capítulo 23

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Estar en Madrid era una situación difícil para ambos pero los dos pasaban  por el mismo triste motivo,  por un lado Sergio, en dónde ir allí le hizo recordar momentos felices junto a Raquel , y por otro lado Alicia, donde también recordaba momentos felices y otros no tan felices con Germán. A todo esto añadiendo que eran los españoles más buscados y dados por muertos además de que  allí la policía era muy eficaz, aunque Alicia se sentía segura junto a Sergio, ella sabía que él tenía serbios por todos los lados y en caso de tener problemas, él los contactaría al rescate.

-espero que me estés dando bien las direcciones- advirtió Alicia a Raúl, el cual le daba indicaciones con el coche de cómo llegar a la casa de sus suegros.

-daría las direcciones más seguro y cómodo si tu novio me quitara la pistola de la sien- explicó él mientras miraba a Sergio, el cual lo tenía bien controlado con una pistola.

-¿Ah sí? Pues Sergio¿Porqué no haces que se sienta más cómodo?- preguntó ella con una sonrisa mientras miraba la cara de Sergio por el retrovisor.

-por supuesto- dijo él cambiando la gran pistola por otra más pequeña.

-¿Éste tipo de arma te incomoda menos, Raúl? - preguntó él de forma burlona.

-esa es menos intimidante aunque es de mis favoritas- añadió Alicia seriamente.

Raúl soltó un bufido de risa y mientras reía por las peculiaridades de aquellos dos siguió dándole indicaciones a la pelirroja.

-gira a la derecha- le dijo Raúl mientras Alicia conducía

Alicia estaba alterada, necesitaba ver a su pequeña ya, hacia cuatro largos días que no estaba con ella y eso la tenía muy ansiosa y preocupada.

-está mujer nos va matar- dijo Laura refiriéndose a la forma tan brusca en la que Alicia estaba conduciendo.

Ella miró de reojo a Laura e intentando fastidiar a la morena dió aposta un giro brusco haciendo que Laura se asustara.

- Alicia, no sé en qué estaba pensando al dejarte al volante- se quejó Sergio.

-estoy conduciendo bien gafotas, soy una conductora excelente- le dijo ella.

Mientras estaba conduciendo a toda prisa, una señora mayor apareció de repente en el paso de cebra y frenando en seco el coche casi la atropella.

-señora perdone iba un poco  distraída se disculpó Alicia saliendo del coche.

-¿Se encuentra bien?-  le preguntó ella mientras le ayudaba a recoger del suelo las manzanas que se le habían salido de la bolsa que llevaba.

-eh si estoy bien, no te preocupes- contestó la anciana.

Alicia se agachó a recoger la fruta y algo no le cuadraba, algo estaba mal en toda esta situación. Su olfato detectó peligro al darse cuenta de que toda la fruta que aquella anciana acababa de comprar en la frutería, estaba pasada y no fresca. Entrecerrando los ojos miró al profesor desde fuera del coche y metiendo toda la fruta en la bolsa de la señora mayor se volvió a disculpar y subió de nuevo al coche.
Se puso el cinturón de seguridad y quedándose esperando a que la anciana terminara de cruzar la calle, miró a Sergio a través del retrovisor dándole  una mirada que él entendió sin dificultad alguna.
Alicia se quitó el cinturón y Sergio y ella se intercambiaron, ella pasó detrás con Raúl mientras que Sergio tomó el volante. Laura y Raúl estaban confusos pero sabían que algo pasaba. Sergio condujo sin esperar las indicaciones de Raúl.

-¿Que haces? Por ahí no es- explicó él.

-cállate si no quieres que te vuele la cabeza- le amenazó ella poniéndole la pistola dentro de su boca

Un atraco al deseo (Sergio Marquina Y Alicia Sierra)Where stories live. Discover now