capitulo 1.

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Nota: Esta será mi próxima historia, aquí tiene un pequeño adelanto para ver que les parece, he estado trabajando en ella y la verdad me siento satisfecha hasta ahora por como la llevo, nos leemos pronto quizás:3


























POV Alaska.

-¿Dónde está mi crema corporal favorita?- pregunté con enojo desde mi habitación.

-¿Revisaste bien amor?- pregunto Carmen entrando.

-Claro que si mujer, no está donde la puse y ya puse patas arriba toda mi habitación- dije con un puchero.

-¿Alguien vio la crema de Alaska?- pregunto Carmen para los demás.

-No- dijeron en coro Tanya, Irina y Eleazar.

- Kate no respondió- dije con mis ojos entrecerrados.

-¡Yo no hice nada!- grito desde su habitación y Carmen negó.

-Ella la tiene- dije caminando con rapidez hacia la habitación de Kate.

Al entrar ella me miraba inocente con una sonrisa, la fulmine con la mirada, ella bajo la cabeza suspirando y me dio la crema que tenía en su espalda.

-¿Por qué la escondiste amor?- pregunté calmandome.

-Es que se que si no la conseguias no te irías aún- dijo con un puchero mirándome.

-Ay amor, sabes que tengo que ir- dije abrazándola.

-No es para nada justo- dijo Irina entrando a la habitación.

-Concuerdo con ella- dijo Tanya más atrás.

-¿Carmen opina igual?- pregunté y la mencionada pasó por la habitación negando para seguir de largo.

Me reí por el drama de mis rubias, tome el rostro de Kate y la bese con suavidad, ella ronroneo. Cuando nos separamos vi como mis otras rubias hacían pucheros para que las besara.

-Son como un trio de bebés- dije negando.

Me acerqué a Irina y la besé, ella me abrazó con posesión y reí por eso. Al separarnos Tanya no dudó en apoderarse de mis labios para besarme con mucha pasión, enrede mis manos en su cabello acercándola.

-Sabes que tengo que ir, hace dos meses que no veo a mis mujeres Cullen y no está demas decir que están ansiosas- dije mirandolas y ellas se quejaron.

-Solo que no queremos tenerte lejos- dijo Tanya y yo sonreí.

-Cuando menos lo crean estaré de regreso mis amores- dije sonriendoles.

-Esta bien- dijeron las tres entre dientes.

Salí de la habitación hacia la mía con las tres socubos detrás de mí, al entrar en mi habitación Carmen estaba terminando de empacar mi pequeño bolso, no llevaría muchas cosas, solo algo para el camino por si acaso, despues de todo en la casa Cullen Alice y Rosaline me tenían ya un clóset lleno de ropa nueva.

Estaría con ellas por un tiempo en Forks, a mis amadas esposas Denali no les había gustado mucho que me alejará pero hace dos meses que no veo a mis esposas Cullen, ya me hacían falta y Rosaline estaba cada vez más irritable por eso según me dijo Emmett.

Al terminar todo salí de la habitación hacia la sala, mis rubias empezaron a despedirse de mi, Carmen me llevaria al aeropuerto.

-Intenta volver pronto- dijo  Kate y reí asintiendo.

-Te amamos- dijeron las tres y yo las bese a cada una.

-Tambien las amo- dije sonriendo.

-Cuidate mucho y pasala bien por allá- dijo Eleazar abrazandome y asentí.

Subí al auto donde me esperaba mi hermosa española, ella me sonrió cuando subí, estuvimos hablando en el camino por el cual ella tardó más de lo esperado, alguien más también me extrañaría por lo visto.

-Confio en que estarás bien- dijo mirando la carretera.

-Lo estaré mi amor, sabes que Carlisle es muy pacífico, no llaman la atención - dije para besar su mejilla y ver cómo sonríe, empecé a dejar besos en su cuello -¿Me extrañaras?.

-Por supuesto que si- dijo ronroneando- respecto a lo que dijiste, si Carlisle es pacífico pero eso no evita que Edward sea estúpido.

-Oh lo había olvidado a el- dije con irritación, el lector de mentes no me caía nada bien.

Cuando llegamos al aeropuerto mi esposa no dejo de besarme hasta que me llamaron para abordar, al parecer Alice y Jasper me recogerían en el aeropuerto de Seattle cuando llegara, el viaje fue un poco lento para mi gustó pero ya estaba cada vez más ansiosa por ver a mis demás esposas.

Después de todo no estaba para nada acostumbrada a tenerlas lejos de mi, me había vuelto muy cuidadosa con eso después de lo de Sasha, mi hermosa Sasha, desde que ella murió cuidaba mucho más a mis compañeras, me dolía mucho dejar a mis hermosas Denali.

Al bajar del avión y hacer los trámites correspondientes empecé a buscar a mi hadita, pude sentir su delicioso olor detrás de mí, voltee y un cuerpo se estrelló contra mi, unas piernas muy conocidas se enroscaron en mi cintura y un ronroneo muy fuerte lleno mis oídos.

-Oh mi amor- dije abrazándola, ella tenía su cara en mi cuello la saque para besarla con desespero que ella correspondió.

-Alaska, no sabes cuánto te extrañé, estás más preciosa- dijo llenándome de besos mientras yo reía.

-¿Como puedo estar más preciosa?- dije riendo mirándola y ella sonrió.

-Siempre que te veo estás cada vez más hermosa esposa mía- dijo ronroneando para besarme de nuevo.

Al separarnos vi a Jasper acercarse. Alice se bajó de mi con un puchero y quejándose pero sonrió al ver como abrazaba a Jasper con fuerza y el igual a mi.

-Tambien te extrañe mayor- dije sonriendo al separarnos.

-Y yo a ti mi querida hermana- dijo sonriendo.

Mi hadita se guindo de mi de nuevo y caminamos así al auto recibiendo miradas que ignoramos, Jasper estaba más relajado al estar con nosotras, el decía que yo tenía un don para hacer que la sed sangre deje de ser notada por el.

En el auto el se burlaba de mí ya que Alice no dejaba de basarme y tocarme diciendome cumplidos, mi hermosa hadita siempre fue muy coqueta cuando se trataba de Jasper y yo, pero por alguna razón conmigo no le importaba si teníamos público, para ella era su manera de marcar territorio.

Al llegar a la casa Cullen pude ver al resto de la familia afuera pero mis ojos solo estaban en una rubia despampanante y una castaña hermosa, ambas se veían ansiosas.

Baje del auto dejando a Alice en el suelo, ella estaba en mis piernas todo el camino hasta aquí, mi rubia no tardó en abrazarme y devorarme la boca, correspodi el beso y ambas ronroneamos.

-Amor- dijo ella sobre mis labios al separarnos.

-Mi reina de hielo- dije sonriendo y ella sonrió más para dejar muchos besitos en mis labios riendo.

-Por fin llegó la que derrite a la reina- dijo Emmett riendo.

Mi rubia ni le prestó atención al estar más atenta en besarme y abrazarme así que me reí mirando su puchero, vi como Esme se acercaba a nosotras, Rosaline le sonrió para dejarme un último beso antes de apartarse, me acerqué a Esme con rapidez haciendo que soltara un grito cuando la alce y enredo sus piernas en mi cintura, nos fundimos en un beso lleno de pasión y mucho amor, era suave y lento.

-Estas aquí- dijo mirandome sonríendo.

-Estoy aquí amor y no me pienso ir muy pronto- dije para besarla de nuevo.

Solo esperaba que todo estuviera tranquilo, desde que baje del avión un presentimiento me carcomia y eso no me tenía tranquila.


















Un Amor Dividido. (Próximamente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora