Capitulo 20

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HENRY

Observé a Emily bajo la ducha relajarse luego de la noche que habíamos vivido y dios que yo también lo sentí, pero la realidad es que con ella cerca era una misión imposible para mí parar, jamás era suficiente. Mientras ella seguía absorta en sus pensamientos me acerque lentamente y rodee mis brazos en su cintura.

-Henry! – Sonrió mientras dejaba un camino de besos desde su hombro hasta su cuello.

-Porque no me despertaste? - Le pregunte al oído mientras mi mano acariciaba su vientre y subía suavemente hasta sus pechos.

-Mmmm- Se mordió el labio – Es que te veías muy tierno durmiendo.

-Dijiste tierno? - La gire para mirarla con una ceja levantada.

-Totalmente- Me sonrió – Como un dulce y tierno bebe.

-Ah sí? ¿Cómo un bebe? – La gire de nuevo apoyándola sobre la pared y apoyando mis manos sobre las suyas contra el azulejo – Déjame decirte cariño que lo que pienso hacerte no es algo que te haría un bebe.

-Acaso te volviste loco? – rio, pero soltó un audible gemido cuando sintió mi erección rozar contra su muy bonito culo – Ahh.

- Eso es cariño – Sonreí mientras le mordía el cuello – Estas lista para mí?

-Sii- Sabia a lo que me refería, porque siempre estaba lista para mí y yo no podía estar más fascinado por ello, lentamente fui hundiéndome en su interior llenándome de ella – Ahh si Henry.

-Me vuelves tan malditamente loco – Volví a moverme haciendo que una corriente nos recorra a ambos cuando sentí como su piel se erizo, Apreté más mis manos sobre las suyas y cuando giro su cabeza y me observo con esos hermosos ojos suyo me comí su boca con dureza, absorbiendo todo de ella.

-Por favor Henry...- Dijo en un hilo de voz y fue lo que necesite para moverme más bruscamente sobre ella, entrando y saliendo sin dejar de besar y morder su cuello, buscando su liberación y la mía.

El grito de Emily hizo eco en todo el baño junto a mis gruñidos cuando me vacié en su interior, dios era el jodido paraíso. Apoye mi cuerpo sobre el de ella y sus piernas cedieron provocando que ambos nos derrumbemos en la bañera mientras el agua seguía cayendo sobre nosotros.

-Mierda... eso fue...- Se llevó una mano a su pecho tratando de recuperar la respiración.

-Maravilloso- Concluí al tiempo que afianzaba mi agarre en su cintura y la besaba.

-Podríamos definirlo como un muy buen despertar- Emily comenzó a reír y podría jurar que podría acostúmbrame a esto cada mañana. Tomo la esponja de baño y le puso gel de ducha, entonces se |giró para comenzar con una sonrisa a lavar mi pecho y abdomen, yo estaba como un idiota mirándola embelesado- ¿Qué?

-Cada día que pasa estoy más loco por ti, lo sabias ¿no? - Dije sin pensarlo mucho mirándola a los ojos, le quité la esponja y comencé a lavarle los pechos con delicadeza. Se arqueo hacia mí y se mordió el labio, mismo labio que moría yo por morder. Sin dejar de mirarla la tomé de la cintura y la senté a horcajadas sobre mí- Eres tan insanamente hermosa Emily.

Y no fue necesario nada más para que esa llama de deseo que ella despierta en mi me arrase como un tornado y me pierda de nuevo en cada parte de su cuerpo y de su piel.

-Me acercas una toalla? – Estiro su mano mientras yo la observaba apoyado en el lavabo con una toalla amarrada a mi cintura.

-Si quieres te seco yo.

-Dame la toalla mejor – Puso los ojos en blanco mientras negaba con la cabeza.

-De acuerdo... tú te lo pierdes- Me encogí de hombros y abrí el mueble para sacar la toalla provocando que la bolsa que había se cayera- Joder.

-No hay problema - Emily tomo la toalla y envolvió su cuerpo con ella, observando como recogía las cosas mientras salía del baño.

-Ya está – Anuncie cuando termine.

-Gracias – Me guiño un ojo, se acercó a recoger un cepillo, pero se quedó congelada en el lugar y vi como todo rastro de color se fue de su cara mirando las cosas que anteriormente había recogido.

-Estas bien? – Fruncí el ceño sin entender que había sucedido – Que pasa?

-Yo... Yo... - Balbuceo extendiendo el brazo y mostrándome la caja – No sigo ningún tratamiento.

Ambos nos quedamos estáticos sin emitir sonido alguno dejando que la pesadez del descubrimiento nos envuelva. No podía adivinar lo que ella estaba pensando, pero a juzgar por su cara no era nada bueno. Yo deje que mi mirada se pierda y maldiciéndome en mi mente una y otra vez, ¿Cómo había sido tan idiota? ¿Es que el deseo por esta mujer me desbordaba tanto que me nublaba la mente? No podía ser hipócrita la respuesta era más que obvia.

Ni siquiera se me ocurrió pensar en preguntar si tomaba anticonceptivos, simplemente me dedique a tomarla como, cuando y donde yo quería como un jodido animal hormonal. ¡Dios! ¿Y sí...? joder, fijé la vista en Emily y caí en cuanta que ella estaba más aterrada que yo en este momento. Note lo mucho que apretaba la caja mientras respiraba agitada.

-Tranquila – Me acerqué y la abraza cuando salí de mi estupor- Todo va a estar bien.

-Bien? – Levanto la vista para mirarme a través del espejo- Como es que estas tan seguro?

-Pronto lo estaremos- Le di un suave beso en el hombro y ella me miro - Termina de vestirte yo iré a comprar un test.

Paso algo más de media hora cuando regrese de la farmacia para encontrarme a Emily recostada en la cama y con la vista fija al techo.

-Listo - Me acerque a ella sacando la caja y tendiéndosela. Me miro con vacilación y susto –Todo va a estar bien cariño - Me subí a la cama y la abracé, estaba profundamente asustado, pero sea lo que sea lo íbamos a afrontar juntos – Yo estoy contigo Emily, no me iré a ningún lado.

-Dámelo - Tomo la caja y se dirigió al baño y cerró la puerta luego de entrar.

Realmente no sé cuánto tiempo tardo dentro, pero se sentía como una eternidad pasando ante mis ojos. Tenía demasiadas sensaciones corriendo por dentro de mi sistema, ¿Qué pasaría si estaba embarazada? Era muy pronto para eso, ella y yo aún nos estábamos descubriendo y si bien sentía por ella más de lo que podía manejar, la idea de un hijo era demasiado con lo que lidiar.

¿Porque tardaba tanto? Ya había comenzado a dar vueltas como un idiota por la habitación, quería golpear la puerta y entrar con ella, pero sabía que debía darle su tiempo y espacio. ¡Maldita sea! Estaba a nada de sufrir un colapso nervioso. Me senté de nuevo en la cama respirando hondo y tratando de calmarme mientras repasaba en mi mente todo lo que había vivido con Emily en estos días y con una mierda si no dijera que la amaba porque en verdad lo hacía y quería estar con ella en todo el sentido de la palabra. Si era demasiado pronto para hablar de hijos, pero de golpe esa idea ya no me sonó tan absurda porque era Emily.

La puerta del baño se abrió y de un salto me levante de la cama, me pare delante de ella y la mire de arriba abajo, observando una mano en su vientre.

-Y? - Mi voz sonó más ansiosa de lo que en verdad quería.

-No- Una especie de sonrisa vacía se dibujó en su rostro.

-No? – Abrí los ojos y tragué saliva despacio. ¿Porque no? – Ah está bien – Y nada más salió de mi boca, creo que inconscientemente ya me había imaginado acariciando su vientre – Bueno.

-Bueno- Me observo con una mirada que no supe descifrar- Eso está bien no?

-Si... si claro – Camine hasta ella y la abrace fuertemente contra mi pecho – Quieres bajar a desayunar?

-Bésame Henry

La urgencia en su voz me hiso comprender que ella estaba igual que yo, la pegue más a mí y busque su boca para fundirla con la mía en un beso profundo y lleno de sentimientos, casi como si nos consoláramos mutuamente.

Broken HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora