Un fin a algo.

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Quackity despertó, lamentablemente abajo de aquel árbol.

"¿Qué se supone que haga ahora? ¿A dónde voy? ¿Con quién estaré?" Esos eran los pensamientos de aquel triste pato.

Sin saber su dirección, el mexicano empezó a caminar, no quería regresar a su hogar, no quería regresar jamás, no quería verle el rostro a Luzu, no por estar enojado con él, sino porque sabía que lo iba a ignorar y lo iba a tratar igual que a los demás sino es que peor y con eso él quedaría devastado.

No quería dejar atrás a aquellas amistades que ya había formado, había una especie de lazo con esas personas que le dolía el alejarse sin despedirse.

Los iba a extrañar demasiado, quería despedirse, y lo iba a hacer, pero el miedo de ser juzgado e insultado por Luzu era enorme, lo quería, pero el miedo de que pasara eso era enorme.

"Quiero verlos a todos y a cada uno de ellos, quiero abrazarlos y poder irme tranquilo, en especial despedirme de Luzu, pero ¿por qué tengo tanto miedo?" Pensaba Quackity.

No sabía que hacer, empezó a dat vuelta en círculos hasta quedar completamente mareado, era tanto lo que había pasado en su vida, que se había olvidado de tentáculos.

- ¡TENTACULOS, NO PUEDE SER QUE LO HAYA OLVIDADO! - Gritó Quackity.

Rápidamente salió corriendo hacia su casa, ni él podía creer lo descuidado que había sido, imaginaba lo peor, hasta que llegó a su hogar.

- TENTACULOS, PERDÓNAME, AQUÍ ESTOY YA. - Gritó desesperadamente el mexicano.

No lo encontraba en ningún rincón de la casa, levantó hasta la última piedra, pero no hubi ningún rastro de su paradero.

- ¿Qué hago ahora? Fui un mal padre, no puedo creer que lo haya dejado solo tanto miedo, quizás tenga frío, hambre, esté confundido sobre lo que está pasando.- Pensaba Quackity. - Necesito encontrarlo, sin importar que sea lo último que haga.

El antes mencionado, lo buscaba por todos lados, en el pueblo, en la casas de los demás chicos. No le quedaba de otra, tenía que ir de puerta en puerta para saber si lo habían visto, y eso hizo.

Después de unos cuantos minutos, ya había terminado de ir en casa me casa, ninguna persona sabía el paradero de Tentaculos.

Estaba todo perdido hasta que Quackity pensó en la única persona que podría tener a su hijo, esa persona era... Luzu.

No tenía otra opción, si quería saber que había pasado con Tentaculos, tenía que ir a la casa del emo, lo tenía que hacer por su hijo.

Quackity se dirigió a la casa de Luzu, iba bastante nervioso de lo que le fuera a decir o del como lo fuera a mirar, así que decidió mejor ver por su ventana antes de tocar a su puerta, pues Luzu tenía un ventanal bastante grande a la vista.

El mexicano llegó a la casa de Luzu, lo primero que hizo fue tratar de no hacer ningún ruido para así poder adentrarse sigilosamente a la casa.

Piso una que otra trampa que había por el patio, pero logró entrar.

Quackity se asomó, y si, ahí estaba su hijo, Tentaculos, sano y salvo.

De la nada llega Luzu y lo toma en sus brazos, mientras le daba un poco de comida y le hacia mimos.

- ¿Sabes? Me gustaría que tu papá estuviera aquí, esperemos y regrese por ti. - Le dijo Luzu a Tentaculos.

Quackity no podía creer lo que Luzu había dicho, ¿lo extrañaba a el o solo está preocupado por el patito? Quackity esperaba que fueran las dos.

Sin pensarlo dos veces, quiso dirigirse a su casa, pero al momento de salir se comió una mina que había dejado Luzu por ahí.

Rápidamente, Luzu salió de su hogar para verificar lo que había pasado.

- ¿Q-Quacks? - Dijo Luzu.

- Hey Lusu, creo que dejaste una mina tirada por aquí hehe...

- ¿QUE HACES AQUÍ? PENSÉ QUE TE HABÍA PERDIDO. - Luzu fue y le dió un fuerte y duradero abrazo al pato.

- ¿Me extrañaste, Lusu?

- Mhm, quise decir, que bueno que volviste, pensaba que habías dejado a tu hijo solo conmigo.

- ¡Para nada! Si por el regrese jaja.

- Ah... por él. S-Si, aquí está, pasa.

Quackity entró a la casa de Luzu por Tentaculos. Ambos pasaron a la sala pues ahí estaba el patito.

- Bueno, aquí está Tentaculos, ¡sin ningún rasguño!- Dijo Luzu.

- Jajaja, ¡muchas gracias Lusu!

- No es ninguna molestia, Quacks...

- B-Bueno, creo que ya nos vamos, espero algún día volver a encontrarnos, Lusu.

- "Volver a encontrarnos" ¿De qué habla este? - Pensó Luzu.

Quackity ya estaba a punto de irse de la casa de Luzu, hasta que él llegó atrás de él.

- QUACKITY, ¿A QUE TE REFIERES CON "VOLVER A ENCONTRARNOS?"?

- Lusu, cálmate...

- NO PUEDO QUACKS, POR FAVOR, ¿QUÉ PASÓ?

- ¿Q-Qué pasó? ¿De verdad preguntas eso? Tentaculos y yo nos vamos justo por eso, por ti y tu mala memoria.

- ¿A que te refieres? - Dijo Luzu bastante confundido. - De verdad que no tengo idea de lo que hablas, Quacks.

- Ya basta, Luzu, siempre que pasa algo grave un día, al día siguiente haces como que no pasó, ya te perdoné varias Luzu, pero esta vez no, ya no sere tu pendejo.

- Quacks, no eres pendejo, ni mucho menos mío, ¿a quete refieres?

- Ya Luzu, no es gracioso, me voy, espero y seas feliz con quién sea, adiós.

- N-No, Quacks...

- NADA DE QUACKS LUZU, DEJA TU IGNORANCIA DE UN LADO POR UN MOMENTO Y HAZME CASO, ESTOY HARTO DE TI Y TUS TRATOS MIERDAS HACIA A MÍ, ¿CREES QUE NO ME DUELE? ¿CREES QUE NO ME AFECTA? YA ES SUFICIENTE. - Quackity explotó, no era el Quackity que Luzu había conocido.

El niño dulce y tierno que Luzu conoció no estaba, sabía que le había pasado algo bastante grave como para que fuera así, pero realmente no sabía lo que pasaba, todo apartir de la mañana le era bastante imposible de recordar, solo recuerda el haber acogido a Tentaculos.

- Y-Yo... Quacks...

- Nada, Luzu, se acabó.

Holaaa, ando muy ocupada por la escuela, perdón si no subo capítulos seguidos

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Holaaa, ando muy ocupada por la escuela, perdón si no subo capítulos seguidos.

Perdonen cualquier falta de ortografía, gracias por el aguante. <3

Luckity-Los que se pelean se amanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora