capítulo 4

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Golpeó la puerta más de 10 veces pero no abría. Intentó llamarlo al teléfono pero no contestaba.

-¿Pero donde cojones está este? Se preguntó Alicia
-¿mama qué hacemos aquí? Preguntó la pequeña
-vamos a ver a un amigo de mamá cariño- le contestó Alicia un tanto nerviosa.

Después de volver a llamar unas 3 veces más, Alicia escuchó unos golpes que venían del interior de la habitación, pegó el oído en la puerta  y alcanzó a escuchar ruidos por todos los lados, parecía como si alguien chocara con todo. Escuchó unas pisadas acercarse y  la puerta se abrió.

Ella y su hija entraron y el olor a alcohol hizo que Alicia diese un paso hacia atrás. Las botellas de ron en el suelo eran innumerables, la habitación estaba a oscuras y solo la tenue luz de la tele dejaba ver la pequeña sala de estar.
Sergio se sentó en el sofá lentamente y  casi delirante por la bebida se quedó mirando a Alicia.

-¿Se puede saber que haces así? Le preguntó ella
-¿Que tiene de malo inspectora sierra? - dijo él con dificultad y con algo de hipo

Victoria tiró de la mano de su madre con algo de intranquilidad

-¿mami porque ese hombre habla así, está malito?  Preguntó inocentemente victoria

-cariño quédate aquí jugando con las muñecas que te has traído vale? No te muevas de aquí- le dijo a su hija sentándola en la mesa de la sala de estar.

-vale mami- dijo la niña sacando las muñecas de su mochila.

Su visión se nublaba, había bebido tanto que ahora mismo si le preguntaran por su nombre, no lo recordaría. Vió como Alicia se acercaba a él y apoyando sus brazos por el cuello de ella  con bastante dificultad lo puso en pie. Lo llevó hasta el cuarto de baño con mucho esfuerzo, por culpa de Sergio perdieron el equilibrio y casi caen al suelo pero Alicia lo impidió. Le quitó la ancha camiseta que llevaba  y abriendo la ducha, metió a Sergio.

Cuando sintió el agua fría caer por su cabeza, el malestar mejoró un poco, sintió algo de alivio y el mareo iba desapareciendo poco a poco.

Vió cómo Alicia se quedaba mirándolo con enojo en frente de la ducha y él agachó la cabeza.

Verlo de esa manera hizo que Alicia se desesperara más de lo que ya estaba

-eres un imbécil- le gritó ella mientras salía del baño.

Se dirigió hacia el armario de Sergio y agarrando un pantalón y una camisa  lo colocó encima de la cama para después  bajar al restaurante del hotel y coger un café con sal, así la borrachera se le iría más rápido. Esperó unos minutos antes de volver a entrar al baño, agarrando el café entró  y solo una pregunta rondaba por la cabeza de Alicia ¿Qué le había pasado a este hombre?.

-toma, bébete esto - le dijo  dándole el café

Sergio se tapó con una toalla y bebiéndose  el café tomó consciencia del estado tan vergonzoso en el que estaba.

Mientras bebía  ambos se quedaron en silencio y bajo la intimidante y enojada mirada de Alicia, Sergio rompió el silencio

- Alicia yo...

-no me puedo creer que me ofrezcas tu ayuda cuando eres tú el que la necesitas- le reprochó Alicia interrumpiéndole.

-me dijiste que si pasaba cualquier cosa viniese aquí para ayudarme y mira lo que me encuentro, un despojo borracho porfavor ¿tan poco hombre eres que si te deja una mujer te vuelves un inútil?

Alicia cállate- le ordenó Sergio con dolor en su voz pero Alicia solo sentía agobio y desesperación, no pensando en ella, sino en su hija. No podía permitir entrar en una cárcel y no ver más a Victoria, motivo por el que no midió sus palabras.

Un atraco al deseo (Sergio Marquina Y Alicia Sierra)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن