capítulo cinco.

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—¡No quiero ser una perra, pero eso es lo más alto que puedes saltar, Felix! —gritó Jisung enojado.

Felix estaba exhausto.

Hoy no había sido un buen día.

No pudo dormir nada anoche porque tenía que terminar un proyecto de la universidad que claramente no termino, se acostó a dormir a las tres de la mañana y despertó a las seis llegando tarde a su entrenamiento, con un Jisung que claramente estaba de mal humor por su tardanza.

Felix no había cenado nada anoche y esta mañana tampoco había desayunado, así que tenía demasiada hambre.

Cabe recalcar que los alfas del equipo de hockey estaban felices de tener toda la pista para ellos y en cuanto llegó Felix al centro ellos lo vieron tan mal que Felix sintió un poco de dolor en su interior.

Las malditas remodelaciones del centro de los alfas se retrasaron por la nieve, por lo cual tendrán que estar en el centro deportivo por otros cinco meses más.

Felix quería llorar al escaparse su salto estilo salchow.

Jisung gritó enojado.

—¡¿Qué te sucede hoy?! —Jisung salió del área de patinaje. —Ocho semanas trabajando en esta rutina para que no la puedas memorizar, ¡es todo por hoy! ¡mañana espero estés con la cabeza en la puta pista!

Todos los que estaban ahí ves quedaron en silencio, incluso los alfas del equipo de hockey se detuvieron un segundo para ver al omega que estaba en medio de su espacio.

El omega vio como todos se quedaron en silencio y empezó a patinar fuera de la pista.

Chan veía todo desde su posición.

Sin esperar salió hacia donde estaba Felix quitando sus patines.

El fuerte alfa se acercó y lo vio.

Felix se veía triste.

Estresado.

Frustrado.

Chan pelea mucho con Felix, es la especialidad del alfa hacer a Felix perder la paciencia, pero nunca había llegado al nivel de ver a Felix completamente desesperado.

—¿Te encuentras bien? —el alfa acarició débilmente la espalda de Felix quien calmaba su respiración.

—Necesito salir de aquí. —el omega tomó su mochila empezando a caminar a la salida.

Chan se quitó los patines lo más rápido que pudo y siguió a Felix, quien dejaba un olor triste por donde pasaba.

Al llegar a la salida de atrás del centro vio a Felix.

El omega estaba recargado contra un árbol que estaba completamente seco, el frío invierno se había llevado todas sus lindas hojas de colores.

Chan llegó junto a él.

—Te vas a congelar el trasero.

Felix lo vio desde abajo.

Tenía sus ojitos rojos, su nariz estaba rojita también y parece que mordió débilmente sus labios.

—No quiero pelear justo ahora, Bang. —el omega se abrazó a si mismo.

Chan se sentó junto a él.

La fría nieve era insoportable, no tenía exactamente frío pero si era molesto el saber que luego tendrá el trasero mojado.

Felix estaba tranquilo.

Su olor seguía siendo triste, pero el omega se mantuvo sereno a su lado.

—He tenido un muy mal día. —la voz del omega tembló.

Chan asintió y acarició la espalda de Felix dejando que Felix recargue su cabeza en su hombro.

—¿Quieres hablar de eso?

Felix asintió.

Se levantó de su lugar y empezó a caminar dando vueltas por el árbol.

—¡Mi maldito profesor de filosofía decidió rechazar mi examen por llegar dos minutos tarde! ¡dos minutos! ¡así que tuve que hacer un maldito proyecto que yo se que no me dará la mejor calificación por lo cual reprobaré esa estúpida materia! —Felix decía exasperado, su voz era fuerte y seguía dando vueltas al árbol y cuando pasaba frente Chan lo veía y expresaba más su enojo. —¡No he comido nada desde ayer en el desayuno! ¡así que estoy hambriento! —Chan vio preocupado a Felix. —Mis alumnos necesitan más lecciones para poder hacer un giro toe loop, y aun así no recibiré mi paga de esta semana porque llegue tarde a una lección. —el omega se sentó junto a Chan. —¡Y perdí el gorro de mamá!

Chan vio a Felix y lo abrazó débilmente, dejando que Felix descansara su cabeza en su pecho.

Felix respiro hondo e inhalo el delicioso aroma a de Chan.

Olía a bosque.

Le gustaba.

—El otro día dejaste tu gorro en los casilleros, lo tengo yo, esta resguardado en mi casillero. —vio directamente a Felix. —Está calientito, esponjoso y esperando a su dueño, así que relájate. —Felix asintió y limpio sus lágrimas. —Felix, eres un gran patinador, hoy solamente fue un mal día. —Chan acarició el cabello de Felix quien respiraba tranquilo, saliendo humito blanco de su boca por el frío. —Ahora... Tienes que comer. —Chan lo vio serio. —Eres un atleta, tienes que nutrirte y si no lo haces tú entonces te obligaré a comerte uno de mis platos de comida todos los días.

Chan hablaba en serio por lo cual Felix asintió.

—¿Te sientes mejor?

Felix asintió.

—¿Podrías darme mi gorro, por favor? —Felix susurró.

Chan asintió y tomó la mano de Felix para levantarlo de la fría nieve.

Antes de entrar al centro Chan soltó la mano de Felix quien se sintió un poco triste al ya no tener la fuerte mano del alfa junto con la de él.

꒰ ⛸️ ꒱

¡gracias por leer!

patines y chocolate caliente › chanlixWhere stories live. Discover now