𝟐. 𝐏𝐮𝐞𝐫𝐭𝐚 𝐍𝐮𝐦𝐞𝐫𝐨 𝟏𝟐

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—Hola

Me subí al auto de Galo, en la parte trasera, Gonza estaba adelante. Galo frunció el ceño al verme por el espejo retrovisor

—Que cara de ojete tenes ¿Tan mala fue tu noche? —preguntó

Sabía que se refería al chico del hotel

—No es eso, honestamente ni siquiera lo recuerdo. —respondí mirando la ventana

—Auch, eso me dolió hasta a mi

—Toma, es un actron para el dolor de cabeza. —Gonza me dio una bolsita de la farmacia. —También esta la pastilla del día después, tomate esa y después el actron

—Muchas gracias Gonza

—De nada, Agus

Una vez que llegamos al departamento de Galo, vi a Pamela y a Facu dormidos en el suelo sobre la alfombra que estaba entre los sillones, mientras que Meli estaba dormida en el sillón con su ropa del boliche

—¿Y a estos? ¿Qué les pasó? —pregunté, Gonza soltó un suspiro y procedió a explicarme 

—Facu y Pame se pusieron en pedo, como vos, Facu quebró y bueno, acá estamos. —parecía cansado, en cambio Galo sonrió divertido, seguro recordó algo. —Meli nos ayudó, ella no había tomado mucho y se había encargado a cuidarlos mientras nosotros íbamos a buscarte 

—Pobre Meli, ser niñera no habrá sido fácil...—busqué con la mirada a Fer, no estaba por ninguna parte. —¿Fer?

—No sé, se perdió con vos. —dijo Galo sentándose.

—La encontramos en el vip, no se que carajo hacía ahí la verdad, le preguntamos donde estabas y dijo que te fuiste con un chico a un hotel, estaba bastante en pedo y creo que no va a volver dentro de un par de horas. —habló Gonza tapando a Meli con su campera

—Seguro está teniendo una sesión de sexo sin fin, conociéndola —agregó Galo soltando una risa

—Che Galo, quiero desayunar, dame algo, un cacho de pan duro, algo. —pedi

—Hacete unos mates, no hay nada, tengo que hacer las compras —soltó un suspiro

Le hice caso, preparé mate y encontré unas galletitas saladas y dulce de leche serenísima por la mitad, era poco pero me conformaba y de la nada volví a tener buen humor, me sentía una nena chiquita

Estábamos sentados en la mesa, yo cebaba mate y Gonza y Galo estaban armando las galletitas con dulce de leche

—Mirala, cuando subió al auto tenía una cara de culo, con un humor de perros y ahora parece una nena feliz. —habló Galo mirándome sorprendido. —Lo que la comida puede lograr eh

—Eso es lo que todavía no entiendo. —Gonza tomó el mate. —¿Por que tenias esa cara?

—En primer lugar, se me partía la cabeza, segundo, me acordé de algo que pasó. —respondí

Galo miró a Gonza, este al sentir su mirada también lo miro para después volver a mirarme a mi

—Jodeme que la tenia chiquita. —habló sorprendido Galo, haciendo que Gonza suelte una risa

—No, tarado, ni siquiera me acuerdo de eso. —contesté

—¿Entonces qué?

—Me crucé a Nahuel, estaba con Sabrina y un par más. —expliqué, Gonza me dio el mate

—Lo suponía, la única forma para que te pongas en pedo a tal extremo de ni siquiera acordarte lo que pasó, es algo que tenga relación con Nahuel. —dijo Gonza

𝑬𝒇𝒆𝒄𝒕𝒐  ⇝ Exᴇǫᴜɪᴇʟ ZᴇʙᴀʟʟᴏsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora