little flower ; yoonmin

capítulo 002.

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No estaba de humor... una vez más. El trabajo de Marcus era demasiado exigente y Jimin tenía que sufrir las consecuencias. Eso estaba sucediendo con más frecuencia de lo normal últimamente y no era algo de lo que se podía escapar. El omega vivía con miedo constante de su esposo en el pequeño lugar que era su casa. Jimin se sentía tan atrapado allí, sin embargo, no podía decir nada, porque de lo contrario Marcus lo encerraría en el armario, otra vez.

La última vez que sucedió, el omega había pasado hambre durante dos días antes de que se le permitiera volver a salir. El alfa había usado su cinturón sobre él, por supuesto, pero a Jimin no le quedaban fuerzas para pelear con su novio. No es que haría tal cosa incluso si las tuviera. No obstante, cada vez que Jimin decía algo que sonara un poco ofensivo para el alfa, él sufría de una forma u otra.

La constante vida bajo estrés había provocado la derrota del omega interior en Jimin, no había sentido ninguna señal de calor desde la primera vez que se mudaron a su apartamento de recién casados en Seúl. De hecho, la última vez que estuvo en celo fue hace cinco años, cuando aún vivían en Busan.

Era como si su omega interior sabía lo que él ignoró. Marcus pintaba como un alfa joven y decente, bueno con las palabras. Pero había mostrado su verdadera cara poco después de que comenzaron a vivir juntos y se mudaron a Seúl. Era triste siquiera pensar en ello, porque Jimin pensaba que había escapado de las garras de su desagradable familia, de esa vida sofocante donde debía cumplir con todos los estándares del omega perfecto y que ahora tendría una vida mejor, lejos de su madre obsesionada por la perfección y de su padre incompetente que ignoraba que tenía un hijo omega.

Las decepciones y confusiones llegaron cuando Jimin tuvo su primer celo con el alfa, esperaba una bonita mordida de apareamiento y un futuro mejor para él, pero nada de eso sucedió. Solo recibió un par de bofetadas aquí y allá, luego el alfa rogó por su perdón diciendo que fue un error y que nunca se repetiría. Jimin no tenía otro lugar a donde ir, ni amigos a los que acudir para ser consolado, así que realmente sus opciones fueron nulas. Su madre no le había dejado terminar con su educación, por lo que no estaba calificado para trabajar, Jimin pensó que Marcus si le dejaría hacerlo. El alfa incluso había prometido eso mientras estaban comprometidos y Jimin le había creído una vez más.

Entonces, un día comenzaron las maldiciones y a las bofetadas se unieron los puños del alfa por toda su cara. Luego, el cinturón se incluía en ocasiones especiales cuando Marcus estaba demasiado borracho para pensar en ello. Cuando sentía que eso no era suficiente, pateaba a Jimin por todo el cuerpo. El omega ya había sufrido de dos costillas rotas y en aquel tiempo su mente estaba tan confusa que no quería lidiar con nada más, así que en vez de ir al hospital, el omega terminó acurrucándose en el sofá. No quería ir a la cama, porque Marcus estaba durmiendo allí.

Pero el alfa se comportó muy bien después de eso. Se había preocupado por Jimin, haciéndole creer que todo era temporal, que se encontraba tan estresado porque su padre le estaba poniendo mucho trabajo. Y... Jimin termino creyéndole. Había creído en sus palabras. Pero las cosas siguieron pasando y empeoraron. Después de un tiempo, empezó a creer en las palabras de su novio. En que era un omega inútil, que merecía todo lo que le pasaba y que nadie más, a excepción de él querría un omega que ni siquiera podía concebir.