes de ponerse de pie y saltar fuera de la cama— .¿Alguien tiene hambre? Yo tengo hambre.

—¿Por qué siento que hay algo que no me están diciendo?

—Creo que me dio hambre. —masculló Liam, saliendo detrás del moreno sin mirar atrás.

Harry miró la puerta por un momento con el ceño fruncido antes de pasarse una mano por el rostro—. Esto es una locura —susurró—. Cupido no existe, no puedo creerme estas estupideces.

Gruñendo entre dientes, se deslizó fuera de la cama más que dispuesto a huir de esos dos cuando las puertas que daban al pequeño balcón frente a la cama se abrieron de golpe. Un viento fuerte entro mientras se formaba un pequeño remolino sobre la madera del suelo. Arrastrando los pies sobre el frio suelo, se acerco al lugar justo a tiempo para ver como pequeños pétalos de rosas formaban una imagen en el suelo.

Una perfecta flecha se había formado con los pétalos, la punta tenia forma de corazón lo que la hacia ultra extraña. Soltando una maldición, se dijo a si mismo que no podía negarlo más. En verdad era el hijo de Eros y al parecer también era una especie de perro en celo buscando que lo follaran. No, si su vida mejoraba y mejoraba a cada momento.

—Hey, bichito de luz —Zayn apareció en la puerta con un pollo congelado en la mano—. Dime que sabes cocinar.

Harry rodo los ojos antes de caminar hacia el chico y pasar por debajo del pollo. La casa era absurdamente grande, con dos pisos y suficientes habitaciones para que cualquiera se perdiera intentando encontrar una salida. Por suerte, Zayn se apiado de él y dirigió el camino hasta la salida, donde Liam estaba mirando la cocina como si fuese una bestia letal a punto de saltarle a la yugular.

—¿Que está haciendo? —susurró hacia Zayn.

—¿Recuerdas que Atenea tenia una lechuza? —pregunto, a lo que Harry asintió—. Pues te la presento. Este chico tiene el cerebro tan diminuto como un ave.

—Pensé que la lechuza era inteligente.

Ambos observaron de cerca como Liam se acercaba con paso cauteloso al aparato, enganchando un dedo en la puerta del horno y dándole un tirón. Esta, como era de esperarse, saltó rápidamente para quedar abierta de par en par. Ningún sonido escapo de los labios del más grande cuando saltó hacia atrás, colocándose en una posición defensiva.

Zayn, a su lado, apoyo un brazo sobre el hombro del rizado y chasqueo los labios—. No sé que te parece a ti, pero personalmente creo que es un poco lento.

—No creo que sea lento —comentó, mirando al castaño acercarse nuevamente al horno—. Solo creo que nadie le ha enseñado algunas cosas.

—Normal, la última vez que él estuvo entre humanos fue cuando estalló la guerra de Troya. No creo que nadie se haya tomado la molestia de enseñarle sobre electrodomésticos.

Harry lo miró curioso—. ¿Que edad tienen?

—Muchos años más de los que tu puedes contar —suspiró, mirándolo un momento antes de alejarse rápidamente—. Joder, creo que es mejor que me mantenga un poco alejado de ti. Lo siento.

El rizado asintió suavemente, sentándose en la silla más alejada de la cocina y observando al moreno alcanzar la canasta de frutas—. Sabes —llamó su atención—. Ustedes parecen saber mucho de mi, pero yo no sé nada de ustedes.

—Sabemos solo lo básico —dijo Liam, quien al parecer ya no le tenia miedo a la cocina—. Eres hijo de Eros, fuiste educado por humanos y seguramente estas a punto de cumplir diecinueve o veinte años, que es la edad estipulada para pasar por la prueba de aceptación.

Carita de Ángel |Ziam/Zarry/Lirry|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora